Las estaciones de tren inician su viaje de reinvención hacia un destino multimodal y sostenible

La modernización y digitalización de estos espacios es una pieza esencial en la apuesta por el ferrocarril como motor de la nueva movilidad

La estación de Chamartín inicia su metamorfosis y recupera el vestíbulo fantasma de los años 80

Recreación del aspecto que tendrá la estación de Chamartín una vez concluya su reforma ADIF

Las estaciones ferroviarias tienen por delante un viaje de largo recorrido con destino a la innovación. En un momento en el que la Unión Europea quiere potenciar el tren como medio de transporte menos contaminante que los viajes por carretera o en avión, la ... modernización de estas infraestructuras se ha convertido en un imperativo. Integración con el entorno, eficiencia energética, uso de materiales con menor huella medioambiental, adopción de nuevas tecnologías… la revolución está en marcha y ya hay iniciativas que perfilan como serán estos espacios el día de mañana.

Desde Adif, empresa pública que gestiona las infraestructuras ferroviarias, dicen que las estaciones se están configurando como nodos de movilidad multimodal, más sostenibles e inteligentes, aprovechando la transformación digital, una estrategia a la que responden proyectos emblemáticos como Madrid-Chamartín-Clara Campoamor, Madrid-Puerta de Atocha, La Sagrera, Barcelona Sants y Valencia Joaquín Sorolla.

Uno de los cimientos de estos espacios es la sostenibilidad, de ahí la apuesta por diseños basados en materiales naturales, iluminación natural, eficiencia energética, agua reciclada y estructuras que favorezcan el confort climático. Por otro lado, el objetivo es que las estaciones sean nodos de movilidad sostenible, conectadas con medios de transporte limpios, como la bicicleta, y el acceso y estacionamiento de vehículos (coches, motocicletas o patinetes) para promover que el transporte de la primera y la última milla sea sostenible. El otro puntal de las estaciones futuras es la tecnología. «La digitalización está facilitando el mantenimiento, mediante la sensorización y monitorización de las instalaciones», indican desde Adif. La estación inteligente aportará valor añadido, facilitando información relevante al usuario del ferrocarril, no solo sobre su viaje y la estación, mediante, por ejemplo, servicios de guiado interactivo, sino también sobre otros medios de transporte y servicios en la urbe. «Además, el intercambio de datos entre la estación y la plataforma de ciudad inteligente mejora la integración de la estación en el entramado urbano», rematan.

En este contexto, Adif desarrolla un Centro Neuronal de Estaciones, conectado a la futura plataforma de estación inteligente, que coordinará los servicios en las estaciones, facilitando la gestión, las operaciones y el mantenimiento de las instalaciones y sistemas de forma remota y centralizada. Este 'cerebro' permitirá la operación de las estaciones y aportará información al viajero, gestionará contenidos digitales y medios de atención remota a clientes, coordinará las órdenes y flujos de trabajo de mantenimiento y realizará el control de aforos y actividades de terceros en las estaciones.

Otro proyecto destacado, que se ha llevado a cabo en la estación de Málaga María Zambrano, ha constatado cómo la tecnología 5G es una aliada en el diseño de las estaciones del futuro. «Ha demostrado su utilidad en el acceso biométrico transparente de viajeros a la sala de embarque y, combinada con la metodología BIM, en el uso de mapas interactivos para el posicionamiento y guiado de clientes y personal de mantenimiento», subrayan.

El documento 'La Estación de Futuro', elaborado por Railway Innovation Hub en colaboración con la Plataforma Tecnológica de la Construcción y más de 40 entidades asociadas, concluye que «serán más inteligentes mediante el uso de las nuevas tecnologías, aportarán nuevos servicios y funcionalidades que mejoren la experiencia del usuario y serán más sostenibles gracias a la integración de fuentes de energía limpias o el uso de nuevos materiales constructivos más eficientes», además de que «estarán más integradas en el entorno urbano y serán más intermodales y conectadas a otros modos de transporte. Los conceptos de 'Smart City' y 'Smart Station' irán de la mano en el futuro», resume Antonio González Arellano, director general de Railway Innovation Hub Spain. Un cambio que se traducirá en numerosos beneficios.

Su ubicación habitual en el centro de las metrópolis «facilita la integración urbana en la ciudad», dice el experto. De esta circunstancia resultará que sea un «espacio de mayor confort para el viajero y un centro experiencial para el ciudadano. Se mejorará la percepción del usuario, la sensación de seguridad, la accesibilidad a todos los grupos de población junto con la incorporación de nuevos usos de ocio o comerciales».

Desde el punto de vista de la sostenibilidad, cree que la gran ventaja será que las estaciones provoquen una mayor utilización del tren, el medio de transporte masivo menos contaminante. «Si añadimos que integren renovables o, incluso sean centros de producción de energía verde, esa sostenibilidad aumentará significativamente», señala González Arellano, que recuerda que uno de los desafíos es que la estación dé respuesta al aumento de la demanda. «Esta tendencia requerirá de actuaciones en las estaciones actuales o en el diseño de las nuevas para absorber el creciente flujo de viajeros», ahonda. Un reto liderado por Adif en el que están involucrados desde estudios de arquitectura hasta gigantes tecnológicos y pujantes startups.

