El Banco de España certifica que la economía ha entrado técnicamente en recesión

Según los cálculos del organismo supervisor , el PIB español creció un 1,1% de media anual en 2008, gracias a los buenos datos de comienzos del ejercicio, pero en el último trimestre del año la actividad se contrajo un 0,8% en tasa interanual. El Banco de España advierte, además, del fuerte empeoramiento de la actividad, el empleo, el gasto y la inversión en los últimos tres meses del pasado ejercicio.

La contracción de la economía en el último trimestre del año se explica fundamentalmente por la caída de la demanda nacional, un 2,4%, mientras que el sector exterior cerró el ejercicio con una aportación positiva al PIB de 1,7 puntos.

Para la entidad que dirige Miguel Ángel Fernández Ordóñez, la caída de la inversión residencial, que descendió en el conjunto del año un promedio del 10%, y el rápido ajuste del consumo, que en la segunda mitad del año experimentó crecimientos prácticametne nulos o incluso negativos, explican la desaceleración y la entrada en recesión de la economía. En cuanto al sector exterior, que en 2008 tuvo una aportación positiva al crecimiento económico por primera vez en once años, explica su mejoría por la pérdida de vigor de las importaciones, que ha sido mayor que la ralentización de las exportaciones.

Por el lado de la oferta, el Banco de España explica en su último boletín que el frenazo del gasto repercutió en todas las ramas productivas, aunque en mayor medida en las industriales y en la construcción, así como en el ritmo de generación de empleo, que registró un acusado deterioro hasta el punto de que entró ya en el tercer trimestre en una fase de destrucción de puestos de trabajo que se intensificó en los últimos meses del ejercicio.

Los hogares reducen gastos

El Banco de España explica que el gasto de los hogares experimentó al cierre del ejercicio una contracción más intensa que en el trimestre anterior. En particular, el consumo de las familias se redujo en una tasa interanual superior al 1,5% en el cuarto trimestre, con lo que en el conjunto del ejercicio resultó ser el componente que más contribuyó a la desaceleración del PIB, por encima incluso de la inversión residencial. La desconfianza por la situación de la economía mundial, las restricciones del crédito y la destrucción de empleo contribuyeron a retraer el gasto de los consumidores, amortiguando los efectos del aumento de la renta disponible proveniente de la reducción de la inflación, la deducción de 400 euros en el IRPF o el repunte salarial.

La inversión residencial, por su parte, agudizó su caída, hasta el 20% en tasa interanual en el último trimestre, empujada por las peores condiciones de financiación, la incertidumbre o el descenso de los precios de la vivienda.

Con estas estimaciones, el Banco de España rebaja las previsiones oficiales del Gobierno, que hace menos de dos semanas estimó para el cierre de 2008 un crecimiento del 1,2%, frente al 1,1% que ahora constata el organismo supervisor, y una caída anual del empleo del 0,4%, en lugar del 0,5% que refleja el boletín económico del supervisor.

Eso sí, la entidad confía en que las medidas aprobadas por el Gobierno, la rebaja de la inflación y de los tipos permita «aliviar» de algún modo la contracción de la economía.