Las startups educativas se licencian con honores

Se espera un gran crecimiento para la industria tecnología educativa, conocida generalmente bajo el término ‘edtech’, acrónimo de las palabras inglesas ‘education’ y ‘technology’. Según un estudio de la firma de investigación Grand View Research, el mercado mundial de ‘edtech’ tendrá un tamaño en 2028 de 377.850 millones de dólares, un 322,2% más que los casi 89.500 millones que rondaba en 2020 . Se trata de una gigantesca industria que aglutina diferentes ramas relacionadas con la educación, como pueden ser aplicaciones orientadas al consumidor final (B2C), como Lingokids, o que den servicios digitales a otros negocios (B2B), como las escuelas.

«Odilo, Lingokids e Innovamat son tres startups que, para mí, van a ser líderes mundiales», dice Dario Villena , director de inversiones en Kapita VC. Odilo es una plataforma de contenidos educativos para colegios, universidades o empresas, mientras que Innovamat es una aplicación para que niños de entre cinco y diez años aprendan matemáticas. Las tres son startups creadas en España , donde las empresas de ‘edtech’ cuentan con un idioma que representa una gran ventaja para exportar sus productos y servicios a otras latitudes.  

«El idioma ayuda mucho a llevar estos servicios a América Latina, aunque hay que hacer algo de adaptación en los contenidos», dice Sonia Fernández , socia de Kibo Ventures. Se estima que hay unos 440 millones de hispanohablantes en América , con países muy poblados como México (128 millones), Colombia (51 millones) y Argentina (45,8 millones). Mientras tanto, en Estados Unidos hay cerca de 41,7 millones de hispanohablantes.

Las regiones emergentes presentan una de las grandes oportunidades para las empresas de ‘edtech’, según Villena, de Kapita VC. En ese aspecto, América Latina es el mercado de expansión natural para las startups españolas, aunque el experto recomienda tener un ojo puesto en China, un país que en 2020 acumuló el 63% de la inversión mundial en ‘edtech’ . «En China, hay 172 millones de personas estudiando online. Y, de ese total, 142 millones lo hacen a través del móvil», asegura Villena.

A pesar del enorme potencial, los fondos generalistas hasta hace poco apenas se interesaban por el sector de tecnología educativa. «Hace tres o cuatro años, los generalistas se fijaban en otras industrias digitales que generaban más interés como el ‘big data’ o las plataformas de software como servicio (SaaS)», dice Fernández, de Kibo Ventures, un fondo que en 2017 invirtió en sus dos primeras ‘edtech’: Gamelearn y Odilo. «El ‘edtech’ estaba incluso mal visto porque los fondos entendían que no había innovación en el desarrollo de tecnología», dice Villena.

Esa visión comenzó a cambiar antes de la pandemia. Sin embargo, la aceleración del proceso de digitalización provocado por el Covid-19 ha incrementado el interés por la educación online de manera significativa. «Les ha favorecido claramente la pandemia y hay más apetito por parte de inversores no especializados en ‘edtech’. Ahora es un sector que está en el radar de cualquier fondo generalista de capital riesgo », asevera Sonia Fernández, socia de Kibo Ventures.

Este impulso ha sido aprovechado por algunos líderes de la industria para sacar parte de sus acciones a Bolsa y levantar recursos. Así, la plataforma estadounidense de cursos online Coursera consiguió 519 millones de dólares el 31 de marzo en la Bolsa de Nueva York . Mientras tanto, la aplicación de aprendizaje de idiomas Duolingo ha comenzado ya los trámites para lanzar en Estados Unidos su IPO, siglas en inglés de oferta pública de venta.

La tasa de abandono es el principal reto que siempre ha enfrentado la educación a distancia. Según el estudio U-Ranking 2019 producido por la Fundación BBVA, no terminan sus estudios el 27,4% de los estudiantes de grado en universidades públicas españolas en modalidad presencial, un porcentaje que se eleva a 62,1% en el caso de las instituciones de educación superior a distancia .

«El ratio de abandono es un reto, pero con una mejor experiencia de usuario se reduce», dice Villena, de Kapita VC. En su opinión, crear un contenido excelente y que enganche es la mejor receta para que los usuarios no abandonen la formación online . En ese sentido, Lingokids se ha centrado en el autoaprendizaje y en el aprendizaje a través del juego para que los niños disfruten su aplicación.

«Las herramientas digitales ya desempeñan un papel fundamental en la educación, es algo básico que hemos de aceptar», dice Viedma, el CEO de Lingokids, quien considera que todavía existe un reto de adopción de la tecnología, a pesar de que la pandemia ha acelerado el uso de estos innovadores sistemas . Hasta el momento, esta pujante startup española ha levantado unos 52 millones de euros y espera seguir creciendo con financiación pública o privada para crear una compañía sostenible en el largo plazo.

Desde Kibo, Sonia Fernández identifica la diferenciación entre empresas como otro de los retos a abordar. «Ya hay muchas ofreciendo contenidos de ciencias o matemáticas, por lo que se necesita algo muy diferencial para competir », dice. «A largo plazo, vamos hacia un modelo educativo más híbrido», dice Villena, quien considera que será interesante ver cómo los que hasta ahora han sido líderes del sector, como las editoriales de libros de texto, se adaptan a esta mega tendencia.