Salgado rechaza la auditoría exterior para los bancos españoles propuesta por el FMI

Preguntada en la rueda de prensa final de dos días de reuniones del FMI y de los ministros de finanzas del G-20 sobre si descarta que llegue a nombrarse un observador externo, Salgado indicó que la decisión “no sería tarea del Gobierno”. “En este momento el supervisor entiende que la información que existe sobre los bancos españoles es más que suficiente”.

El director para Europa del FMI, el portugués Antonio Borges , afirmó a última hora del viernes que “España debería recurrir a una entidad externa para hacer una volaración independiente de sus activos, c omo ha hecho Irlanda ”. Según Salgado, al propio Borges le ha sorprendido el eco que han tenido sus palabras, porque no es la primera vez que defiende esa idea. “Para él era una afirmación bastante marginal, porque la había puesto en un contexto de las acciones positivas que los bancos están llevando a cabo en España”.

De todos modos, Borges no se había quedado ahí, y también criticó al Gobierno español por no haber hecho una reforma de las pensiones “tan buena como la de otros países”. Eso requirió otra respuesta de la ministra: “creemos que nuestra reforma es muy ambiciosa; somos el único país en el que se ha aprobado con el acuerdo de los agentes sociales, y eso para un Gobierno socialista es valioso”. Añadió que España ha sido “felicitada” en la reunión del FMI por la reforma de la Constitución para garantizar el equilibrio presupuestario.

Salgado se resistió a aportar nuevas previsiones sobre el crecimiento económico de España, a pesar de haber admitido que las realizadas por el Ejecutivo habría que revisarlas a la baja. Aunque el FMI rebaja al 1,1% el crecimiento para 2012, la ministra destacó que las propias cifras del Fondo atribyuyen a España una aceleración entre 2011 y 2012 superior a los países de su contexto .

Respecto al compromiso expresado este fin de semana por el G-20 de actuar de manera “firme y coordinada” para hacer frente a lo que Salgado calificó de “retos de especial gravedad” , la titular de Economía indicó que la principal acción es la que ya acordaron los países de la eurozona el 21 de julio y que el 14 octubre quedarán aprobados por todos los Parlamentos nacionales. “Eso son acciones concretas y hay que darles confianza, no debiéramos minusvalorarlas”, advirtió.

Añadió que el G-20 posiblemente se concentrará en aconsejar nuevos estímulos fiscales para los países que aún tengan margen para aplicarlos y en reexaminar la necesidad del sector financiero de adelantar los requerimientos de capitalización que ya marca el acuerdo de Basilea III.