Laurence D. Fink, Presidente y cofundador de BlackRock
«La crisis bancaria de España ha quedado atrás»
El mayor gestor de fondos del mundo no ha dejado de aumentar su exposición en nuestro país en los últimos meses
«La crisis bancaria de España ha quedado atrás»
Cae plomo fundido sobre las calles de Madrid antes de la entrevista a Larry Fink (Van Nuys, California, 1952), presidente y consejero delegado de BlackRock, la mayor gestora de fondos del mundo. «La tarde soleada de hoy refleja bien las oportunidades que tiene España en ... los próximos años», saluda el directivo. BlackRock es un tótem del mercado que gestiona cada año más de cuatro billones de dólares, casi tres veces la economía de España. Un patrimonio que solo superan en Producto Interior Bruto EE.UU., China y Japón. BlackRock hace tiempo que enseñó sus cartas: en España posee participaciones en gran parte del Ibex 35 (entre ellas, Banco Santander, Repsol, BBVA o Telefónica) así como deuda pública nacional, una exposición a nuestro país que no ha dejado de aumentar en los últimos años al ritmo que marcaba la subida de la Bolsa y la bajada de la prima de riesgo. Se cruzan apuestas al sol de la recuperación.
-Hace un año alabó el recorrido de la economía española, entonces en recesión. ¿Sube la apuesta?
Creo que la economía continuará con la fuerza de crecimiento que comenzó a mostrar el año pasado. El país está haciendo un trabajo excelente para ganar competitividad , mucho mejor que otras economías europeas. Eso no quita que España tenga aún que afrontar grandes desafíos como su enorme desempleo, pero el conjunto de la economía ha mejorado gracias a las reformas del Gobierno.
-¿Qué medidas echa en falta?
Aún debe asegurarse que el sistema bancario español ayude a las empresas a crecer de nuevo. En el último año no han aumentado las nuevas empresas en España. Y esto va a ser un factor clave en las próximas elecciones en año y medio. Los comicios quizás generen incertidumbre, lo que podría afectar negativamente a la economía, pero España debe seguir con las reformas que se han venido aprobando y la política económica que ha mostrado para alargar la recuperación.
-¿Qué piensa de la abdicación del Rey?
Creo que es un momento emocionante: parece que la transición del Rey al Príncipe es una sucesión bien orquestada. España cuenta con un futuro monarca, a quien tengo el gusto de conocer, muy entusiasta y preparado. El cambio será positivo para la psicología del país y el nuevo Rey representará bien a España en el mundo.
-¿Está el sistema financiero español en una posición saludable tras el rescate?
Creo que la crisis bancaria española ha quedado atrás. Por ejemplo, Bankia está comenzando un rally muy positivo. La calidad de los activos ha mejorado notablemente. Como resultado los bancos están en una buena posición para financiar mejor el futuro de la economía española.
-Ante esto, ¿aumentará BlackRock su exposición a empresas y deuda españolas?
Durante la crisis nos hemos convertido en uno de los tres mayores inversores de casi cualquier gran compañía en España. Asimismo, tenemos una gran posición en deuda pública española. Si la tendencia sigue así, España crecerá el 1% y quizá vaya a más y llegue al 2% en 2014. Porque si el pasado año la actividad del país repuntó gracias a las exportaciones, ahora va a crecer más por las exportaciones pero también por la demanda interna. Eso es lo más importante, el consumidor español ahora es más optimista sobre el futuro. España entró en crisis en 2007 porque no era competitiva. Ahora está empezando a serlo y de ahí el entusiasmo de los mercados con el país.
-¿Qué sectores tienen más potencial para invertir en España?
El bancario tiene grandes oportunidades. También el comercio minorista. Y estamos viendo plantas del norte de Europa que están eligiendo irse a España. El país tiene un sector automovilístico potentísimo y, además, se beneficia de su cercanía a África. Sus compañías cuentan también con la ventaja de tener una estrecha relación con México y el resto de Iberoamérica.
-¿Cómo observa a la banca europea antes de los test de estrés del BCE?
Tengo esperanza de que estos serán los test buenos, tras dos intentos fallidos. De serlo, será una gran noticia para el sistema bancario europeo porque veremos más inversores en el sector y menos incertidumbre.
-¿Y la política monetaria?
El Banco Central Europeo no puede hacer una compra masiva de activos como el «Quantitative Easing», porque no dispone de esta herramienta. Por un lado, el euro está demasiado fuerte y esto perjudica a la competitividad de los productores europeos. Además, Europa se arriesga a una deflación que inicie una espiral de desconfianza como la japonesa. Pero no creo que una barra libre de liquidez alivie esto y me preocupa que el BCE se precipite (la entrevista se celebró antes de la bajada de tipos). He mantenido reuniones con varios banqueros centrales y creo que sería más efectivo que el BCE acelere sus esfuerzos en octubre, cuando la Reserva Federal norteamericana haya frenado sus estímulos monetarios, ya que entonces las medidas tendrán más efecto.
-¿Y hasta entonces?
Hay que cambiar la constitución, el mandato del BCE. Desde luego, no creo que tengan instrumentos suficientes ahora.
-¿Existe el peligro de una burbuja de la deuda?
Me sorprende lo bajos que están los rendimientos de la deuda pública pero es un indicador de la liquidez que hay en el mercado. Creo que más bien, señala que es mejor invertir en empresas. En Europa es algo favorecido por el BCE. Nada indica que haya una burbuja de deuda. De hecho, en Europa se ve un ligero desapalancamiento y el endeudamiento crece más lentamente de lo que habíamos observado en años. Para tener una burbuja se debe basar la valoración de los activos en el crédito y de momento no es el caso.
-Con el crash financiero, ¿no ha salido perjudicada la imagen de los mercados ante la opinión pública? ¿Qué piensa de «El lobo de Wall Street»?
¡Todo el mundo necesita un enemigo! Para algunos, son los bancos y los banqueros. Es la condición humana, siempre buscamos un culpable, el chico malo. Esto significa que el sector financiero tiene un gran reto por delante: aumentar la confianza. Los negocios mejorarán si podemos ayudar a los inversores a creer en el mercado de nuevo. «El lobo de Wall Street» es una reflexión sobre la incertidumbre, sobre que el mercado deja fuera a mucha gente y sobre que, en momentos ya pasados, ha decepcionado. Nuestro trabajo es dar más confianza a los inversores.
-¿Hay demasiada confianza en BlackRock? Es posible que una entidad tan grande pueda suponer un riesgo sistémico?
Si tenemos esa confianza es porque nos la ganamos. Esa es la razón por la que muchos países deberían recurrir a BlackRock para que les ayude a salir de la crisis más que ninguna otra compañía en el mundo.
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