Cuando los paneles fotovoltaicos generan energía… y miel 'solar'

El pasado año, Iberdrola recogió los 60 primeros kilos de miel que ellos bautizaron como «solar ecológica». Un dulce que no nace del sol como parece indicar la etiqueta, sino que se cultiva a la sombra de instalaciones fotovoltaicas. «Es un ejemplo de la buena integración que puede haber entre energías limpias y biodiversidad. El espacio de la fotovoltaica puede tener otros usos que además benefician a todo el entorno con una polinización que enriquece el ecosistema», señala Nicolás Antón, responsable de Iberdrola Renovables en Extremadura. «El apiario solar es mucho más que colmenas en una planta fotovoltaica», añade Francisco Haro, responsable de operaciones oeste de Endesa. «Nos están ayudando a proteger las abejas», responde José Ignacio López, apicultor de Loramiel, «porque cada vez hay menos».

Una pérdida que puede ser irreparable para los ecosistemas, ya que tanto las plantas silvestres y muchos cultivos dependen de la polinización para reproducirse y el número de estos animales «está en números rojos casi como mi cuenta bancaria», detalla López. Casi la práctica totalidad de las plantas con flores se reproducen gracias a la polinización realizada por las abejas y otros polinizadores, además el 75% de los cultivos alimentarios y el 35% de las tierras agrícolas mundiales necesitan en cierta medida de la polinización. «El cambio climático las está afectando mucho, porque la floración dura muy poco», añade el apicultor.

Ahora las colmenas tradicionales conviven con placas solares. «No hay que competir con ellos, lo mejor es aliarse y gestionar el terreno o fincas donde estamos», apunta Haro. Las plantas fotovoltaicas se convierten en espacios muy útiles para generar miel pura, al mismo tiempo que ofrecen a los apicultores espacios seguros, libres de robos y plaguicidas. «Esto permite a las abejas trabajar tranquilas y sin ruidos y a los apicultores poder dejar sus colmenas en ellos sin miedo a los robos, que es uno de los principales problemas a los que se enfrenta el sector», cuenta Beatriz Román, directora de Tesela Natura, que trabaja de la mano de Iberdrola en un proyecto agrivoltaico en Extremadura.

La fusión de la agricultura y la tecnología renovable es uno de los impulsos que están dando las grandes eléctricas al sector para acelerar el despliegue de paneles solares o aerogeneradores por las tierras de la Península Ibérica. «Hay que convivir», explica Haro. El concepto agrivoltaico nació en 1982 y «ahora estamos viendo qué cultivos y técnicas son compatibles», añade.

Primero llegó el pastoreo que realizaban el desbroce alrededor de las placas y desde 2020, las abejas. Endesa 'instaló' 25 colmenas en las plantas fotovoltaicas de la compañía en Carmona (Sevilla) 'Los Naranjos' y 'Las Corchas'. «Hemos invertido cerca de 60 millones de euros en 250.000 paneles fotovoltaicos», explica la energética. A unos cientos de kilómetros, Iberdrola colocó 35, 105 y 165 colmenas, respectivamente, y que congregan unas 15 millones de abejas. «No solo es plantar placas solares», advierte Haro.

El proyecto andaluz de Endesa también contempla la plantación de plantas aromáticas en las inmediaciones, «más allá de la vegetación natural», revela Endesa. «Es como si te ponen un restaurante de calidad en la puerta de tu casa», destaca el apicultor Juan Ignacio López. «La finalidad no es solo contar con un espacio vegetal que ayude a la conservación de avifauna local, sino también ofrecer a las abejas del apiario solar de Carmona más sustento para realizar su trabajo», explica la energética.

Además, el apiario de López se ha convertido en un nuevo ecosistema digital, ya que de las 25 colmenas instaladas, varias de ellas son 'inteligentes' con sensorización de peso, temperatura, humedad y ubicación GPS convivirán con las colmenas tradicionales.

Para ello se han instalado ya sistemas de monitorización 3Bee para conocer el número de ejemplares en el apiario solar, se están registrando biofonías en las zonas anexas, se llevará a cabo un estudio de la carga floral en la zona, y un mapa de interacción ecológica. «Recibo los datos dos veces al día en una aplicación en el móvil», detalla López. «Así vigilo cómo están las abejas y cuándo hay que recolectar la miel con el peso de las colmenas», añade. De momento, ya han conseguido cerca de media tonelada de miel 'solar' como la han bautizado.

Dulce que ha servido para hacer un pan de miel 'solar' en la Panadería García Martín, que ostenta la estrella Michelín del Buen Pan a nivel nacional «en homenaje a esta iniciativa pionera, que cuenta también con la colaboración de la asociación de discapacitados de Carmona, que ya participó en la preparación de la tornillería durante la construcción de esta planta, y ahora ha diseñado el etiquetado que irá en los envases de este producto», explica Endesa.