El inesperado dato de crecimiento del último trimestre de 2023 difundido la semana pasada por el INE no ha hecho al Consejo General de Economistas variar sus expectativas de crecimiento para este año. Su previsión es que la economía española crecerá un 1,6%, ... en un contexto en que la inflación bajará hasta el 3,2% de media y el déficit público se quedará por encima del objetivo exigido por Bruselas del 3%.
Mantienen su previsión de crecimiento porque entienden que es el gasto público el que está azuzando el crecimiento de la economía y que el Gobierno tendrá que levantar el pie del acelerador este año si quiere aunque sea acercarse a ese techo de déficit del 3% que la Comisión Europea exige para no activar sus dispositivos de vigilancia reforzada sobre las cuentas de los países.
«El consumo público aumenta y es el factor clave del crecimiento del PIB, aunque en el 2024 introduce dudas sobre el cumplimiento del déficit», sostiene el último informe trimestral del Observatorio Financiero del Consejo General de Economistas.
Si el dato del INE hubiera respondido a las expectativas de los analistas, que esperaban un crecimiento del 0,3% o el 0,4% en el último trimestre, no del 0,6% como registró el instituto estadístico, es probable que hubieran recortado un tanto esa previsión de crecimiento. Según el presidente de la Comisión Financiera del Consejo, Antonio Pedraza, ese crecimiento del último trimestre tendrá un efecto tractor en el primer trimestre del año, que permitirá una transición suave hacia el segundo y el tercer trimestre donde se espera un mayor dinamismo gracias al turismo.
Ese, al menos, es el escenario central de los economistas, aunque admiten que puede verse amenazado por la sequía, si esta tiene impacto sobre el sector turístico durante el próximo verano, tras un ejercicio en que se han recuperado las cifras récord de 2019.
Otro factor de incertidumbre es la posible prórroga de los Presupuestos si persiste el veto de la mayoría del PP en el Senado a los objetivos de déficit y deuda de 2024 y el proyecto presupuestario encalla en el trámite parlamentario, algo que el Gobierno ya ha dicho que no permitirá que sucede. «La prórroga presupuestaria sería buena para cumplir los objetivos de déficit, pero tendría un impacto negativo sobre el crecimiento económico y sobre todo sobre la confianza de los mercados en España», han advertido este lunes desde el Consejo General de Economistas.
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