Consumo prohibirá el aumento del precio de las entradas en reventa

Este fenómeno, el de la reventa, afecta a numerosos tipos de espectáculos: deportivos, culturales o cualquier tipo de evento que genere un elevado grado de expectación entre la población. De esta manera, surgen individuos que, incluso en ocasiones sirviéndose de bots, compran entradas de forma masiva para después revenderlas en sitios ajenos a la organización a precios muchos más altos, aprovechándose de los consumidores, que se ven abocados a pagar dichos altos precios para poder acudir al espectáculo.

Tal y como informan fuentes del ministerio, en la actualidad ya se encuentra prohibida la utilización de bots para adquirir entradas en espectáculos culturales para posteriormente revenderlas, en virtud de una Directiva europea. Sin embargo, esta nueva ley, de corte nacional, añade la prohibición de incrementar el precio de la entrada más allá del IPC desde el momento de la compra inicial.

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Antonio Ramírez Cerezo

El departamento dirigido por Pablo Bustinduy explica que la ley que prohíbe la utilización de bots no está funcionando, debido a los grandes incentivos económicos que genera la reventa para las empresas. Consumo, por tanto, modifica el artículo 20 de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, incorporando la nueva reforma.

En cuanto a su cumplimiento, las páginas web en las que se alojase la reventa de entradas con un precio superior al establecido podrían ser declaradas ilícitas, al igual que sucede con la publicidad de pisos turísticos, por lo que el ministerio podría imponer una sanción a los titulares de dicha página, tal y como las que impuso a las aerolíneas Ryanair y Norwegian Airlines por el cobro del equipaje de mano.

La medida española se suma a otras similares que se encuentran en vigor en países de Europa, como por ejemplo Bélgica, que prohíbe la reventa habitual de entradas, la exhibición habitual de entradas con vistas a su reventa y la provisión de medios que se utilizarán para dicha reventa, siempre que no cuenten con autorización del organizador, así como la reventa ocasional de entradas a un precio superior al original, que es lo que empieza a regular ahora España.

En Francia, por otra parte, también se regula este fenómeno, prohibiendo la reventa habitual de entradas para eventos deportivos, culturales o comerciales cuando se carezca de la autorización expresa del organizador o productor del evento. De esta manera, España se suma al esfuerzo de varios países de su entorno para poner freno a la reventa de entradas a precios desorbitados.

Tal y como detalla Consumo, de acuerdo con información de la compañía de investigación de mercados y consultoría Verified Market Research la proyección del valor del mercado de reventa de entradas en Europa para 2030 es de unos 7.769 millones de euros, partiendo de una estimación de 1.817 millones de euros en 2024.

Al tener en cuenta que España representa entre el 10 y el 15% del mercado secundario europeo de entradas, la evolución del valor de este sector pasará de 322 millones en 2024 a 932,3 millones, aproximadamente, en 2030.