Ana Botín garantiza que mantendrá «la trayectoria de éxito» de su padre en el Santander

Botín ha relatado cómo el Santander, cuando Emilio Botín tomó sus riendas en 1986, apenas figuraba entre las 140 principales entidades financieras del mundo. De hecho, era por entonces el séptimo banco del país, por detrás de otros como el Central, el Hispano y Banco Vizcaya . El salto dado en estos 28 años, según Botín, se debe a una gestión «prudente en los riesgos, centrada en el cliente y en la banca comercial y con agilidad para adelantarse y aprovechar las orportunidades de crecimiento».

«Hoy, gracias a su visión, el Santander no solo es más grande, sino más diversificado y más sólido, como lo prueba su resistencia a lo largo de la crisis financiera, siendo una de las tres únicas grandes entidades financieras internacionales que ha atravesado la crisis sin pérdidas en un solo trimestre», ha señalado la máxima dirigente del grupo, quien ha destacado además el compromiso del banquero y de la entidad con la educación, la cultura y la sociedad , mediante la Fundación Botín y Universia.

A esas palabras sobre el legado de Emilio Botín le ha seguido una ovación de los accionistas presentes, que han vuelto a aplaudir al final del discurso de la alta ejecutiva. Los diez socios que han tomado la palabra durante la junta, incluso los críticos con la dirección del grupo, han dedicado también palabras en recuerdo del expresidente y condolencias a la familia Botín. Algunos, además, han mostrado ya su apoyo y confianza en Ana Botín. «Transmite claridad, seriedad, realidad y profesionalidad», ha resumido uno de ellos.

La nueva presidenta del Santander ha garantizado una línea de trabajo de continuidad al frente de la entidad. «Mi ambición consiste en mantener esta trayectoria de éxito a la que voy a dedicar el mayor de mis esfuerzos», ha prometido a los accionistas, convocado para aprobar la ampliación de capital con la que el grupo sufragará la adquisición del 24,75% de las acciones de Santander Brasil en manos de accionistas minoritarios y que la matriz aún no controla. «Seguiremos en línea con esta estrategia y trabajaremos para afianzar aún más la cultura Santander, que es la base del crecimiento sostenible», ha explicado.

Al respecto, la presidenta ha insinuado además que su llegada no supondrá una revolución en el organigrama y habrá también continuidad en el equipo directivo del banco. «Me siento especialmente comprometida con este reto para el que cuento, además, con un gran equipo y el apoyo de un consejo de administración de gran experiencia», ha dicho, resaltando además el compromiso, alta cualificación y dedicación al cliente de los equipos del grupo.

Botín ha asegurado que las cuentas del grupo a lo largo de este tercer trimestre del año confirman una tendencia de mejora en los resultados del banco, que al cierre de los seis primeros meses del ejercicio había ganado 2.756 millones de euros, un 22% más que en el mismo periodo de 2013. Ahora bien, la banquera ha advertido de que «continuar con la trayectoria de éxito de las última décadas no será fácil», señalando como obstáculos un entorno competitivo y regulatorio cada vez más exigente.