Arsenal tecnológico

Una de las compañías que han movido ficha es Indra, que destaca cómo las nuevas tecnologías contribuyen a mejorar el servicio, la información y el entretenimiento ofrecido a los pasajeros, además de ampliar el horizonte de negocio de los administradores de infraestructuras. Por ejemplo, el análisis del comportamiento de los viajeros mediante 'big data' puede ayudar a aumentar el volumen de compras que hacen en la estación antes del trayecto y así incrementar los ingresos no vinculados al servicio de movilidad.

La tecnología sirve también para reducir y optimizar el consumo de las estaciones mediante la gestión inteligente de activos y espacios, el análisis en tiempo real y la propuesta de actuaciones. «La integración de datos provenientes de la sensórica, como LiDARES y cámaras, así como de puntos de control del pasajero con la infraestructura, como los registros de billete en escáneres de validación, proporciona datos en tiempo real con los que se puede entender la presencia de pasajeros, su distribución, su movimiento o falta de movimiento, por ejemplo, en colas, para llevar a cabo acciones que optimicen el uso de la infraestructura y que mejoren la experiencia del pasajero. ¿Para qué calentar o iluminar zonas vacías? o ¿por qué no abrir más filtros de acceso a las plataformas si se detecta demasiado tiempo de espera?», reflexiona Juan March, director global de Rail&Transit de Indra, que piensa que, si bien estas acciones se pueden llevar a cabo de manera más reactiva en tiempo real, como en los casos anteriores, también el análisis del dato y sus tendencias ofrece información para las decisiones más estratégicas, como la redefinición de flujos de pasajeros para evitar puntos calientes, la planificación de los recursos en base a tendencias y al histórico, etc.

Entre sus soluciones se incluye la plataforma In-Mova Space, que aplica analítica avanzada de datos y, gracias a algoritmos de 'deep learning', posibilita una operación y un mantenimiento más predictivos.

solución de visión artificial desarrollada por la startup Imotion Analytics, que aplica analíticas de seguridad a las cámaras de las estaciones ferroviarias para apoyar a los operadores del centro de control IMOTION ANALYTICS

La innovación no solo corre a cargo de las grandes empresas. La startup catalana Imotion Analytics, de la que Renfe ha adquirido el 10%, desarrolla aplicaciones de visión artificial para contribuir a la seguridad de las personas, implantadas en casi un centenar de estaciones del territorio nacional. Su CEO, Alejandro Murillo, explica que el operador público dispone de miles de cámaras, en las que «aplicamos analíticas de seguridad (cruce de vías, peleas o fuego...) e informamos a un operador del centro de control para que vea la alerta, la corrobore y ponga en marcha el plan de acción correspondiente, es decir, somos un apoyo más para quienes velan por nuestra seguridad». El despliegue se enmarca en el proyecto 'Renfe Smart Security Station', dotado con 31,7 millones de euros con cargo a los fondos europeos y que culminará en 2024 con la completa digitalización de los sistemas de seguridad de 483 estaciones de Cercanías.

En el ámbito de la visión artificial, la startup Outsight e Indra han sellado un acuerdo estratégico para plantear una solución 360º que transformará los datos brutos de cualquier LiDAR y los captados por los sistemas de la infraestructura de transporte en información procesable e inteligencia. Ya se ha realizado alguna prueba piloto en estaciones extranjeras y actualmente se estudian iniciativas para el despliegue tanto dentro como fuera de España. «Es previsible que a lo largo de 2024 se puedan empezar a ver los primeros despliegues en infraestructuras de transporte», adelanta Juan March.

Accesibilidad

Asimismo, las instalaciones ferroviarias del futuro se caracterizarán por la accesibilidad. Visualfy se enfoca en las personas que sufren problemas auditivos. Su propuesta se basa en luminaria ubicada en diferentes puntos de la estación y en el envío de notificaciones a los dispositivos personales de los usuarios. Manel Alcaide, CEO de la firma, recuerda que sus soluciones también pueden ser útiles para el 70% de usuarios de metro o tren que llevan los auriculares y en una emergencia no escuchan.

Uno de los sistemas de luminaria de Visualfy, que durante el año pasado llevó a cabo, de la mano de Renfe, una prueba piloto en la estación de Sol con la intención de extender el sistema a otros 25 puntos VISUALFY

La startup, que suma más de 200.000 descargas en su app, suprime también las barreras de comunicación, a través de bucles magnéticos. «Se pone un dispositivo en el mostrador que capta la voz del empleado y la envía al audífono o el implante de la persona sorda eliminando el ruido de alrededor», detalla Alcaide. Los audios no se procesan en internet, sino que el dispositivo reconoce el sonido y luego lo borra para que nadie tenga acceso al mismo.

Las estaciones ferroviarias enfilan un viaje sin retorno con destino a la sostenibilidad y digitalización.

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