suplemento empresa
España reforma con trazo alemán
Rebaja del déficit, recorte de pensiones, modificación del sistema autonómico, más exportaciones, mercado laboral flexible...la senda está marcada
susana alcelay
Punto de partida: Alemania hace casi diez años. Objetivo: sus reformas. En los últimos años la mejor fundamentación para cualquier reforma o justificación de un cambio en la política económica en Europa y, en concreto, en España lleva impreso el sello alemán. Si en Alemania ... un sistema funciona, ya es suficiente para extrapolarlo a cualquier otro país europeo... Y sus reformas funcionaron. ¿Se pide a España que aplique el modelo alemán? ¿En qué consistió este modelo? ¿Qué impacto tuvieron esas reformas en la economía? ¿La Alemania de hoy será la España del futuro?
El modelo alemán funcionó porque hizo de la exportación el motor de su economía , con lo que esta decisión implica de fomento de la calidad, la productividad y la inflación baja. Y de la formación de los trabajadores una de sus principales bazas, como lo ha sido la moderación salarial pactada con los sindicatos. Alemania ha logrado un estado de bienestar avanzado pero que apenas crece , lo que implica no tener que recurrir al aumento de los impuestos y a más deuda. Y una concepción de la política económica no keynesiana , lo que supone que si hay recesión se reajustan las variables reales, pero no se recurre a decisiones fiscales.
A esta concepción de política económica llegó Alemania tras la caída del muro de Berlín en 1989, que arrastró a la economía alemana a dar un paso de gigante y aplicar terapia de choque para acomodar en sus estructuras económicas a veinte millones de personas. Los cuatro millones de parados, superados en 1997, acabaron derrivando a Helmut Kohl y obligaron al canciller Gerhard Schroeder a impulsar la Agenda 2010 , un paquete de reformas estructurales que recuperaron la competitividad para la economía alemana y han sido el caldo de cultivo para la Europa que se pretende construir ahora.
En 2007 la tasa de paro de ambos países rondaban el 8%...
¿Qué hizo Alemania con su mercado de trabajo? El crecimiento del empleo en Alemania no es un milagro, sino la consecuencia directa de las reformas, especialmente laborales, que dinamizaron el mercado de trabajo en los últimos años y convirtieron a la flexibilidad en milagro.
Cuando en el verano de 2007 el estallido de las hipotecas «subprime» daba paso a una de las crisis más virulentas de la historia, la tasa de paro de España y Alemania era muy similares: en torno al 8%. Cinco años más tarde, el paro alemán está en el 6,5%, mientras que en España la tasa de desempleo supera el 24%. ¿Por qué Alemania ha conseguido reducir su paro y no lo ha hecho España? En las reformas emprendidas está la respuesta.
En 2003 Schröeder presentó la Agenda 2010, un paquete de reformas con acento liberal que fijaba una fuerte reducción del impuesto sobre la renta (el tipo máximo pasaba del 48,5% al 42% y el mínimo del 19,9% al 15%), un recorte de las pensiones con retraso en la edad de jubilación, retricciones en la asistencia sanitaria y el fin a las ayudas estatales al sector privado. Una agenda de clara tendencia liberal que entonces fue muy criticada por los sindicatos y que obligo al canciller alemán a dimitir, aunque finalmente sus reformas salieron adelante y terminaron pasando a la historia, a la mejor historia de Alemania teniendo en cuenta que sus medidas se repican desde que estalló la crisis.
Mini empleos, no gracias
La verdadera palanca de crecimiento de la Alemania de hace diez años fue su reforma laboral plasmada en las denominadas leyes Hartz que regularon la creación de empresas privadas de trabajo temporal o los mini empleos para trabajos de baja cualificación, jornada reducida y escasa remuneración, no más de 400 euros. Cuando el presidente de la CEOE, Juan Rosell, planteó su aplicación en España hace unos meses su propuesta fue duramente rechazada ... también por Mariano Rajoy.
En las altas dosis de flexibilidad, no sólo las salariales, está la clave del sistema de relaciones laborales alemán, fortalecido de la crisis con más empleo, frente al mercado español, que ha destruído casi tres millones de puestos de trabajo. ¿Cuál es la receta? Lo de Alemania es una cultura gestada tras la II Guerra Mundial , cuando el país tuvo que enfrentarse a fuertes ajustes en salarios y jornada para salir del bache. En la misma línea, ahora, cuando una fábrica se ha visto obligada a reducir producción por una caída en la demanda, se abre la posibilidad de suspender temporalmente los empleos excedentes, dejando así que los trabajadores mantengan su puesto en espera de una recuperación del mercado. Los ERE de extinción apenas se aplican en Alemania , cuyo modelo se asemeja más a los ERE temporales, lo mismo que se pretende en nuestro país tras la reforma laboral aprobada por Mariano Rajoy que implicó el mayor giro laboral dado en España desde tiempos de la dictadura.
...Hoy el país germano registra un paro del 6,5% y España un 24,6%
Esa reforma abarató el despido aunque puso los mimbres para evitar que las extinciones fueran el primer recurso de las empresas en tiempos de crisis, como ha ocurrido en España desde 2008. La reforma de Rajoy deja todo el poder de las relaciones laborales en la negociación colectiva y dentro de ella el convenio de empresa tiene todo el poder.
