especial autoconsumo
El déficit de profesionales embarra y frena el despegue de nuevos proyectos
La efervescencia que vive el sector y la creciente demanda ha agudizado la escasez de talento e incluso llega a provocar retrasos en las ejecuciones
España, a la cabeza en ideas innovadoras para el desarrollo del hidrógeno verde
Belén Rodrigo
La falta de mano de obra para los proyectos de autoconsumo se ha convertido en uno de los retos del sector. En un momento en el que crecen las peticiones para la instalación de estos sistemas de generación de energía renovable hay empresas que tardan ... varios meses en atender peticiones e incluso llegan a rechazar trabajos por no tener personal suficiente para ejecutarlos. «Especialmente en este último año el problema de mano de obra es evidente y está dando lugar a muchos retrasos en la ejecución de los proyectos, con el consiguiente malestar de los clientes finales que ven como sufren retrasos en su autoabastecimiento en un momento de costes energéticos altos. Existen además en algunos casos problemas de calidad en las instalaciones como consecuencia del empleo de mano de obra poco cualificada», reconoce Oscar Barrero, socio de energía en PwC.
En la Universidad de Zaragoza han constatado una gran demanda de ingenieros en el sector de la energía, mucho mayor que otros años. «Todos los estudiantes en el último curso ya son captados por empresas antes de finalizar sus estudios. Hay una situación que nunca la había visto en treinta años que llevo como profesor», afirma José María Yusta, profesor en dicha universidad y experto en mercado energéticos e infraestructuras críticas. «Hay una demanda de profesionales muy grande y en todos los sectores energéticos hay problemas para proyectos. En este caso estamos hablando de la ejecución pero en la parte técnica pasa lo mismo», añade. En este centro universitario el autoconsumo ha estado siempre presente en la formación en energías renovables y «hemos trabajado en cualquier novedad normativa que se ha producido», indica Yusta. Asegura que el sector tiene un gran potencial de crecimiento, «va a hacer falta todo, tanto autoconsumo como plantas solares, es un recurso muy necesario».
Desde la Federación Nacional de Empresas de Instalaciones Eléctricas, Telecomunicaciones y Climatización de España(Fenie) creen que la falta de personal cualificado no es solo inherente al sector de las instalaciones. «Hay una baja visibilidad de la Formación Profesional (FP) y cualquier sector vinculado con las profesiones tradicionales tiene esta situación», explica Jesús Román secretario general de esta entidad.
El responsable de Fenie explica también que los posibles candidatos «no ven las oportunidades que verdaderamente ofrece el sector. Un electricista tiene muchas más opciones que las que tenemos en mente por un estereotipo existente» resalta. Por eso considera que es importante «potenciar la Formación Profesional y demostrar a la sociedad las oportunidades que ofrecen verdaderamente». De hecho, Fenie acaba de lanzar la campaña «Instálate en tu futuro profesional» enfocada en jóvenes de entre 14 y 18 años que se divulga mediante redes sociales. Con ella se quiere llegar a dos millones de jóvenes para que la Formacion Profesional cale entre aquellos adolescentes que están en edad de decisión y la vean como una buena opción a la que optar con una gran salida profesional. Pero además desde Fenie recuerdan que en este sector hay cabida para perfiles muy diferentes, también con empleos que exigen una gran cualificación.
Sin experiencia
La empresa Solari Power lleva mucho tiempo trabajando en las instalaciones de autoconsumo fotovoltaico. Con la crisis y el impuesto al sol se marcharon al extranjero, en Japón, y regresaron en el 2018. Sergio Moreno, su director comercial, resalta la calidad del producto hoy en día, «ya es un producto maduro, muy probado, que ha reducido mucho el precio y es asequible, se ha convertido en un commodity, casi como un electrodoméstico». En su empresa saben muy bien lo difícil que es encontrar mano de obra cualificada para hacer frente a este aumento de demanda. «No hay gente para trabajar. Cuando te pones a buscar viene gente joven sin experiencia y es un sector duro. Se trabaja en invierno con frío y en verano con calor. Y tienes que subirte a una cubierta. No todos están preparados para ello», explica Moreno. Hablamos de un sector donde la seguridad de sus trabajadores es muy importante y cumplir con la ley encarece mucho los proyectos. Precisamente en Solari Power están buscando ahora personal y no encuentran gente comprometida. «Hay mucha falta de profesionales y son más proclives a trabajar los inmigrantes», reconoce.
