Bruselas desbloquea el fondo de 55.000 millones para financiar quiebras bancarias
La Eurocámara y los Gobiernos alcanzan un pacto para completar la unión bancaria y evitar que el contribuyente pague futuros rescates bancarios
M. V.
Bruselas avanza paso a paso en la construcción de esa unión bancaria europea que facilite la gestión de futuras crisis bancarias , que evite el contagio entre entidades financieras y Estados y, sobre todo, reduzca al mínimo la posibilidad de que sean los contribuyentes los ... que acaben sufragando los rescates bancarios. El Parlamento Europeo y el Consejo Europeo han alcanzado de madrugada y tras una maratoniana jornada de 17 horas de negociaciones un acuerdo provisional sobre el segundo pilar de esa unión bancaria, el mecanismo único de liquidación de bancos en crisis, que supone crear un nuevo fondo dotado con 55.000 millones de euros.
La importancia de este acuerdo, que se preveía ya para antes del cierre de 2013 y que se alcanza ahora una vez superadas las diferencias entre los Veintiocho y, sobre todo, las reticencias de Alemania, reside en que permitirá concluir esta legislatura comunitaria con dos terceras partes de la unión bancaria completadas. Ya estaba definido que el Banco Central Europeo (BCE) asumirá, en noviembre de 2014, la supervisión única de los bancos de la Eurozona. Ahora, además, se pacta el mecanismo de resolución único. Levantar la tercera pata de la unión, la mutualización de los fondos de garantía de depósitos de cada país, costará más tiempo, según el sector financiero.
Como fuere, los líderes europeos tienen previsto ratificar el compromiso alcanzado esta madrugada en la cumbre de jefes de Estado y Gobierno de los Veintiocho que comienza este jueves en Bruselas. La Eurocámara lo votará en su último pleno en la semana del 14 al 17 de abril, antes de las elecciones al Parlamento del próximo 25 de mayo.
Se acelera la mutualización del fondo
El fin del mecanismo único de liquidación es que sean los propios bancos, sus accionistas y sus acreedores, y no los contribuyentes, los que paguen la factura de futuras crisis financieras. Para ello, la Unión Europea ha decidido crear un fondo de liquidación dotado con 55.000 millones de euros que financiarán con aportaciones las propias entidades.
Esa hucha se irá llenando progresivamente, hasta alcanzar ese monto de 55.000 millones, durante los próximos ocho años, según el acuerdo final y frente a los 10 años que reclamaba el Gobierno alemán de Angela Merkel. Además, Berlín, que quería que durante ese periodo cada país pagase el socorro de sus entidades, ha accedido a que ya en el tercer año el 70% de ese dinero esté mutualizado.
Un fin de semana para resolver bancos
«Esto aumenta la potencia de fuego del fondo y evitará enormes facturas a los contribuyentes», ha dicho la eurodiputada popular Corien Wortmann-Kool, añadiendo que «los bancos con problemas deben tratarse en un fin de semana». Este es otro de los puntos clave del acuerdo, pues los analistas y el sector financiero temían que la burocracia comunitaria y su habitual lentitud a la hora de abordar decisiones de este tipo restase eficacia a la unión bancaria y su mecanismo único de resolución. «Hace un año vimos claramente que las extensas negociaciones sobre los bancos chipriotas aumentaron los costes», ha recordado la política holandesa.
Con la creación de la unión bancaria, Bruselas pretende romper el vínculo entre deuda bancaria y deuda soberana y acabar con la fragmentación financiera en la eurozona, facilitando un tipo de interés único para todas las empresas, independientemente de que sean españolas, italianas, francesas o alemanas. Los problemas derivados de la ausencia de esta estructura institucional alcanzaron su nivel más crítico en el verano de 2012, cuando los rumores sobre la implosión del euro obligaron al presidente del BCE, Mario Draghi, a salir en defensa de la moneda única .
Por ahora ya se ha puesto en marcha su primer pilar: que el banco central comunitario asuma la tarea de supervisor único de los bancos de la eurozona en noviembre de este año, una vez complete los test de estrés para conocer el estado de salud de las entidades que pasarán a estar bajo su vigilancia . La necesidad de aprobar ese fondo de resolución común era de hecho una de las condiciones que imponía el BCE para asumir esa nueva competencia, pues temía hacerse cargo de 6.000 entidades financieras, encontrarse problemas en algunos de ellos y no disponer de los recursos necesarios para afrontarlos.
Posteriormente deberá pactarse un sistema único de garantía de depósitos bancarios, que supone la mutualización de los actuales fondos de garantía de depósitos nacionales. La oposición de Alemania a esto, como ha sucedido al negociar los otros dos pilares, invita al sector financiero a pensar que lograrlo llevará un tiempo indefinidio y se dan casi por satisfechos con que se haya aprobada las dos primeras patas.
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