La ciencia salta del laboratorio al mercado para iluminar la revolución renovable

Al calor de los fondos europeos, las semillas de conocimiento investigador y académico relacionadas con las energías limpias han comenzado a germinar en innovadoras empresas que dinamizan el sector

España alumbra el camino de la nueva generación de soluciones renovables

La transición renovable ha encontrado un impulso esencial en el trasvase, cada vez más fluido, de la innovación desde los centros de investigación al mercado ABC

De prototipos de laboratorio a soluciones comercializables a gran escala. Del entorno controlado al mercado real. Las 'spin-off' que tienen como objeto la explotación de los resultados de investigación obtenidos por miembros de la comunidad universitaria son un claro ejemplo de transferencia. ... Habituados a utilizar los últimos avances científico-técnicos, estos proyectos tratan de abordar los grandes desafíos globales y, en un contexto de creciente preocupación por el cambio climático, son muchos los que han puesto en su punto de mira a las energías renovables, claves para la tan pretendida descarbonización de la economía.

Hablamos de un sector que avanza a paso firme en España, donde el 58% de la energía ya es de origen renovable, y que, ante la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, será una alternativa cada vez más importante a las fuentes tradicionales como el petróleo, el gas y el carbón. De hecho, la actualización del PNIEC eleva al 81% el objetivo de generación eléctrica mediante fuentes renovables para 2030, frente al 74% que establecía el documento anterior. No es de extrañar, por tanto, que desde las facultades, centros tecnológicos y otros organismos de investigación se esté poniendo el foco en este ámbito, configurándose así como auténticos semilleros de ideas.

Un reciente informe de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (Fecyt) pone cifras al interés que las renovables han despertado en el mundo científico de nuestro país. En el periodo analizado, desde 2017 hasta 2020, se identificaron 1.106 proyectos de I+D+I financiados con programas nacionales de ayudas públicas, que recibieron 374,4 millones. Cabe destacar que en 2020, último ejercicio estudiado, se aprecia un incremento interanual superior al 45%, tanto en número de proyectos como en importe concedido. Por áreas, más de la tercera parte de la financiación fue a parar a proyectos de investigación en biomasa, con 129,7 millones de euros, a los que siguieron los dedicados a la energía eólica y solar, con 59 y 52,2 millones.

El centro con más proyectos concedidos (94) y que encabeza la lista por volumen de financiación (15,4 millones) fue el CSIC. Javier Maira, jefe del área de estrategia comercial e internacionalización, explica que asistimos a un momento en el que conviven muchos proyectos, sobre todo de financiación europea –fondos de recuperación mediante– pero también nacionales, en torno a las tecnologías relacionadas con energías sostenibles y medioambiente. «Están recibiendo más financiación, es una de las áreas prioritarias en las líneas de investigación a nivel europeo y nacional. Eso ha hecho que en los últimos años el número de tecnologías, patentes y conocimiento generados haya aumentado. Nosotros hemos presentado más patentes en esa área, algunas las hemos licenciado a empresas ya existentes y otras, bien porque el investigador tenía inquietudes emprendedoras o bien porque no hemos encontrado una empresa interesada y el investigador confiaba en la tecnología, se han convertido en 'spin-off'», relata.

«Lo diferente de este sector frente a otros es que está dominado por empresas muy grandes. Si la 'spin-off' tiene éxito será absorbida por una empresa más grande o sublicenciará su tecnología para que una empresa más grande la explote», señala como una particularidad de esta industria.

A pesar de que detecta mayor disponibilidad de recursos económicos, influida por los fondos Next Generation, cree que la principal dificultad para saltar al mercado es la captación de inversión: «La investigación pública llega hasta a un estado de desarrollo determinado y, a partir de ahí, necesitamos que alguien invierta en el escalado de la tecnología y en su implementación. En España nos cuesta más encontrar esos inversores que en los países anglosajones o Alemania, pero vamos mejorando». Un extremo compartido por la mayoría de expertos consultados.

Salvador Coll, coordinador de RedOTRI‐Crue, recuerda que la I+D en energía se incorporó al sistema de I+D del país con retraso, aunque percibe que ahora hay bastante investigación, algo a lo que, a su juicio, ha ayudado que ese entorno haya dejado de ser un oligopolio, no tanto en la producción, pero sí en los servicios energéticos: «Al haber más empresas, también hay más transferencia».

La investigación española en energía renovable, indica, se ha incrementado constantemente en la última década y tiene una productividad «envidiable» en comparación a los países de su entorno: «Nuestra novena posición mundial en patentes sobre renovables así lo certifica. En España hemos realizado importantes avances en transferencia, sobre todo en la última década, y estamos en una posición razonable respecto de los países de nuestro entorno». Coll defiende, eso sí, que tenemos potencial como para aspirar a ser líderes en Europa.

Impacto de la guerra

La guerra, que tantos titulares ha acaparado, ha sido un revulsivo para las 'spin-off' universitarias. «El pico de coste energético causado por la invasión de Ucrania y que la energía renovable sea mucho más barata que la tradicional ha contribuido a la mayor transferencia de resultados al mercado», repasa Coll. En un mundo globalizado, en el que la competencia no entiende de fronteras, el portavoz de Crue advierte de que es vital no bajar la guardia.

