Muchas de estas ayudas están destinadas a personas con bajos ingresos, por lo que muchos beneficiarios no estarían obligados a hacer la declaración al no superar el límite de 22.000 euros establecido por Hacienda. Sin embargo, al recibir la ayuda tienen que presentarla.
La ayuda de 200€
Esta nueva ayuda, que consiste en un pago único de 200 euros, para las personas físicas de bajo nivel de ingresos y patrimonio hay que incluirla en la declaración de la Renta.
Tal como explica la Agencia Tributaria en su página web, «tributa en la declaración del IRPF del ejercicio en el que se cobre como una ganancia patrimonial a integrar en la Base Imponible General del impuesto».
Bono joven de alquiler
Esta subvención de 250 euros al mes también tributa como un ingreso patrimonial, por lo que si eres uno de los beneficiarios, es necesario incluirlo en la declaración.
Tal como explicaba tras publicarse el bono joven de alquiler José María Mollinedo, secretario general de los Técnicos de Hacienda (Gestha), si las ayudas o subvenciones superan los 1.000 euros al año, los beneficiarios sí estarían obligados a hacer la declaración.
Bono cultural
La ayuda cultural, que puede ser de hasta 400 euros, «está sometida al IRPF en concepto de ganancia patrimonial y se integrará dentro de la Base Imponible General», indican en la página web de la Agencia Tributaria.
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