Los bodegueros españoles afrontan el «desastre» de los aranceles y buscan nuevos mercados
El sector del vino ya valora invertir en otras regiones como Brasil o México si tienen que salir de EE.UU.
Los empresarios esperan que los políticos europeos sean capaces de negociar con Trump
El sector del vino español contiene la respiración. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha amenazado con poner aranceles del 200% a la importación de bebidas alcohólicas procedentes de otros países. Se trata de un órdago en forma de respuesta a las ... medidas —también arancelarias— que se han tomado desde la Unión Europea para determinados productos americanos. Además, es un castigo mayor que el 20% que se especuló en un primer momento.
En este contexto, la preocupación se ha empezado a convertir en realidad. Cuando Trump anunció por primera vez que pretendía imponer un arancel a las importaciones agroalimentarias, y ante la falta de detalles, los exportadores españoles de vino —los más afectados junto al aceite— preveían dos escenarios posibles, según explicó a ABC el director general de la Federación Española del Vino, José Luis Benítez. El peor, que esas tarifas recayeran solo sobre algunos países y uno de ellos fuera España; y el menos malo, que se aplicaran por igual a todo el mundo, caso en el que la distorsión de mercado sería compartida por todos y el más perjudicado sería el propio consumidor estadounidense.
El anuncio ha sorprendido a las empresas del sector, pero afortunadamente para ellos llevan tiempo preparándose para un golpe. Las exportaciones de vino en diciembre de 2024 cerraron con un crecimiento del 8,6% interanual en términos de valor y del 0,7% en volumen, cifra que contrasta con la media de todo el ejercicio, que se anotó un aumento del 1,4% en valor y una caída del 5% en volumen.
Esta anticipación de las ventas a EE.UU. va a seguir dándose al menos hasta el 2 de abril, la fecha que ha anunciado Trump para la imposición de esos aranceles, y dará cierto margen a las bodegas a la espera de que suceda lo que el sector espera y el anuncio sea solo una amenaza de cara a la negociación. Ese es el deseo que expresa Carlos Villar, el CEO de la bodega Protos, porque de lo contrario asegura que su empresa —como todas las de Europa— quedará excluida de Estados Unidos, país en el que se juegan mucho.
Para las bodegas de Ribera del Duero ese país es el tercer destino en importancia, y para Protos es el segundo después de México. Exactamente, en 2024 esa bodega envió caldos a los EE.UU. por valor de un millón de euros. En su caso, pueden adelantar como máximo los envíos de un cuatrimestre (el margen que les da su aseguradora).
Por su parte, el director Comercial de Bodegas Marqués del Atrio, Jorge Rivero, tiene la esperanza de que consigan ponerse de acuerdo a nivel político, y la amenaza de los aranceles del 200% al vino y licores no se aplique. En caso de que finalmente se produzca la situación sería «un desastre». El experto en el sector del vino no tiene ninguna duda de que si la amenaza se convierte en realidad habría que salir del mercado de EE.UU.
No obstante, al margen de los propios aranceles, el directivo de Marqués del Atrio estima que la incertidumbre en estos momentos es otro problema. Hace unos meses se especulaba con que estos aranceles fuesen del 20%, algo que ya, en sí mismo, era un problema. No obstante, ante esa cifra, y si se aplica a todos los países por igual, España podría mantener su posición frente a otros mercados gracias a la calidad de sus vinos. En esa igualación de precios, las bodegas españolas tendrían opciones de mantener su posición.
Pese a todo, hay que atender a las amenazas de Trump, y muchas de las bodegas españolas ya valoran la entrada en otros mercados en caso de que finalmente se aplique. Marqués del Atrio, por ejemplo, estima que Brasil sería una región que sería atractiva para invertir.
Por su parte, el secretario general del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Rías Baixas, Ramón Huidobro, explica que en el sector hay «preocupación e incertidumbre por saber qué es lo que va a pasar con el mercado de EE.UU., que además es el principal destino de las exportaciones de los vinos Rías Baixas».
Sin embargo, Huidobro confía en que «todo quede en una amenaza más por parte del presidente Trump, como ha ocurrido en otras ocasiones». Asimismo, solicita a las autoridades europeas y norteamericanas que se sienten a negociar para acabar con esta escalada de amenazas y que el vino no sea utilizado en ningún momento como moneda de cambio.
Esa necesidad de negociación es básica. El socio consultor en ERA Group España, Fernando Vázquez, estima que si finalmente el arancel es del 200% se puede hacer muy poco al respecto. De hecho, explica que esta situación sería un veto 'de facto' al vino español —y de los demás países—. Si se queda en el 20-25% sí queda margen para trabajar con acuerdos entre importadores y exportadores, según Vázquez.
El consultor espera que, en todo caso, se trate de un arancel temporal hasta que baje la tensión política. De lo contrario, asegura que los bodegueros españoles deberán abrirse a otros mercados y mejorar su competitividad.
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