El Gobierno ignora a las aerolíneas y niega el colapso de los controles

Así se recoge en la respuesta que dio el Gobierno a una pregunta formulada en el Congreso por parte de los diputados populares Agustín Almodóbar y Sebastián Jesús Ledesma sobre la posibilidad de reforzar los controles de los aeropuertos. El Ejecutivo asegura en el texto, al que ha tenido acceso ABC, que ya ha incrementado la dotación de la Policía -que tendría 5.871 efectivos más que a principios de legislatura- y que «la función de control documental no aparece reflejada de forma específica en el Catálogo de Puestos de la Policía Nacional , por lo que el número de efectivos dedicado a estos servicios es variable».

El Gobierno descarta asimismo en esta respuesta parlamentaria, fechada el 31 de enero de 2022, que haya un problema generalizado en los filtros de pasaportes. Porque «los datos facilitados tanto por Aena como por los puestos fronterizos afectados no muestran que en estos últimos meses se haya producido una situación de especiales retrasos en el control de pasajeros de los aeropuertos». El Ejecutivo sí que reconoce que en «momentos puntuales» ha habido tiempos de espera «superiores a los habituales», pero achaca estas demoras a «causas ajenas», como la concentración de vuelos, los controles sanitarios o incluso el «no cumplimiento» de los horarios de los vuelos programados. Un ataque velado al sector aéreo.

Caso distinto representa Adolfo Suárez Madrid-Barajas. El Gobierno sí reconoce ciertos problemas en el aeropuerto madrileño a finales de año, pero sostiene que las incidencias se solventaron «incrementando un nuevo turno de trabajo, una redistribución de horarios y la autorización de servicios extraordinarios». Y añade que a lo largo del año se irán incorporando más efectivos en el aeropuerto tras la resolución de un concurso interno convocado a finales de noviembre.

Solo dos meses y medio después de esta respuesta, los problemas han regresado a los filtros de los aeropuertos. Al menos así lo han denunciado las aerolíneas. Según la patronal del sector, la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), 3.000 viajeros perdieron su vuelo de conexión durante Semana Santa en el aeropuerto de Barajas. Algunos de ellos son turistas españoles que viajan a un país de fuera del espacio Schengen . Otros son viajeros internacionales con documentación de fuera de la Unión Europea -un grupo en el que ya se encuentran los británicos, el principal país emisor del turismo internacional- que realizan escala en el aeropuerto de Barajas. Una situación que puede «afectar negativamente a la imagen internacional de España» , tal y como ha explicado el presidente de ALA, Javier Gándara.

El PP ha presentado una nueva batería de preguntas en el Congreso en la que cuestiona el rechazo del Ministerio del Interior a incrementar la plantilla de policías en los aeropuertos. El principal partido de la oposición, a través del diputado Agustín Alomodóbar, también pregunta si la falta de efectivos está resuelta ahora que se espera una avalancha de turistas británicos para los meses de verano.

Será difícil que el Gobierno recule. El Ejecutivo insiste en que ya ha reforzado los filtros de los principales aeopuertos turísticos y se han dado instrucciones para que «el control al que se someta» a los británicos sea «el mínimo imprescindible». Pero en el sector aéreo existe un gran temor a que los retrasos se agudicen por el regreso de estos turistas tras el golpe del Brexit . Y que este colapso acabe copando las portadas de los diarios sensacionalistas británicos durante todo el verano.