Correos da por hecho que perderá este año 154 millones, un 433% más de lo que había previsto
Se dispara el agujero en la empresa pública dirigida por el ex jefe de gabinete de Pedro Sánchez
Enfangada en los números rojos, la compañía ya cuenta con que en 2023 perderá al menos otros 100 millones
La tormenta perfecta que lleva a Correos a la ruina
El declive empresarial de Correos sigue sin freno. La mayor compañía del holding estatal SEPI en términos de empleo prevé cerrar el presente ejercicio con unas pérdidas netas de 154 millones de euros. Un agujero disparatado si se tiene en cuenta que el ... equipo directivo de Correos que preside Juan Manuel Serrano había presupuestado unas pérdidas de 28,95 millones. Esa era la cifra objetivo de Serrano cuando arrancó este 2022, pero faltan dos meses para que acabe y ya da por hecho que las pérdidas serán un 433% mayores que las que presupuestaron.
El alto ejecutivo Serrano, ex jefe de gabinete de Pedro Sánchez en el PSOE, no anda fino en previsiones de negocio. Llueve sobre mojado: en 2021 presupuestó que Correos iba a facturar 1.872 millones de euros y acabaron siendo casi 200 menos; auguró que el resultado neto del ejercicio iba a ser de -28,7 millones y los números rojos se fueron finalmente hasta los -96,38 millones. Y esto después de haber vaticinado para ese mismo año, 2021, unos resultados de explotación de -68,27 millones, agujero que acabó siendo casi el triple, de -163,77 millones.
Esos errores de bulto en el cálculo y esa persistencia en el incumplimiento de los planes de negocio han hundido las cuentas de Correos. De hecho, vista la experiencia reciente de los presupuestos, previsiones y cuentas firmadas por Juan Manuel Serrano, es muy probable que las pérdidas de este año superen, incluso ampliamente, esos 154 millones de euros que calcula a estas alturas del año. La cúpula de Correos hizo esa estimación el pasado verano, cuando se estaban elaborando los Presupuestos del Estado para 2023. El año pasado hizo lo propio: en verano, para rellenar la misma casilla del proyecto de presupuestos de este 2022 hizo una estimación de resultados para el ejercicio que estaba en curso, el de 2021: a esas alturas del año, los altos ejecutivos de Correos auguraron que cerrarían el ejercicio con unas pérdidas de 77,87 millones de euros, pero de nuevo erraron para peor, porque el agujero acabó siendo de 96,38 millones.

Resultados de Correos
Resultado de la explotación
En millones de euros
284,7
Previsión
Presupuestado
60,0
2011
1,32
15
16
18
19
20
23
22
17
21
0
-13,7
-2,21
12
13
14
-54,4
-55,7
-163,7
-146,3
-164,9
-186,0
-228,6
-384,7
Resultado neto del ejercicio
En millones de euros
201,6
Previsión
Presupuestado
48,0
17,7
1,0
12
15
16
17
18
20
21
23
22
0
2011
13
14
-6,3
19
-33,7
-51,5
-60,7
-96,3
-100,6
-142,8
-154,3
-256,6
Fuente: Grupo Correos y Presupuestos Generales del Estado / ABC

Resultados de Correos
Resultado de la explotación
En millones de euros
0
-2,21
2011
1,32
12
60,0
13
284,7
14
-54,4
15
-55,7
16
-186,0
17
18
-164,9
-13,7
19
20
-384,7
21
-163,7
Presupuestado
22
-228,6
-146,3
23
Previsión
Resultado neto del ejercicio
En millones de euros
0
1,0
2011
-6,3
12
48,0
13
201,6
14
-33,7
15
16
-51,5
-60,7
17
18
-142,8
17,7
19
20
-256,6
21
-96,3
Presupuestado
-154,3
22
Previsión
23
-100,6
Fuente: elaboración propia / ABC
Y suma y sigue: aún faltan dos meses para el año nuevo y Juan Manuel Serrano ya anuncia que en 2023 Correos perderá otros 100 millones de euros. Así lo ha reflejado en los presupuestos. Y, como se ha apuntado, la experiencia demuestra que la realidad contable en el Correos de Serrano acostumbra a ser mucho peor que la presupuestada. Así que el horizonte también pinta negro para el próximo ejercicio.
Las ruinosas cuentas de resultados que viene firmando el ex jefe de gabinete de Pedro Sánchez desde que está al frente de Correos no parece poner en peligro su sillón. Fue Pedro Sánchez quien premió a su 'fontanero' del partido con este cargo directivo a dedo, por el que en 2019 ya cobraba 200.000 euros de sueldo bruto anual. No tenía experiencia directiva en empresas, pero eso fue lo de menos. Primó que había sido jefe de gabinete del secretario general del PSOE hasta que este desembarcó en La Moncloa con la moción de censura contra Mariano Rajoy.
De la política a alto ejecutivo
Escasas semanas después de tomar el poder, Sánchez nombró a Serrano presidente de Correos. Fue en julio de 2018. El que había sido su hombre de confianza en la cúpula del partido pasó a convertirse en flamante ejecutivo de una compañía con unos 50.000 trabajadores y una gran estructura empresarial que afrontaba el reto de reorientarse para ser competitiva. Serrano, licenciado en Derecho e ingeniero técnico en Informática, no tenía experiencia en gestión empresarial. Su trayectoria profesional había estado ligada siempre a la política, de una u otra forma. Antes de ser jefe de gabinete del líder del PSOE fue funcionario de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).
Bendecido personalmente por el presidente Sánchez para ocupar el primer sillón de Correos, Juan Manuel Serrano cuenta también con la lógica protección de la cúpula de la SEPI, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales, que también depende del Gobierno. Por eso, hace escasos días, la presidenta de la SEPI, Belén Gualda, hizo piruetas en el Congreso de los Diputados para no decir ni una mínima palabra en contra de la gestión de Correos. Ni que lo pareciera. Gualda, que compareció en la Comisión de Presupuestos de la Cámara Baja, aguantó con resignación los severos reproches que le dedicó el PP por dar cobertura a Serrano como presidente de Correos mientras la compañía cae peligrosamente año tras año.
«Serrano debe ser inmediatamente removido, y usted también es responsable de su balance por negligencia», advirtieron a la presidenta de la SEPI desde los escaños del PP. Le pidieron que explicara cómo es posible que esa deriva en las cuentas de Correos no esté teniendo consecuencia alguna en la cúpula de la compañía. Sin embargo, la presidenta de la SEPI optó por dibujar un panorama halagüeño que no se compadece con la realidad ni con las previsiones que hace la propia dirección de Correos para el próximo año. Pero Gualda hizo un requiebro, mezcló previsiones presupuestarias con resultados consolidados y alumbró un cóctel de optimismo ante el asombro de los diputados que le pedían explicaciones. «Correos está inmersa en una transformación compleja de la compañía que va a conseguir reducir sus pérdidas en un contexto de incertidumbre internacional», dijo la presidenta de la SEPI. Ese optimismo, sin embargo, choca con los datos que firman los ejecutivos de Correos y que soporta la SEPI como dueña que es de la veterana empresa pública postal.
Balance en rojo
Si se comparan previsiones presupuestarias, las que ha anunciado Juan Manuel Serrano para el próximo año son mucho peores que las que hizo para este 2022: unas pérdidas esperadas de 100 millones para 2023, cuando para el presente año las había presupuestado inicialmente en apenas 29 millones de euros. Y si la comparación se hace sobre resultados, tampoco hay hueco para el optimismo: en 2021 las pérdidas netas ascendieron a 96,38 millones y este 2022, con la reciente previsión recogida en el proyecto de presupuestos del Estado, Correos ya cuenta con perder 154 millones de euros.
Desde que el ex jefe de gabinete de Sánchez está al frente de Correos, esta empresa pública acumula unas pérdidas netas de 478 millones. Y, si se cumplen las previsiones que él mismo maneja en estos momentos, entre este año y el próximo acumulará otros 255 millones de números rojos.
Cifra de negocio
Con el comercio electrónico al galope y tirando del sector del transporte y la mensajería, la cifra de negocios de Correos sigue muy por debajo de la que registraba antes de la pandemia. En 2019 facturó 1.967 millones de euros, mientras que el año pasado se quedó en 1.680 millones, casi 300 menos que antes del parón que provocó el Covid. Este 2022, las previsiones que manejan los directivos de Correos es que el año se cerrará con una cifra de negocios de 1.719 millones, lo que significa que no solo seguirá siendo inferior a la de 2019 sino que estará incluso por debajo de la de 2018, que fue de 1.784 millones.
En esto tampoco calcula bien el equipo de Serrano: la facturación real es recurrentemente inferior a la presupuestada. Previeron 1.872 millones para 2021 y se quedaron en 200 menos; presupuestaron 1.888 para este 2022 y ahora no prevén llegar a 1.720 millones.
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