La semana negra del empresariado español

Ambos tienen en común haber llevado a sus compañías a un alto grado de expansión, especialmente en el caso del Banco Santander, hasta convertirse en el banco más importante de la zona euro. De banco provincial a líder mundial. En el caso de El Corte Inglés no ha venido tanto por su internacionalización, sino por la diversificación y expansión en España de lo que comenzó siendo una pequeña tienda en la calle Preciados.

Líder del sector de la distribución en España, El Corte Inglés elevó a la máxima expresión el concepto del consumo de grandes superficies. Pero, además, la compañía llevó a cabo una política de crecimiento mediante la suscripción de acuerdos, como con Galerías Lafayette, o con la adquisición, como los supermercados Mark & Spenser, de otras cadenas.

De Isidoro Álvarez siempre se destacó su discreción, el poco gusto por las apariciones públicas, mientras que Emilio Botín cultivó como pocos una imagen afable y distendida. Dos personalidades diferentes, pero con el denominador común del trabajo, y de haber estado toda su vida ligados al proyecto de hacer crecer sus empresas, y con ello generar miles de puestos de trabajo.

Más allá del valor que alcanzasen sus empresas, en Isidoro Álvarez y Emilio Botín, el país encontró lo que el ministro de Educación y Cultura, José Ignacio Wert, ha utilizado para definir al presidente del Corte Inglés: un valor incalculable para la «Marca España».

Con sus fallecimientos se empieza a hacer ostensible el envejecimiento de la clase empresarial española, lo que irá derivando paultinamente en la aparición de una nueva generación de empresarios dispuestos a dirigir las grandes empresas del país .

Tanto Isidoro Álvarez como Emilio Botín han fallecido en el cargo, trabajando hasta el final. La última aparición pública del siempre muy discreto Isidoro Álvarez fue hace apenas un par de semanas. Mientras que Emilio Botín tenía un acto la mañana que siguió a su fallecimiento.