El BCE llama a las empresas a reducir márgenes y confirma la subida de tipos en julio
Lagarde regaña a los gobiernos que mantienen los alivios a los precios de la energía
La subida de tipos lleva a las familias a pagar las cuotas de la hipoteca con tarjeta de crédito
Corresponsal en Berlín
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Iniciar sesiónNo hay margen para bajar la guardia, el BCE llevará a cabo la subida de tipos de interés programada para el 27 de julio, a pesar de la recesión técnica que ya ha tocado Alemania, y mantiene abierta la posibilidad de más subidas a partir ... de septiembre. Y aún así se siente impotente para terminar con la inflación sin el apoyo de los gobiernos y las empresas. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha dado hoy un nuevo tirón de orejas a los gobiernos que mantienen todavía las medidas fiscales destinadas a aliviar la carga de los altos precios de la energía, que en su opinión deben revertirse cuanto antes porque el gasto público excesivo podría ir en contra de los objetivos de inflación del BCE. Y ha advertido a las empresas que no deben aumentar demasiado los salarios y, sobre todo, que deben recortar sus márgenes de beneficio, entrando en terrenos en principio vedados a su competencia, que es la política monetaria.
Así lo ha dado a entender también el vicepresidente del emisor europeo, Luis de Guindos, que ha destacado que, aunque las presiones inflacionarias subyacentes finalmente están disminuyendo en toda la zona euro, el crecimiento de los precios de los servicios corre el riesgo de permanecer rígido y mantener el crecimiento de la inflación lejos del objetivo del 2%. «Si bien las presiones de precios subyacentes siguen siendo fuertes, la mayoría de los indicadores han comenzado a mostrar algunos signos de debilitamiento», ha reconocido en una conferencia en el King's College de Londres, «aunque sigue siendo amplio según los estándares históricos, el rango de medidas de la inflación subyacente recientemente comenzó a reducirse«.
Aún así, de Guindos ha agregado que la inflación sigue siendo demasiado alta, por lo que el trabajo del BCE todavía no ha terminado su trabajo. «Podemos ver que en el caso de los servicios son mucho más persistentes», ha insistido sobre los indicadores subyacentes, «la rigidez de la inflación de los servicios es mucho mayor«. De Guindos se refería a que los precios de los servicios son especialmente sensibles a la evolución de los salarios y los costes laborales, que están creciendo con bastante rapidez, por lo que el BCE deberá observar atentamente si la moderación prevista en el crecimiento de los salarios se materializa como espera su personal técnico.
Otro tema que ocupa al Consejo de Gobierno del BCE son los márgenes de beneficio. Sus estudios estiman que las empresas han aumentado los precios más allá de los costes de producción y el BCE espera que reduzcan ahora sus márgenes y absorban parte del impacto de los salarios más altos. En esta línea se ha pronunciado también Christine Lagarde, en una entrevista publicada por el periódico francés 'La Provence', en la que ha declarado que está esperando a ver si las empresas aceptan esa reducción de sus ganancias «o si vamos a ver un aumento doble: en los márgenes y en los salarios».
«Un aumento simultáneo en ambos alimentaria los riesgos de inflación yen ese caso no nos quedaríamos de brazos cruzados frente a tales riesgos», ha advertido acerca de ese escenario. El caso es que no son pocos los analistas externos que ponen en duda que esa contracción de los márgenes empresariales deba ser un criterio en las decisiones de política monetaria del BCE, tratándose además de una variable tan impredecible. Pero para Lagarde parece tener sentido.
La directiva del BCE se inclina, como se comprueba en las palabras de Lagarde y de su número dos, por la línea que está adelantando en diversas declaraciones el presidente del Bundesbank alemán, Joachim Nagel, y en contra de lo que opina el jefe del Banco de Italia, Ignazio Visco, que a principios de esta semana llamaba a actuar con cautela y aseguraba que no entendía los argumentos para «ser un poco más, en lugar de un poco menos, restrictivo». Visco pedía una «actitud simétrica» para la que no parece haber mayoría en el seno del Consejo de Gobierno. Si bien en la periferia sur del bloque se aboga cada vez más por una pausa en las alzas de tasas, los halcones, que todavía son una cómoda mayoría, aún no se echan atrás, argumentando que se necesita mucha más evidencia de que las presiones subyacentes sobre los precios están disminuyendo.
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En este sentido, de Guindos ha hecho una pequeña concesión, al deslizar que las pasadas subidas de tipos del BCE seguirán afectando sobre la inflación en los próximos años, ya que lleva tiempo que la política se transmita a la economía real, por lo que cabe la posibilidad de esperar a que esos efectos se produzcan sin elevar los tipos constantemente. «Debido al ajuste, la inflación en 2022 fue solo medio punto porcentual más baja de lo que habría sido de otro modo, mientras que se espera que el impacto a la baja promedie dos puntos porcentuales durante el período 2023-25», ha señalado.
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