Las empresas pagan el doble que hace año y medio por renegociar sus deudas

Las compañías se lanzan a intentar renegociar sus préstamos vivos para hacer frente a las crisis, pero el precio que tienen que pagar va en aumento. Según el Banco de España, en noviembre, último mes con cifras, el tipo de interés que se aplicaba a las operaciones de renegociación de deudas era de casi el 3,7%. Esto supone doblar la cifra respecto a hace algo más de año y medio. En marzo de 2021, aún con la pandemia y sus derivadas haciendo mella, el interés que debían soportar las empresas en las refinanciaciones era del 1,75%. Y se mantuvo por debajo del 2% también en los dos meses siguientes.

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Los meses que vinieron después fueron de recuperación parcial... pero llegó la crisis de inflación, la crisis energética y la guerra de Ucrania. Estos eventos forzaron al Banco Central Europeo (BCE) a subir en julio de 2022 los tipos de interés de referencia por primera vez en once años. Ahí el coste del crédito para las compañías se terminó por disparar de manera acelerada.

En agosto se incrementó el tipo de interés de las créditos renegociados en casi siete décimas, hasta el 3%, para terminar en noviembre en el 3,7%. Fuentes financieras señalan que estos incrementos son esperados ya que todo va en función del precio del dinero que marca el BCE; por ello, los bancos continúan encareciendo los préstamos para adaptarlos a las condiciones de mercado, con lo que la estadística habrá seguido al alza en diciembre, al calor de otra subida de tipos en el continente europeo.

Pero no solo se debe a una necesidad de acompasar los tipos que se cobran a las empresas a las condiciones de mercado sino que también influye la situación económica del tejido productivo. Cuantas más garantías y solvencia pueda aportar una compañía, más sencillo será obtener una refinanciación y también un precio por el préstamo menor.

Fuentes financieras señalan que la banca está intentando ajustar todo lo posible los tipos de interés para las empresas que necesitan renegociar sus deudas, pero que hay unos límites que deben respetar para que la situación no vaya a peor. Por una parte, no pueden ofrecer intereses con los que pierdan dinero dados los niveles que ha marcado el BCE; por otra, como confirman varias fuentes financieras, hay entidades que han rechazado operaciones estos meses por cómo están algunos balances.

La salud del tejido productivo español no es la ideal para afrontar dos crisis consecutivas. En la banca son sabedores de ello y están monitorizando de muy de cerca la situación de sus clientes, especialmente de las pymes, para tratar de controlar el aumento de la morosidad. No hay alarma, pero sí señales de que se necesita estar vigilantes y tratar de acompañar a los clientes que se puedan ver en apuros.

De hecho, como publicó ABC, la gran banca está estudiando con una empresa especializada en renegociación de deudas la creación de una plataforma desde la que gestionar cualquier problema que surja con las empresas, en particular con las pymes. Centralizar en esa plataforma a todas las compañías en problemas y gestionar desde ahí las posibles soluciones.

Situación compleja

«Las pymes se enfrentan a una subida de costes globales de más del 23% en el tercer trimestre»

Gerardo Cuerva

Presidente de Cepyme

Asimismo, el coste de los nuevos créditos que solicitan las empresas también ha subido. Actualmente está en el 3,1%, cuando a principios de año no superaba el 1,5%, un valor en el que se mantuvo estable también durante todo 2021. La traslación de las subidas de tipos del BCE aquí también ha sido total.

Según el Indicador de Cepyme de la situación de las pymes, estas «están sufriendo una restricción de crédito bancario por dos motivos: el aumento de los tipos de interés y la inflación». Constatan que el tipo de interés que soportan es el más alto en cinco años y que, en un entorno inflacionario, un mismo importe de crédito en euros alcanza para financiar una menor proporción de las ventas o inversiones de una empresa que antes.

Gerardo Cuerva, presidente de Cepyme, pone negro sobre blanco respecto a la situación de las pequeñas y medianas empresas en España, las más expuestas al incremento del coste de los créditos y las que más sufren el endurecimiento de las condiciones de financiación. «Las pymes están sufriendo la restricción y el encarecimiento del crédito bancario que se está produciendo por la política de subida de tipos del BCE. Aunque ya se traslada esa subida de tipos a los nuevos créditos y refinanciaciones, el problema no es tanto el nivel de los tipos de interés, sino la rapidez con que está pasando», afirma en declaraciones a ABC.

El dirigente empresarial destaca que el pasado que arrastran las pymes no es una ayuda sino una traba: «Las pymes cargan con una bolsa de sobreendeudamiento de la pandemia, que solo en créditos ICO alcanzó los 130.000 millones. Y desde mitad de este año se enfrentan ya a su devolución. Cabe recordar que las empresas no alcanzaron la recuperación de su actividad plenamente, debido a la inflación y al fuerte incremento de costes. Se enfrentan a una subida de costes globales de más del 23% en el tercer trimestre, mientras que el incremento de las ventas se ralentiza. Eso se traduce en una clara de reducción de márgenes en un momento en el que arrastran deuda de la pandemia, que recordemos no es deuda invertida en la mejora de los negocios, sino en sufragar pagos corrientes».

No duda en señalar que el tejido productivo muestra ya «signos de agotamiento», a lo que la restricción y el encarecimiento del crédito no ayuda. «Muchas empresas todavía muestran en sus balances números rojos y unas previsiones en las que está muy presente las subidas de costes y una ralentización de la economía por lo que es más difícil acceder a financiación», añade Cuerva.