El Banco de España fuerza a la Sareb a proyectar su desaparición en 2027

La empresa, controlada mayoritariamente por el Estado a través del FROB, es un gigante inmobiliario que todavía aglutina decenas de miles de activos en cartera de los que va desprendiéndose poco a poco para generar caja e ir pagando la deuda que tiene. Ahora, la Sareb ha sacado a concurso una licitación pública para diseñar cómo sería su liquidación total de aquí a la fecha marcada en el calendario.

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Según se recoge en la memoria justificativa, «el objeto del contrato es la realización de un trabajo teórico como consecuencia de una recomendación regulatoria para calcular los flujos de caja que podrían obtenerse para la hipótesis de una desinversión completa de cartera de Sareb (excluyendo el FAB Árqura), tanto de los activos financieros como de los activos inmobiliarios». Desde la entidad señalan que se trata de un ejercicio teórico, lo que da a entender que no necesariamente tiene que llevarse a cabo, y que esa «recomendación regulatoria» la realiza el Banco de España.

En el caso del Banco de España, como supervisor, las recomendaciones que realiza en realidad son prácticamente un imperativo, como ocurre en las entidades financieras y señalan fuentes del sector. Y son siempre acatadas por las entidades objeto de supervisión.

La memoria del contrato establece que el adjudicatario deberá realizar «un análisis teórico que trate de aproximarse a la realidad que se produciría ante diferentes escenarios temporales de desinversión. El análisis debe tener en cuenta los plazos y los hipotéticos ingresos atendiendo a la demanda existente en el mercado para cada escenario. En particular se deberán analizar hipótesis de desinversión con plazos reducidos, teniendo en cuenta la limitación temporal de la compañía». En este sentido, quien realice el trabajo habrá de hacerlo pensando en que en 2027, en teoría, la empresa debe desaparecer.

Entre lo que deberá incluir el trabajo, la Sareb detalla varios elementos fundamentales. «Estimación de flujos de caja a obtener por la venta de la cartera completa y cuál sería el procedimiento para alcanzarlos; plazo de realización de dichos flujos de caja, es decir, detalle del flujo de caja generado según su momento previsible de obtención; segmentación definida para la realización de las ventas y motivos que llevan a dicha segmentación; tipología de compradores que maximizarían el importe de la desinversión; alternativas que pudieran posibilitar unos mayores flujos de caja a los indicados; análisis de los posibles riesgos que puedan comprometer la ejecución de los flujos de caja previstos en el/los escenarios planteados», recoge la licitación.

Para realizar todos estos cálculos, el 'banco malo' proporcionará al adjudicatario toda la información necesaria a su disposición sobre la cartera de la empresa, para poder valorar cuánto dinero se obtendría en caso de una venta total.

La compañía, asimismo, detalla que a cierre de 2023 el valor contable de sus activos financieros (créditos al promotor) rondaba los 8.800 millones de euros y el de los activos inmobiliarios los 13.400 millones. Un indicador de referencia para quien vaya a proyectar cómo sería la venta de toda la cartera de cara a la desaparición de la empresa, aunque esto no quiere decir que esas sean las cantidades que se pueden obtener por cada tipo de activos ya que su valor real oscila en el tiempo.

Asimismo, fuentes de la Sareb indican que este ejercicio de proyección ya se ha realizado anteriormente. Sin embargo, en este caso gana en importancia dada la cercanía del momento en que deberán deshacerse de los activos y poner fin a la entidad.

El objetivo último de todo esto es llegar a conocer qué parte de la deuda emitida en la creación de la Sareb podrá devolverse y cuánto habrá de ser asumido por el Estado ya definitivamente. Hasta el ejercicio 2023, último con datos públicos, han devuelto 21.368 millones de euros de la deuda, un 42,1% de los 50.781 millones iniciales.

Quedan aún 29.413 millones de euros de deuda que hay que devolver y la realidad es que los números no terminan de salir ya que, por ejemplo, el año pasado la cantidad que se pagó fue de 1.067 millones. La propia Sareb reconoció hace escasos meses que todo apunta a que no serán capaces de hacerse cargo de toda la deuda, con lo que las pérdidas se cargarán directamente a las cuentas públicas. Como indicador de ello está que el patrimonio neto de la empresa es de -14.646 millones de euros.

Con todo, siempre cabe la posibilidad de que el Gobierno acabe por decretar una extensión de la vida útil de la Sareb; más aún ahora que el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha cargado a la empresa con funciones de sostenibilidad y de vivienda social. Asimismo, podría darse la situación de que la Sareb se liquide pero que sus activos sigan en manos del Estado, y en este caso pasarían al Tesoro.