Reino Unido agudiza la recesión tras contraerse un 0,7% en el segundo trimestre

Los analistas calculaban una disminución del 0,2%. El 0,7% indica una clara profundización de la cáida del PIB registrada el trimestre previo (0,4%) y el anterior (0,3%): la economía está en plano inclinado. La Oficina Nacional de Estadísticas lo atribuyó a hechos puntuales como el extenso feriado del Jubileo de la Reina que impactaron en la producción. Pero el dato central es que la caída afectó a todos los sectores: en construcción fue del 5,2%, en industria de 1,3%, en los servicios de 0,1.

El atribulado ministro de finanzas George Osborne reconoció que los datos eran decepcionantes, pero rescató el saneamiento de fondo de la economía. “Estamos lidiando con las deudas individuales y la crisis de la deuda en el extranjero. Hemos cortado el déficit en un 25% y el sector privado ha creado 800.000 puestos laborales ”, señaló Osborne.

El gobierno espera que los Juegos Olímpicos suministren la inyección que necesita la economía para emerger del actual colapso. Según Goldman Sachs, el empujón olímpico podría equivaler a un 0,3 o un 0,4% adicional en el PIB del tercer trimestre. En la City son pesimistas. “Esto es un desastre para la economía británica. Cada vez está más claro que la economía va a tener este año crecimiento negativo”, le señaló a la BBC Alan Clarke, economista del Scotiabank.

La recesión intensifica la presión sobre Osborne. El periódico financiero City AM lidera las voces de la misma derecha que piden su sustitución. El Reino Unido tiene una ventaja respecto a España o Italia. Los cañones de los mercados están concentrados desde hace tiempo en el euro: no hay ataque sobre la libra. Razón de más para aflojar las riendas del mensaje de austeridad que lanzó el gobierno al asumir el poder en 2010, cristalizado en un programa que contempla 120 mil millones de libras de recortes fiscales en cinco años. Pero Osborne tiene un problema: enarboló la bandera de la Austeridad contra viento y marea. Un cambio de rumbo puede costarle la cabeza.