«La Inflation Reduction Act –señala– ha introducido más de 700.000 millones de dólares en EE.UU. en incentivos para combatir el cambio climático, incluyendo una parte importante en investigación y transferencia en energías renovables, almacenamiento energético y movilidad sostenible. Este nivel de inversión pública y la correspondiente movilización de capital privado hace que en España tengamos que acelerar la transferencia de nuevos conocimientos al mercado para que la industria renovable siga siendo competitiva». En este sentido, remarca la importancia de que las ayudas públicas a las empresas cuenten siempre con apoyos del sistema de I+D y de innovación. «Iniciativas como los proyectos colaborativos, doctorados industriales, etc. sirven tanto para transferir el conocimiento al mercado, como para alinear las actividades de I+D con las necesidades de las empresas. Así se refuerza tanto el sector renovable industrial como todo el ecosistema de innovación nacional», apunta.

La inversión fluye en los momentos iniciales, pero aún cuesta encontrar apoyo en el escalado

Desde APPA Renovables, Javier Lázaro, su director Técnico y de Regulación, constata que hay líneas de investigación en todas las tecnologías. «El campo de las energías marinas, por ejemplo, es muy permeable a la colaboración público-privada y a la inversión en I+D+i, así como algunas áreas de biomasa o de biocarburantes, donde las tecnologías son más conocidas, pero existen continuamente nuevos desarrollos. En cambio, en tecnologías más maduras, como la hidráulica, eólica o fotovoltaica, el I+D+i es más complejo porque se buscan mejoras cuantitativas, arañar unas décimas a la eficiencia de la tecnología y eso sí es más complicado», detalla.

Cada una con sus singularidades, las renovables viven una eclosión que ha alentado el trasvase del conocimiento. «Si no contabilizamos el efecto inflacionista de 2022, la eólica ha reducido sus costes en un 70% y la fotovoltaica en un 90%, lo cual ha mostrado el camino a seguir al resto de renovables. Sabemos que la inversión en las tecnologías y en la investigación lleva a resultados palpables», resalta el experto, para quien «la explosión de las renovables de las dos últimas décadas favorece y favorecerá la relación entre ciencia y mercado», afirma.

Unas sinergias que empiezan en centros tecnológicos como el medio centenar al que representa Fedit, que suman una facturación del orden de 720 millones de euros, el 15% proveniente de la transferencia que hacen al mercado en materia de renovables, porcentaje que, según explican, ha ido subiendo. «Son tecnologías agradecidas y fáciles de llevar al mercado desde el punto de vista conceptual. En lo que respecta a los costes de implantación, con la crisis energética los precios de las opciones tradicionales han subido, lo cual ha favorecido a las renovables. Ahora hay más cercanía entre ciencia y mercado que hace cinco o diez años», asegura Áureo Díaz-Carrasco, director ejecutivo de Fedit. Se trata de dos universos que cada vez más encuentran vasos comunicantes.

Mayor ambición

Nuestro país, dice Díaz-Carrasco, acumula una larga trayectoria en el terreno renovable: «Tenemos organismos de investigación, públicos y privados, que desde hace años apuestan de forma muy potente por las renovables». Sin embargo, en su opinión, hay aspectos en los que España podría aspirar a más. «El Perte de energías renovables no establece la obligatoriedad de fomentar la transferencia desde los organismos de investigación público-privados hacia las empresas, se deja a la libre disposición de los consorcios. Creemos que hubiera sido necesario promover más la transferencia, reservando un porcentaje del presupuesto para que las empresas tuviesen la obligatoriedad de trabajar la transferencia de tecnología», concreta. Para Díaz-Carrasco, los mensajes que se transmiten van en la dirección adecuada, pero «los mecanismos podrían ser un poco más ambiciosos de los que están siendo».

Quienes han convertido el conocimiento generado en las investigaciones en una empresa conocen de primera mano los entresijos del proceso. Un ejemplo es Thermophoton, 'spin-off' de la Universidad Politécnica de Madrid cuya batería termofotovoltaica de calor latente, que almacena el excedente de generación renovable y produce calor y electricidad combinados bajo demanda, ha sido reconocida como mejor invento europeo en los Premios Radar de la Innovación otorgados por la Comisión Europea, dentro de la categoría Kickstarter.

La batería termofotovoltaica de Thermophoton (Politécnica de Madrid) fue galardonada como mejor invento europeo ABC

Alejandro Datas, cofundador de la compañía, echa la vista atrás para repasar los obstáculos que superaron. «En España los trabajadores públicos no podemos tener más de un 10% de propiedad de una empresa. Cuando quieres crear una firma de base tecnológica, con riesgo, o tienes la financiación y puedes salir de la universidad, que no era nuestro caso, o tienes que buscar socios que absorban mayor capital y hay pocos perfiles de negocio cercanos al mundo universitario», lamenta. Otro escollo es la transferencia de una tecnología que «típicamente es propietaria de la universidad y requiere negociaciones sobre las patentes que no son sencillas, plazos que se alargan...».

