El error que arrastró a Wall Street
Google perdió en solo una jornada 24.000 millones de dólares en el parqué neoyorquino por anticiparse al publicar sus cuentas
l. m. o.
Los mercados no suelen encajar bien las sorpresas. Google, que ayer vivió su particular «jueves negro» en Wall Street por la publicación de sus resultados antes de tiempo , seguramente no olvidará esta vieja lección. La compañía de Sillicon Valley infringió, aparentemente de manera involuntaria, ... la norma tácita de que las cuentas no deben conocerse mientras las Bolsas bullen de actividad. Y menos aún cuando las cifras resultan inferiores a las esperadas por los expertos, lo que en la jerga bursátil se conoce como el «consenso de los analistas», una variable que puede hacer que los títulos de una empresa se desmoronen en pocas horas, aunque que haya obtenido beneficios (millonarios beneficios, en el caso del gigante tecnológico).
Un fallo de la imprenta RR Donnelley, que sacó a la luz con cuatro horas de antelación el informe con los resultados pertenecientes al tercer trimestre , fue el detonante de una agitada sesión en la que las acciones de Google llegaron a estar suspendidas durante dos horas y media . Finalmente, cerró con una caída del 8,01%, lo que equivale a una pérdida de capitalización de 24.000 millones de dólares (18.430 millones de euros).
Las cifras, en realidad, no resultaron tan alarmantes, pero las expectativas, más elevadas, suponían un contrapeso inflexible. En concreto, el grupo obtuvo un beneficio neto de 2.176 millones (1.661 millones de euros), un 20,3% por debajo de la del mismo periodo del año anterior (2.729 millones de dólares) y más de un 15% inferior a la marcada por el consenso.
La información sorprendió a todos: tanto a la propia empresa como a los agentes de bolsa, que respondieron con la venta generalizada de activos. De poco sirvió que RR Donnelley posteriormente asumiera el error y se comprometiera a iniciar una investigación interna para conocer cómo se produjo la filtración del documento, que el supervisor norteamericano, la SEC, alojó en su página web.
Casi de inmediato, el desplome de la compañía que dirige Larry Page originó una reacción en cadena sobre el resto de los valores del selectivo estadounidense . A media sesión los indicadores de EE.UU. luchaban por aferrarse a las cifras positivas, pero finalmente acabó con un descenso del 0,06% hasta los 13.548 puntos. Algo similar sucedió con el S&P, que retrocedió un 0,24%, y el índice tecnológico Nasdaq, que fue el que más sufrió su impacto, al restar un 1,01%.
Con las acciones de nuevo intercambiándose en el parqué, el consejero delegado, Larry Page, se felicitó de que la empresa haya logrado superar una capitalización de 14.000 millones en sus 14 años en funcionamiento . «No está mal para un adolescente», bromeó Page, quien destacó la proyección que permite el pujante mercado de los dispositivos móviles. «Ahora hay más de 500 millones de usuarios de Android», que cada mes recibe 1,3 millones de nuevas altas, según recogió AFP. No hubo ni siquiera una somera mención al error técnico.
Una de cal y otra de arena
Lo sucedido ayer con Google ha devuelto a los inversores el recuerdo, no tan lejano, de la crisis de las «punto com». De hecho, los números de Microsoft, que también presentaba resultados, estuvieron lejos de resultar prometedores: su beneficio neto descendió el 22 % entre julio y septiembre hasta los 4.466 millones de dólares. Sus acciones restaron el 1,27 %.
Lo cierto es que, tanto si los temores son exagerados como si no, el desbarajuste en la Bolsa ha asestado un repentino jarro de agua fría a las expectativas de Google, que este mes superó en capitalización por primera vez a su directa rival, Microsoft, y se alzó al segundo puesto en el «ranking» de las tecnológicas más valiosas del mundo, solo superada por Apple.
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