Así es la tarifa regulada de la luz de «los tontos»

Ahora bien, ¿qué hay de cierto en esa afirmación? Lo cierto es que la tarifa regulada de luz es escogida por una 'minoría'. 10 millones de ciudadanos prefieren esta tarifa frente a la del mercado libre, que ha sido la escogida por casi 20 millones de personas.

Con la tarifa regulada el precio de la luz que pagan los consumidores cambia de forma diaria y a todas horas . Así, en función de la franja horaria (existen desde junio de 2021 tres: punta, llana y valle) y la hora, los usuarios pagan la luz según el precio medio que alcance el kilovatio en el mercado mayorista. De esta forma los usuarios pueden graduar su consumo en aquellas horas en las que el precio de la luz sea inferior (horas valle y, en segundo lugar, horas llanas). Esto implica que, en épocas de mayor demanda, como en invierno y verano, los usuarios con tarifa regulada suelen pagar más por la luz. Por el contrario, en primavera y otoño estos precios se moderan. Así, como los precios varían, los consumidores pueden llegar a pagar menos que los de la tarifa del mercado libre.

Sin embargo, en los últimos tiempos esto no está siendo así. La crisis energética con la fuerte subida de los precios del gas, la guerra de Ucrania (que potencia aún más la subida de los precios de la energía) y el aumento de los costes de los derechos de las emisiones del CO2 está provocando un aumento considerable de precios, de modo que los usuarios sujetos a tarifa regulada no están pudiendo beneficiarse de esos cambios en el precio de la luz . De hecho, están siendo víctimas coyunturales de esta ventaja (o riesgo, según se mire) frente a los consumidores con una tarifa de mercado libre.

¿Y qué pasa con los usuarios que tienen una tarifa de mercado libre? Los precios son los que son. Las empresas fijan unos precios que no varían y el usuario paga una cuota mensual según la estipulada en su contrato. Esta tarifa de mercado libre protege al usuario de las fluctuciones de precios de la tarifa regulada. Eso sí, cuidado porque esto no implica que la compañía no pueda luego hacer revisiones de contrato y aplicar una subida ante un eventual aumento de precios en el mercado.