Botín demuestra a López Obrador su apuesta por México con su segunda visita en menos de seis meses

El político tabasqueño es de origen cántabro; su abuelo José Obrador emigró a México con 14 años y documentación falsa desde Ampuero, una localidad situada en la comarca del Asón-Agüera. Asimismo, alabó al presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, con el que guarda una estrecha amistad y al que definió como «incorruptible e inteligente». Revilla fue el primer invitado en llegar a México para asistir a finales del 2018 a la investidura de AMLO, recibido en el aeropuerto por el presidente mexicano, y el último en irse invitado al 'ranchito de Palenque' por el dirigente. La relación de amistad no ha variado pese a que el cántabro expresó su parecer resaltando la manera de vivir antes de la conquista «ya que no era muy edificante, se practicaba canibalismo», expresó.

Como anécdota, Ana Botín le regaló a López Obrador una camiseta del Real Racing de Santander. Un club de fútbol con 110 años de historia y cuyo estadio es el mítico Sardinero, cuya titularidad depende directamente del ayuntamiento.

En el encuentro con AMLO también estuvo presente Gina Díez, presidenta del consejo de administración de Santander México, y Felipe García, director del grupo en el país. En palabras de Botín, la nación hermana forma parte fundamental de la estrategia del banco, quizá ejemplificada en Héctor Grisi, mexicano que encabeza ahora un equipo de casi 200.000 personas alrededor del mundo ya que ostenta el cargo de consejero delegado del Banco Santander, que es el segundo grupo bancario más grande de México por activos, ejecutando un plan de inversión superior a los 1.000 millones de dólares.

La cita del presidente con una de las ejecutivas más importantes del mundo se produce dos semanas después de que López Obrador comprara 13 plantas de energía eléctrica de Iberdrola México que calificó de «nueva nacionalización». Hace justo un año, el Banco Santander anunció su participación en la venta de Banamex, pero meses después se retiró de la puja de la filial de Citigroup en México. AMLO expresó su deseo de «regresar Banamex a los mexicanos», y aunque prometió no interferir en la venta, dio a conocer su deseo porque el comprador fuera oriundo de suelo mesoamericano.