La subida de costes obliga a las empresas a revisar sus precios a las puertas de Navidad

Como informó ABC, la intención de las empresas es tratar de incentivar el consumo a costa de su rentabilidad . Pero la inflación ahoga. «Las empresas están absorbiendo una parte de esas subidas y la conclusión es que los meses que viene la inflación va a ser parecida o peor. Estamos condenados a la subida de precios», explicó ayer Ignacio González, presidente de la patronal del gran consumo, Aecoc, durante el congreso que la misma organización realiza estos días en Barcelona.

Un ejemplo de empresa que ha tenido ya que subir el precio de alguno de sus productos es Angulas Aguinaga, que cuenta con marcas como La Gula del Norte, Krissia y Aguinamar, según reconoció ayer el CEO de la compañía, Ignacio Muñoz. «Hemos subido precios a algunas de nuestras marcas porque lo importante es proteger la estructura financiera ». Por su parte, el consejero delegado de Campofrío, Javier Dueñas explicó que todavía no tienen «una decisión determinada» con respecto a un alza de precios, pero que sí la situación continúa durante más meses «tendremos que afrontarlo».

El presidente de Aecoc espera la subida de precios no se produzca durante el Black Friday ni en la campaña de Navidad. «Soy moderadamente optimista si no hay noticias negativas. La alimentación está en un 1,7%, se está conteniendo pero todo dependerá de la capacidad de absorción. La presión es muy fuerte en un momento donde hay familias con estrecheces», afirmó. Recordó que las materias primas han crecido un 22%, mientras que el transporte marítimo un 328%. Una subida importante teniendo en cuenta que el 80% del transporte internacional se hace por mar.

Otro de los problemas a los que se está enfrentando el sector del gran consumo es la posible falta de abastecimiento de algunas materias primas. Los cuellos de botella que se están generando en Asia tensionan la cadena de suministro, aunque hasta el momento las empresas afirman que no hay hasta el momento falta de productos en las tiendas.

Otro de los asuntos que preocupan al sector es la presión regulatoria y las subidas de impuestos, con gran énfasis en los plásticos. Para el presidente de Aecoc, la fiscalidad «no debe perjudicar la competitividad» y lamenta que se trate de cambiar hábitos de consumo vía impuestos, como la subida a productos azucarados en Cataluña para combatir la obesidad infantil. Además, sobre el sector sobrevuela el fantasma de un impuesto sobre la comida basura como propone el Ministerio de Consumo. En ese sentido, para el CEO de Campofrío « demonizar alimentos tiene mucho peligro ».

Ignacio González pidió un marco fiscal armonizado que respete «la libertad del consumidor». También se quejó de que la administración hace caso omiso a las reclamaciones de las empresas: «Pedimos que nos escuchen». Y es que, según expresó, «en España, cada año se aprueban unas 12.000 nuevas legislaciones y este hecho, junto con la gran carga administrativa que ello supone, es un claro freno al desarrollo empresarial. De hecho, en un contexto normativo más simple, la creación de nuevas empresas podría crecer hasta un 2,8%».