En una instalación fotovoltaica hay dos vertientes. Por un lado el montaje eléctrico que es la conexión a cuadros y al cableado y por otro, el montaje mecánico, de los módulos. «Normalmente un profesional conoce ambas partes, sabe hacer las conexiones. Son los más buscados y las más demandados», afirma el director comercial de la compañía.
Ellos cuentan con convenios con escuelas de Formación Profesional pero la gente que les llega con esta formación raramente se ha subido a una cubierta y «acaban por servir más para parte de oficina». Cuando la compañía ha llegado a tener a más de 100 trabajadores en sus proyectos han visto además que la supuesta experiencia de sus candidatos no existía. Para una instalación residencial necesitan equipos de 2- 3 personas, normalmente un jefe de cuadrilla con dos oficiales, mientras que para la instalación industrial ya depende del tamaño y de l a potencia.
A esta falta de personal hay que sumarle las características propias de este sector donde puedes necesitar 120 personas para instalar dos parques solares pero una vez acabado el proyecto, no puedes continuar a pagarles porque no hay obras del mismo volumen. «La administración se olvida de los problemas que tenemos. Si las instalaciones se reducen, no podemos mantener a tanta gente y qué hago con ellos. Esto es muy complicado y el legislador lo debe tener muy en cuenta. Los contratos por obra deberían estar vigentes en algunos sectores», explica Sergio Moreno.
En estos momentos cuentan con tres cuadrillas de 9 personas trabajando en la parte de la instalación, pero el equipo llega a los 20 contando con la parte de administración y gestión. Entre los perfiles que tienen en la empresa están los de la parte de ingeniería que se ocupa del diseño de planta y de la supervisión. «En obra se tiene a un jefe de instalación que pueden ser ingenieros civiles o aparejadores, que tampoco los encuentras…», se lamenta. En Japón, donde estuvo la empresa varios años, también existía el mismo problema, pero asegura que «la gente está preparada y es más seria, asumen su compromiso». Además, hay menos trabas administrativas.
Perfiles femeninos
La compañía tecnológica de transición energética Holaluz se propuso formar a mujeres para cubrir las necesidades de los equipos de instalación de placas solares en el marco de la Holaluz Academy. «Una solución para dotar a Holaluz y el sector en general de profesionales cualificados y competitivos para hacer frente a la alta demanda actual de profesionales en el sector fotovoltaico», explica la firma. Tras pasar por este curso, son varias las mujeres que se han subido al tejado, como es el caso de Fátima zahraa El Meknassi, de 37 años, que trabajaba antes en el sector de la limpieza doméstica. Tras superar la formación es instaladora del equipo Holaluz. Su objetivo pasa ahora por seguir formándose para ser team lead. «Lo que podría parecer un trabajo para hombres, ha sido para mí una oportunidad para dar un paso adelante. Es un trabajo gratificante en el que las mujeres podemos jugar un papel decisivo», comenta Fátima.
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Miriala Guerra Pérez, de 49 años, es profesora de danza y bailarina, y ha trabajado en departamentos de ventas. Ahora forma también parte del equipo de instaladores de esta compañía. «Me apetecía poder trabajar al aire libre y disfrutar de las alturas, además de contribuir a un futuro más sostenibles», resalta Miriala. Asegura que se siente feliz en el tejado, al aire libre, disfrutando de bellos paisajes y «día a día al terminar mi trabajo, me llevo la satisfacción de ver lo que hice, como queda toda la instalación y dejamos lista otra vivienda para que disfrute de la energía verde contribuyendo así a tener un mejor planeta».
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