El BCE detecta un crecimiento de la eurozona más débil del previsto

Las actas de la última reunión dejan de nuevo abierta la decisión de seguir subiendo los tipos

Un año de subidas de tipos de interés: cómo el BCE ha cambiado tu vida

La presidenta del BCE, Christine Lagarde efe

Rosalía Sánchez

Corresponsal en Berlín

En la última reunión del Consejo del Gobierno del BCE, sus miembros deliberaron largamente sobre los efectos que la política monetaria restrictiva está teniendo ya en el estancamiento de las economías del euro, antes de anunciar la última de sus subidas de ... tipos de interés. Las actas de la reunión dejan constancia de que varios miembros expresaron preocupación por «un crecimiento del PIB más débil de lo previsto«.

Se recordó que el Consejo de Gobierno debía tener en cuenta los «objetivos secundarios» que se le asignan en el Tratado de la Unión Europea y contener efectos secundarios innecesarios sobre la producción y el empleo al cumplir su mandato de estabilidad de precios a medio plazo y se señaló que «con la actual desaceleración de la actividad económica, la transmisión en curso de las medidas de política monetaria adoptadas podría dar lugar a una desaceleración de la actividad económica más pronunciada de lo necesario«.

También se planteó la preocupación por la posibilidad de que la economía esté entrando en un escenario de estanflación y se observó que el endurecimiento de la política monetaria parecía estar afectando fuertemente a sectores que dependían en gran medida de la financiación, como la vivienda, la construcción, la industria automotriz y los bienes de capital.

Tras estas consideraciones, «los miembros convinieron en que estaba justificado endurecer la orientación de la política monetaria mediante un mayor aumento de los tipos de interés» y se adelantó que «para cuando se celebre la reunión de septiembre, el Consejo de Administración dispondrá de una nueva serie de proyecciones: las publicaciones de inflación para julio y agosto estarían disponibles, así como más evidencia de la velocidad y la fuerza de la transmisión monetaria«, por lo que se dejó completamente abierta la próxima decisión sobre seguir subiendo los tipos o hacer una pausa.

«En conjunto, las proyecciones de septiembre, la evolución de la inflación subyacente y la información entrante sobre la transmisión monetaria ayudarán al Consejo de Gobierno a actualizar su evaluación de la orientación adecuada de la política monetaria», dice el documento, según el cual el economista jefe del BCE, Philip Lane, propuso solamente comunicar que las decisiones futuras garantizarían que los tipos de interés oficiales del BCE «se fijen en niveles suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario» para lograr un retorno oportuno de la inflación al objetivo a medio plazo del 2% del Consejo de Gobierno.

No cabe duda de que los últimos datos del PIB alemán, que sale de la recesión técnica para entrar en una fase de crecimiento cero, estaban en mente de los miembros del Consejo. Pero la debilidad del PIB preocupa igualmente al norte y al sur de Europa. Uno de los miembros del consejo de Gobierno que más abiertamente expresa a la opinión pública su preocupación por los efectos de la política monetaria en el PIB es el gobernador del Banco de Portugal, Mário Centeno, que advierte que «el BCE debe ser muy cauto a la hora de soportar aún más su política monetaria, en un momento en que el crecimiento económico de la zona euro ha sido en los últimos meses más débil de lo esperado».

«Tenemos que ser muy cautos con nuestras decisiones, porque ya se ha hecho mucho», acaba de decir Centeno en el Foro de Mercados Globales de Reuters, «sin embargo, esto significa que incluso después de hacer una pausa, las condiciones de resistencia financiera seguirán vigentes«. Aunque Centeno no quiso pronunciarse sobre su postura para la reunión de septiembre, afirmó que, aunque el BCE hiciera una pausa, sería un error decir que la serie de subidas ha terminado. «Sólo habremos terminado cuando la inflación siga una trayectoria que nos lleve a la marca del 2%. Así que tenemos que tener muy claro que se trata de un proceso continuo», afirmó.

Sin embargo, Centeno resta importancia una de las principales preocupaciones de sus colegas: que un mercado laboral excepcionalmente tenso puedan aumentar las presiones sobre los precios e impedir que la inflación descienda hasta el 2%. «El mercado laboral en Europa funciona ahora de forma más moderna. (...) Hay un grado de flexibilidad en el mercado laboral europeo que no se da de la misma manera, esto aliviará las presiones salariales, contrariamente a lo que sucedía en el pasado».

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