Aunque afrontan numerosos retos, una vez salen adelante, las 'spin-off' gozan de un valor diferencial. «Solemos partir de tecnologías más elaboradas porque se fundamentan en trabajos experimentales de varios años en grupos de investigación», afirma Datas. La barrera de entrada para este tipo de tecnologías es alta. «Una empresa –subraya– tiene la presión de vender de inmediato y accede a tecnologías más asentadas para llegar a un producto rápido. El problema es que eso lo pueden hacer otros, así que la principal ventaja de una 'spin-off' es que sus soluciones son bastante únicas».

De la Universidad Politécnica de Catalunya nació eRoots Analytics, centrada en el impacto de la electrónica de potencia en las redes eléctricas. «A nivel legal, se fundó en febrero del año pasado, pero llevamos más de una década de investigación en el CITCEA», señala Josep Fanals i Batllori, el consejero delegado. El germen de la strartup está en tres profesores, Oriol Gomis, Eduardo Prieto y Marc Cheah, que «tenían ideas interesantes y, para que no se perdieran por el camino, crearon la empresa». El programa Venture Builder The Collider de la Fundación Mobile World Capital Barcelona conectó a los investigadores con el CEO inicial, un perfil orientado a negocio. Para Fanals i Batllori, el salto al mercado supuso un reto. «Teníamos un algoritmo conceptualizado que parecía que funcionaba bien y queríamos llevarlo al mercado, pero nos dimos cuenta de que debía perfeccionarse. Cuando lo hicimos, vimos que hay una parte comercial importante y que si no existe interés real del mundo en tu solución, no la vendes. Ha sido un aprendizaje para todos», sintetiza. De Cataluña a Aragón, los ejemplos de 'spin-off' se suceden.

eRoots Analytics (Politécnica de Catalunya) se enfoca en el impacto de la electrónica de potencia en las redes eléctricas ABC

La Universidad de Zaragoza (Unizar) es el segundo centro por número de proyectos de renovables concedidos y, entre sus fórmulas para lograr ese hito, se incluyen programas de emprendimiento, casi un centenar de cátedras institucionales y de empresa, la incubadora CEMINEM SpinUP… Es un camino que la institución inició en los 2000 y que intensificó a partir de 2016, cuando reunió la financiación europea para edificar la incubadora. Gloria Cuenca Bescós, la vicerrectora de Transferencia e Innovación Tecnológica, detalla que desde el año 2011 se han formado en los programas de Unizar 62 empresas que generan unos 200 puestos de trabajo. «Últimamente tenemos también programas con los que intentamos poner en contacto a estudiantes de los sectores financieros con los de los sectores tecnológicos porque el economista sabe cómo llegar al mercado y el ingeniero domina cómo desarrollar la tecnología», menciona como una de las iniciativas recientes que han impulsado.

La vicerrectora se muestra orgullosa de lo que han conseguido, si bien echa en falta mayores recursos. Se refiere a un cambio de mentalidad en los inversores, para que apoyen no solo a empresas ya creadas, sino también a proyectos en ciernes, aspecto al que añade la necesidad de ampliar el personal especialista en emprendimiento en la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI). «Cuando un proyecto nos permite contratar a personas, lo hacemos, pero una vez acaba, se tienen que ir. El programa de emprendimiento que tenemos desde 2016 debería tener más continuidad y podría conseguirse si tuviéramos más recursos», zanja.

Entre esas firmas que han salido de Unizar se encuentra Epic Power, dedicada a la electrónica de potencia. «Hacemos cajas azules que convierten energía en continua en otro tipo de energía en continua», explican de forma didáctica. Se constituyó en 2012, a raíz de un proyecto que un grupo de investigadores hacía para una empresa. «Es una 'spin-off' que surge a partir de una situación previa de transferencia como es una colaboración entre empresa y universidad», cuenta Pilar Molina, cofundadora de Epic Power, que hoy opera en 36 países y emplea a una treintena de personas.

Las 'cajas azules' comercializadas en 36 paísess Epic Power es una 'spin-off' de la Universidad de Zaragoza constituida en 2012 y dedicada a la electrónica de potencia ABC

En base a su experiencia, siente que para el sistema universitario, la transferencia ha sido históricamente «el patito feo» porque se ha priorizado la publicación de artículos. Y, al igual que sus colegas, reconoce las dificultades del proceso. «Durante un tiempo, y pese a haber surgido de una idea de mercado, esta no era del todo viable y tuvimos que salvar un valle de la muerte», confiesa. Para las futuras generaciones de investigadores emprendedores, sugiere medidas como la puesta en marcha de programas para que realicen estancias de innovación en empresas, pues «fomentaría un contacto más real entre la realidad empresarial y la investigación». La revolución de las renovables toma altura y encuentra en las facultades un hervidero de ideas innovadoras que, cada vez más, llegan al mercado.

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Anual
Un año por 15€
110€ 15€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
5 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 5 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios