Michael Pettis: La guerra entre trabajadores y banqueros
El catedrático de Finanzas en la universidad de Pekín y asociado principal de la fundación Carnegie para la paz internacional afirma que
Michael Pettis: La guerra entre trabajadores y banqueros
Las elecciones europeas de mayo pueden resultar decisivas para Marine Le Pen y sus aliados en Europa. Pondrán en evidencia el cada vez mayor rechazo de la clase trabajadora hacia las políticas que han llevado a Europa a la crisis y que han mantenido el ... desempleo elevado y evitado el crecimiento de los salarios.
Durante casi dos siglos la solución a cualquier crisis financiera ha implicado siempre una guerra entre trabajadores y banqueros, con cada colectivo ofreciendo diferentes maneras de solucionar la crisis. Los banqueros quieren estabilidad ante todo, lo que para ellos incluye mantener el valor de las deudas. Los trabajadores necesitan crecimiento, incluso si se produce a costa del sistema monetario y los acreedores.
La crisis del euro es parte de una larga lista de batallas entre los dos grupos. Los banqueros insisten en que los países como España deben actuar de manera «responsable», lo que para ellos significa que deben mantenerse en el euro y pagar los intereses de sus deudas, por muy dañino que esto sea para la economía y los trabajadores; y advierten del caos para la economía que supondría que un país abandonase el euro y reestructurase la deuda que debe directa o indirectamente a Alemania.
Pero su advertencia tiene un precio muy alto. Hace casi 15 años Alemania puso en marcha políticas para reducir los salarios de los trabajadores germanos de manera que pudieran resultar competitivos en el extranjero. Estas políticas han provocado el desmoronamiento de la demanda europea, especialmente ahora que otros países se han visto obligados a hacer lo mismo. Mientras España no abandone el euro y los niveles de la deuda se mantengan elevados, la economía española deberá aceptar las consecuencias que esto conlleva: años y años de elevadísimo desempleo.
Para que Europa se salve, Alemania debe potenciar la demanda interna elevando los ingresos de los trabajadores alemanes. Esto provocará que el resto de Europa haga lo mismo. Pero como los banqueros alemanes están preocupados principalmente de la deuda del país y su sistema bancario, Alemania no va a tomar los pasos necesarios para respaldar a sus trabajadores.
Es importante entender los objetivos de Alemania. En los 80 los bancos estadounidenses eran demasiado débiles como para aceptar que América Latina era insolvente. Hasta 1988-89, tras haber recuperado su base de capital lo suficiente como para amortiguar las pérdidas, no reconocieron la realidad, y en 1990 la región comenzó a recibir una condonación parcial. Sólo entonces América Latina comenzó a salir de la horrible crisis económica que trajo consigo inestabilidad política y deterioro social.
Como Estados Unidos en los 80, la Alemania de hoy no puede aceptar que las deudas europeas son insostenibles . Hasta que no se recapitalicen sus bancos, lo que puede llevar años, Alemania exigirá una devolución íntegra. Y como América Latina en los 80, Europa no se repondrá hasta que recupere flexibilidad económica y reciba una condonación parcial.
Esta guerra entre banqueros y trabajadores se ha luchado muchas veces antes. En Estados Unidos, después de que los elevados precios del oro ejercieran una insoportable presión económica sobre los trabajadores del país a finales del siglo XIX, William Jennings Bryan, un político progresista radical, exigió en 1896 a los banqueros de Nueva York que no «crucificaran» a la clase trabajadora estadounidense con «una cruz de oro». Casi gana las elecciones a presidente de Estados Unidos. Tan sólo el descubrimiento de ingentes cantidades de oro en Sudáfrica alivió a los trabajadores estadounidenses y puso fin a su carrera.
En el otro extremo del espectro, Adolf Hitler llegó al poder en una Alemania en la que los trabajadores lo estaban pasando mal para devolver las enormes deudas nacionales de la guerra. Siempre ha sido evidente que el que la derecha o la izquierda se gane el apoyo de los trabajadores durante una crisis depende de quién defienda más enérgicamente a éstos y ataque del mismo modo a los banqueros.
Por eso Marine Le Pen cuenta . Se ha puesto a la cabeza a la hora de criticar la camisa de fuerza puesta a la economía francesa y ha exigido que Francia abandone el euro. Esto, unido a su ideario antiinmigrates, hace que gran parte de la élite francesa la aborrezca, pero no hay duda de que en las comunidades trabajadoras y de clase media-baja alejadas de la capital su mensaje en cuanto al euro ha cosechado un enorme apoyo.
Al final la crisis de Europa se tendrá que resolver, y si los partidos de izquierda y de centro dejan que la extrema derecha domine el debate, será ésta quien resuelva el problema de la manera que elija. Mientras que las principales fuerzas políticas se nieguen a reconocer que manteniéndose en el euro y refinanciando la deuda condenan a Europa a años y años de sufrimiento económico, se irán quedando cada vez más al margen en el debate.
La historia es muy clara en este punto. Observen con cuidado a Marine Le Pen y a sus aliados. Si las principales fuerzas políticas tienen demasiado miedo como para encarar la realidad, Le Pen obtendrá el apoyo de los trabajadores y su capacidad de influencia sobre el debate sobre el euro no hará más que crecer.
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