El Gobierno nombra a Soledad Núñez, alto cargo con Zapatero, subgobernadora del Banco de España

El PP ha quedado fuera, por tanto, de cualquier elección en el supervisor bancario, cuando tradicionalmente el principal partido de la oposición elegía al subgobernador. La imposición de Escrivá dinamitó las conversaciones entre el PSOE y los populares para la renovación de la cúpula. El partido de Alberto Núñez Feijóo confirmó que no iba a participar en un reparto de sillas como el que pretendía el Gobierno al escoger a un ministro, según denunciaron, y eso hacía imposible continuar las conversaciones.

«Sánchez continúa con su invasión de las instituciones. Esta politización del Banco de España causará un enorme daño a la credibilidad del regulador y en el gran trabajo que venían haciendo sus profesionales», ha denunciado Cuca Gamarra, secretaria general del PP, en redes sociales tras conocerse el nombramiento.

Núñez fue entre 2004 y 2005 directora general de Política Económica en la Oficina Económica del Presidente del Gobierno y después directora general del Tesoro y Política Financiera en el Ministerio de Economía y Hacienda. Un cargo de la confianza de José Luis Rodríguez Zapatero que sucederá ahora a Margarita Delgado como número dos del Banco de España.

Pese a que el Ejecutivo ha tratado de vender que sus elecciones son perfiles técnicos, en el caso de Núñez es bien conocida su trayectoria y afinidad al Partido Socialista, de lo cual también hace gala en sus redes sociales con múltiples mensajes de apoyo al PSOE y sus ministros. «Muy buena iniciativa del grupo parlamentario del PSOE», se refería en 2017; «¿Y cómo no iba a tener la culpa el PSOE? ¡Lo raro es que no digas que la tiene Zapatero!», se quejaba también. Al mismo tiempo, realizó en el pasado críticas al PP de Mariano Rajoy.

La nueva subgobernadora no es una desconocida en la institución monetaria. En 1987 ingresó en el Banco de España como titulada del servicio de estudios, donde trabajó como economista en varios departamentos de dicha institución, en la que permaneció hasta mayo de 2004, a excepción de una comisión de servicios realizada en 2003 en el Banco de Inglaterra.

Su segunda etapa en la organización comenzó en 2015 y fue en 2018 cuando la nombraron miembro del consejo del Banco de España y de la comisión ejecutiva, el principal órgano de decisión. Su ascenso a subgobernadora provoca cambios en estos dos órganos, de los que ya formará parte como número dos. El Ejecutivo ha comunicado la elección de Lucía Rodríguez, hasta la fecha subdirectora general de Endeudamiento Público en la Airef, como nueva consejera; también fue asesora en el gabinete de la entonces ministra de Economía y Transformación Digital, Nadia Calviño. Además, ha confirmado el Gobierno el nombramiento de Jordi Pons como consejero, un economista muy cercano al independentismo que ha denunciado en uno de sus libros el «expolio fiscal» que sufre Cataluña.

Asimismo, es habitual en la elección del subgobernador que el nombre salga del propio Banco de España. Que sea una persona de la casa. En este caso, sí que se cumple esa premisa con Núñez, pese a contar con una gran mancha en el currículum como es su paso a tan alto nivel por la política con Zapatero.

Justamente este 11 de septiembre terminaba el mandato de Delgado como subgobernadora y el Gobierno ha querido no alargar más la elección, en vista de que los puentes con el PP están rotos. Ahora ya sí, de manera efectiva, da comienzo la etapa de Escrivá y Núñez en el supervisor bancario.

Por lo pronto, en esta nueva etapa ya se han producido cambios en la alta dirección. El Banco de España ha informado de una «reorganización interna mediante la creación de una nueva dirección general de Relaciones Institucionales, Europeas y Transparencia», al frente de la cual estará Paloma Marín, que hasta ahora ocupaba el cargo de directora del departamento de Relaciones Internacionales y Europeas, en la Dirección General de Economía y Estadística. Como directora general adjunta ha sido nombrada Inés Calderón, hasta ahora directora de comunicación de Escrivá en su etapa en el Gobierno. «El objetivo de esta dirección general es centralizar las funciones de relaciones institucionales y comunicación para dotarlas de un componente más estratégico, reforzar la coordinación y eficiencia e incrementar la transparencia global de la institución», ha indicado el supervisor en un comunicado.

Fuentes cercanas a Núñez señalan, asimismo, que la nueva subgobernadora está más especializada en mercados y macroeconomía, y no tanto en supervisión bancaria, aunque también cuenta con conocimientos. Por ello, cabría esperar nuevos nombramientos en la dirección general del ramo que ahora lidera Mercedes Olano, que era de la plena confianza de la subgobernadora saliente, y que ahora podría ser relevada.

De hecho, la banca es habitual que trate incluso más con el número dos que con el gobernador. De ahí la necesidad de que la subgobernadora o al menos su equipo tengan especialización en el sector financiero.