Rebelión de las comunidades contra la gestión estatal del servicio de Cercanías

Una de las razones de estas reivindicaciones es la oleada de cancelaciones que están sufriendo últimamente determinadas líneas. La propia Renfe reconoce que se han producido, durante los últimos meses, «ajustes en el servicio» en algunas líneas como las Cercanías de Málaga, Madrid, Valencia o Bilbao, además de Rodalies en Cataluña.

¿El motivo? Principalmente, el descenso «puntual» en el número de maquinistas provocado por el aumento de las bajas médicas relacionadas con el Covid y la dilatación de los procesos de formación motivada por las limitaciones de aforo «tanto en aulas como, sobre todo, en cabinas de conducción», explican desde el operador. Según los cálculos de Renfe, estas limitaciones de aforo han provocado que los periodos formativos de los maquinistas hayan aumentado en un 45% . Aún así, la empresa pública prevé acabar el año con 5.720 maquinistas, por los 5.250 de 2020.

Por ahora, la falta de personal está provocando una oleada de cancelaciones en este servicio, considerado esencial. Según el sindicato de maquinistas Semaf, el problema reside en que «además de haber escasez, no se realiza bien el reparto de personal, de tal forma que en líneas poco utilizadas hay exceso de personal y en otras sobrecargadas apenas hay maquinistas».

El conflicto ya ha saltado a la arena política. Ayer, el presidente de la Comunidad Valenciana , Ximo Puig, exigió en el Debate de Política General que se celebraba en las Cortes valencianas que el Gobierno le transfiera las competencias en Cercanías. Una reivindicación ante «un problema» que se arrastra «desde hace muchos años» y que cuenta con «la garantía de los recursos humanos, materiales y financieros» del Consell. «Será un proceso largo que iniciaremos antes de final de año», ha señalado Ximo Puig, «porque nuestra voluntad es irreversible», destacó Puig, informa Toni Jiménez.

Las comunidades autónomas reivindican, además de más recursos, la capacidad para fijar las frecuencias de los trenes de Cercanías. Fuentes de Renfe aseguran que ahora mismo «es el Estado el que puede modificar las frecuencias», y explican que el porcentaje de cancelaciones en la Comunidad Valenciana no supera el 2%. Pese a ello, reconocen que existe un problema de personal.

Como fuere, el incremento de competencias de las comunidades en materia de Cercanías es algo que el sector ve como inevitable. Para empezar, porque en el resto del transporte regional, como el autobús, sí cuentan con la gestión de horarios y frecuencias. Por ello, la intención es que en 2028 estos servicios queden en manos autonómicas. Pese a ser uno de los grandes olvidados en las políticas de inversión de los sucesivos gobiernos, Cercanías es uno de los servicios más utilizados por Renfe y en 2019 transportó a nivel nacional a más de 500 millones de pasajeros.