¿Y lo salarios? En el ciclo bajo de esta crisis, empresarios y sindicatos alemanes asumieron una moderación de sueldos -ligados a la productividad y no a la inflación como en España- hasta mejores tiempos, mientras el Gobierno emprendía reformas de peso en pensiones o recortaba prestaciones por desempleo y sanitarias. Con Merkel, Alemania se zambulló en la piscina de la moderación de los sueldos y de la productividad . El mismo camino que también ha emprendido la reforma laboral en España, incluida la opción de rebajar los sueldos de los trabajadores si la situación de la empresa lo requiere.
Mejora de la competitividad
España ha dado ya sus primeros pasas... ¿Y ahora qué? ¿Cuál es su hoja de ruta? ¿Qué escenario ha diseñado Maríano Rajoy? Cuarenta y tres nuevas leyes y propuestas ha puesto esta semana el Ejecutivo encima de la mesa para «mejorar la competitividad y crear empleo», un camino para andar durante los próximos seis meses. Pensiones, administración local, unidad de mercado, energía...
La reforma de la administración local pretende delimitar las competencias municipales, evitar duplicidades y suprimir estructuras administrativas redundantes (entidades locales menores y mancomunidades), cuyo proyecto de ley se aprobará antes de que acabe el año, según anunció el ministro de Economía, Luis de Guindos, el pasado jueves. También antes de que finalice 2012 el Gobierno impulsará la reforma de la Ley Orgánica de Régimen Electoral para «reducir» el número de miembros de los gobiernos locales , así como homologar las remuneraciones de los alcaldes.
Habrá también medidas para «vigilar» los planes de ajuste de las comunidades autónomas para reducir gasto de personal, subvenciones, subsidios o transferencias, al igual que empresas y fundaciones públicas. El Gobierno considera que las regiones deberán reducir las estructuras y gastos asumidas en los planes económico-financieros, con una rebaja del gasto corriente en casi 9.500 millones, con la disminución de más de 3.600 millones en gastos de personal, reducción de subvenciones y transferencias o la reprogramación de inversiones.
Entre las medidas para estos meses figuran el esperado por tardío plan de emprendedores ; la ley de unidad de mercado; la reforma energética; la liberalización de servicios profesionales; la nueva ley de Telecomunicaciones; ley de supervisión de los seguros privados; la reforma de la ley de ordenación de los transportes terrestres; la creación de una Comisión Nacional de Mercados y la Competencia; y la puesta en marcha de un programa de calidad y simplificación normativa.
En el terreno laboral, el Ejecutivo pretende impulsar la formación profesional, abordar una estrategia de empleo y emprendimiento joven, reformar el calendario laboral, llevar a cabo un impulso a la colaboración público-privada y evaluar las políticas activas de empleo.
Las pensiones se ajustarán en tiempos de crisis y aumentarán en bonanza
Pero entre todas las reformas previstas brilla con luz propia la de pensiones . El impacto de la fuerte destrucción de empleo en la Seguridad Social obliga a abrir de nuevo el melón de las pensiones cuando todavía no ha entrado en vigor la reforma emprendida por el Gobierno de Zapatero que retrasa hasta los 67 años la edad legal de jubilación. El Ejecutivo planteará en los próximos días al Pacto de Toledo una reforma que implicará trabajar más y cobrar menos.
A instancias de Bruselas el Gobierno propondrá al Pacto de Toledo acelerar el factor de sostenibilidad cuya entrada en vigor estaba prevista para 2027, lo que implicará recortar el gasto en pensiones en un momento en el que hay menos cotizantes y más pensionistas.
Entre los planes está castigar las jubilaciones anticipadas. Habrá más control de la jubilación parcial, una modalidad que permite compatibilizar salario y pensión antes de cumplir la edad de retiro y que cuesta 2.500 millones al año. Paralelamente al control de los abusos en la jublación parcial habrá incentivos a la jubilación parcial flexible, aquella en la que la opción para compatibilizar salario y pensión se produce más allá de los 65 años.
Prioridad: pensiones
En la agenda también está cambiar el sistema de revisión automática de las pensiones en función del IPC interanual del mes de noviembre. La idea es desligar las subidas futuras de la inflación y vincular los incrementos al momento economico. Es decir, ajustar el gasto en tiempos de crisis y aumentarlo en los de bonanza . Esta decisión evitará situaciones como las que se producirán el noviembre, mes en el que Gobierno deberá afrontar económicamente el desvío de los precios. Teniendo en cuenta que en 2012 la paga de los jubilados subió un 1% y que los precios han repuntado en lo que va de año hasta el 3,5%, como consecuencia del alza del IVA y de los altos precios de los carburantes, circunstancia que puede suponer una factura de unos 5.000 millones de euros para las arcas públicas.
Y para apoyar la internacionalización y el sector exterior, el Gobierno va a crear una Agencia de Internacionalización con el objetivo de aprovechar las sinergias de los distintos instrumentos públicos para facilitar las exportaciones públicas y la captación de inversión extranjera productiva.
En todas estas medidas ha puesto sus esperanzas el Gobierno de Rajoy. Con ellas pretende «sentar las bases de la recuperación» y «fomentar el crecimiento económico».
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete