Continental anuncia miles de despidos y el cierre de una de sus plantas

El grupo ha anunciado también el cierre de una de las plantas alemanas, la de Gighorn, alegando sus costes excesivamente altos y la caída de la demanda. Con ello espera un inmediato recorte de gastos de 400 millones de euros partir de 2025. Este recorte se centrará en simplificar y racionalizar la estructura empresarial y administrativa a través de una serie de medidas que abarcan desde las ventas hasta la investigación y el desarrollo pasando por la producción.

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Rosalía Sánchez

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La compañía está examinando además medidas adicionales para aumentar la eficiencia, según el comunicado. La semana pasada, al presentar las cifras del tercer trimestre, la directora financiera Katja García Vila indicó que la división automovilística, deficitaria, debería reestructurarse. «Estamos trabajando en una configuración más eficiente en Automoción. Los gastos de investigación y desarrollo disminuirán en relación con las ventas», adelantó en una entrevista concedida a 'Handelsblatt'.

Estas noticias llegan en un momento en el que Continental está inmersa en un amplio proceso de reestructuración y posibles ventas. En septiembre, su presidente ejecutivo Nikolai Setzer decaró que estaba considerando un cambio en la propiedad de la división ContiTech, que se dedica a la fabricación de tecnologías digitales para automóviles y para otros sectores. El número de áreas de negocio se reducirá de seis a cinco, con la disolución del segmento Smart Mobility y la asignación de sus funciones a otros departamentos.

El pasado verano, la empresa ya anunció la venta de su división de materiales de automoción para acelerar la transformación, como respuesta a las dificultades por las que atraviesa el sector. El elevado precio de la energía, desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, los bloqueos en las cadenas de suministro y la competencia feroz de empresas asiáticas se suman a las constantes demandas sindicales. IG Metall acaba de presentar su lista de exigencias para la primera ronda de negociación colectiva del acero, que incluye la semana laboral de 32 horas con compensación salarial completa y un 8,5 por ciento más de salario, que justifica por la elevada tasa de inflación.

La dirección de Continental justifica además esta, junto con otras de sus últimas decisiones, en la reducción de la demanda, consecuencia a su vez de la debilidad económica alemana. En línea con las anteriores previsiones emitidas por los principales institutos económicos del país y por parte del gobierno de Olaf Scholz, los 'cinco sabios' que asesoran al ejecutivo alemán acaban de pronosticar una contracción del producto interior bruto del 0,4%, que en 2024 se recuperará hasta sólo un 0,7% del PIB. El nivel de inflación se ha reducido, pero este año la estimación prevista es del 6,1% y se espera alcance todavía el 2,6% en 2024. La política monetaria del BCE, con las sucesivas subidas de los tipos de interés, contribuye también a desacelerar la demanda.

Para tratar de ayudar al sector y frenar el proceso de desindustrialización que ya está en marcha, el gobierno alemán acordó la semana pasada rebajar el precio de la electricidad para la industria por un plazo de cinco años. La reducción quedará regulada por ley para 2024 y 2025 en forma de bajada del impuesto de la electricidad de los actuales 15,37 euros por megavatio/hora (Mwh) al mínimo contemplado por la UE de 0,50 euros/MWh o 0,05 céntimos/ Mwh. Para el período 2026-2028, la reducción queda pendiente de si puede o no ser compensada en los presupuestos generales. Sólo en 2024 supondrá un ahorro de 12.000 millones de euros para la industria alemana. La medida estaba precisamente a evitar titulares como la reducción de empleo que acaba de anunciar Continental.