El desembarco de Escrivá en el Banco de España: una reorganización interna que desplaza a 250 funcionarios

El Ejecutivo elige de subgobernadora a Soledad Núñez, exdirectora del Tesoro y afín al Partido Socialista

Una compañera de promoción del ministro Cuerpo y un economista del independentismo, nuevos consejeros

Editorial | Un Banco de España socialista

Escrivá, de ministro a asesor; por Julián Quirós

José Luis Escrivá, gobernador del Banco de España ep

La imposición de José Luis Escrivá como gobernador del Banco de España solo ha sido el principio. Ayer el Gobierno designó a Soledad Núñez, ex alto cargo con José Luis Rodríguez Zapatero, nueva subgobernadora. El PSOE coloniza ya la cúpula de la institución ... dejando al margen al Partido Popular, e incluso va más allá con los últimos nombramientos en el consejo de gobierno. Al mismo tiempo, el propio Escrivá ha desembarcado en la entidad anunciando una reorganización interna que supondrá el desplazamiento de sus puestos de 250 funcionarios.

Núñez es una vieja conocida en el Banco de España, donde ingresó en 1987. Trabajó como economista en varios departamentos hasta 2004. Después tuvo una segunda etapa que comenzó en 2015 y en 2018 fue nombrada consejera de la institución y miembro de la comisión ejecutiva, el principal órgano de decisión del supervisor bancario. Entre medias de estas etapas fraguó su trayectoria política ligada al PSOE.

Entre 2004 y 2005 fue directora general de Política Económica en la Oficina Económica del presidente del Gobierno y después directora general del Tesoro y Política Financiera en el Ministerio de Economía y Hacienda. Una persona de la confianza de José Luis Rodríguez Zapatero que sucederá ahora a Margarita Delgado como número dos del Banco de España. Pese a que el Ejecutivo ha tratado de vender que sus elecciones son perfiles técnicos, en el caso de Núñez es bien conocida su trayectoria y afinidad al Partido Socialista, de lo cual también hace gala en sus redes sociales. «Muy buena iniciativa del grupo parlamentario del PSOE», se refería en 2017; «¿Y cómo no iba a tener la culpa el PSOE? ¡Lo raro es que no digas que la tiene Zapatero!», respondía también a una periodista. Al mismo tiempo, ha criticado al PP de Mariano Rajoy.

Fuentes conocedoras de la elección destacan que Núñez es la candidata que el Gobierno le ha colocado a Escrivá como número dos, es decir, que no ha sido el gobernador quien la ha propuesto. Lo que sí se ha respetado es la tradición de que el subgobernador pertenezca al propio Banco de España.

Así las cosas, tanto la designación de Escrivá como la de Núñez las ha decidido el Gobierno sin contar con el Partido Popular, echando por tierra la regla no escrita de que el principal partido de la oposición habría de proponer al subgobernador. El PP se negó a participar en un intercambio de sillas cuando el Ejecutivo no dio más opción que el ministro Escrivá. Ayer, los populares mostraron de nuevo su indignación tras el nombramiento de la número dos ya que consideran que el Gobierno «sigue menoscabando el crédito de una de las pocas instituciones que aún lo preservaba». Y apuntaron a que «ser gurú económica de Zapatero debería ser motivo de inhabilitación, no de ascenso».

La etapa de Escrivá

Primeras reuniones

Escrivá dirigió el lunes la primera reunión de la comisión ejecutiva y el consejo de gobierno. Agradeció su trabajo a Margarita Delgado, pero ni una palabra para De Cos.

Reorganización

El gobernador acomete una primera reorganización interna, con la creación de una nueva dirección general que supondrá desplazar a 250 funcionarios de sus puestos actuales, entre ellos dos directores de departamento -Ana Buisán y Xavier Torres-y cuatro jefes de unidad.

Directivos

La creación de una dirección general adjunta ad hoc para la que ha sido su directora de comunicación durante su paso por el Gobierno ha generado malestar en la institución ya que para alcanzar un cargo así se requieren habitualmente al menos dos décadas de trayectoria en el supervisor.

Funciones

No está claro que la subgobernadora Núñez, que no es especialista en supervisión, vaya a asumir las tareas que van implícitas a su cargo de liderar el trato con las entidades financieras.

Asimismo, fuentes del Banco de España señalan que todavía no está muy claro si la subgobernadora, que no es especialista en supervisión bancaria, realizará estas tareas que habitualmente iban implícitas en el cargo, y que suponen un trato directo con las entidades financieras, o si las asumirá directamente el propio gobernador.

Más allá de la subgobernadora, el Ejecutivo fue ayer un paso más allá en los cambios en el consejo de gobierno. Ya había de antes un puesto en el órgano que debía ser cubierto -perteneciente a la cuota catalana- y el ascenso de Soledad Núñez, que ya estaba en el consejo, hacía necesario un segundo nombre. Por una parte, Pedro Sánchez pactó con ERC en julio hacer consejero a Jordi Pons, economista del independentismo que ha denunciado el «expolio fiscal» que sufre Cataluña. Por otra, designó también consejera a Lucía Rodríguez, hasta la fecha subdirectora general de Endeudamiento Público en la Airef y en el pasado asesora en el gabinete de la entonces ministra de Economía Nadia Calviño. En el caso de Rodríguez, su nexo con el Ministerio de Economía sigue muy vivo, en concreto con el titular de la cartera, Carlos Cuerpo. Ambos pertenecen al Cuerpo Superior de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado y, precisamente, son compañeros de la misma promoción.

Los cambios de Escrivá

Este pasado lunes, como avanzó ABC, Escrivá lideró a primera hora de la mañana la primera reunión de la comisión ejecutiva y por la tarde la del consejo. Los que pensaban que Escrivá se lo tomaría con calma, se equivocaron. En esas primeras reuniones, en las que ya hubo unas voces más altas que otras, el ya nuevo gobernador agradeció su trabajo a la hasta ahora subgobernadora, Margarita Delgado, pero no tuvo ni una palabra de reconocimiento para su predecesor, Pablo Hernández de Cos. Anunció además una primera reorganización interna de la institución que, según fuentes de la misma, supondrá el desplazamiento de 250 funcionarios, entre ellos dos directores de departamento -Ana Buisán y Xavier Torres-y cuatro jefes de unidad.

En concreto, José Luis Escrivá ha creado una nueva Dirección General de Relaciones Institucionales, Europeas y Transparencia, al frente de la cual ha situado a Paloma Marín, que ocupaba el cargo de directora del departamento de Relaciones Internacionales y Europeas, en la Dirección General de Economía y Estadística del banco, y ha creado una dirección general adjunta para Inés Calderón, hasta ahora directora de Comunicación de Escrivá en su etapa en el Gobierno. La creación de esta dirección general adjunta para una persona externa ha creado cierto malestar en la institución ya que, según aseguran, para llegar hasta ahí normalmente se necesita una carrera en el banco de 20 o 25 años.

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