La unión bancaria llegará tarde para las entidades españolas

La cuestión es que este proyecto, cuyos flecos y plazos se concretarán a lo largo de 2013 según se acordó anoche, llegaría en todo caso tarde para España ya que nuestro país solicitó un préstamo para la banca de hasta 100.000 millones de euros el pasado mes de junio , del que probablemente sólo utilizará 60.000 millones, pero le computará como deuda pública, con lo que tendrá impacto en las cuentas del Estado en tanto en cuanto la deuda se tiene que ir refinanciando.

El Gobierno español, de hecho,ya había computado como deuda 40.000 millones de euros del rescate bancario, lo que traducirá en cuatro puntos porcentuales más de deuda para el año 2013 , según se recoge en los Presupuestos Generales del Estado.

La idea original, que se aprobó en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de junio pasado, era que la unión bancaria se pondría en marcha el próximo mes de enero y, además, tendría efecto retroactivo en el sentido de que el Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera (MEDE en sus siglas en español) «rescataría» a los bancos con problemas directamente y sin pasar por los Estados, pero no se ha logrado el acuerdo político suficiente en Europa ni siquiera para cumplir lo pactado.

Detrás de este retraso está el enfrentamiento casi abierto entre la canciller alemana, Angela Merkel , y el Presidente francés, François Hollande , ya que mientras la primera quiere priorizar la unión fiscal y la creación de un supercomisario con poderes de veto sobre los presupuestos de los países, el segundo apuesta por continuar con la agenda de la unión bancaria para "vacunar" a los estados contra los posibles agüjeros de los bancos. Ni que decir tiene que el pulso de anoche lo ganó la canciller.

La realidad es que ayer jueves, durante la primera sesión de la cumbre europea que acaba hoy en la capital comunitaria, el pulso entre ambos líderes se saldó con un aplazamiento del debate esencial al que se enfrenta la Unión Europea, y que no es otro que la cesión de soberanía económica. Francia cree que hay que empezar por los bancos, lo que conviene a España, pero Alemania quiere que exista también un compromiso estricto de que los países renuncian al control de sus presupuestos, que quiere que sean supervisados por una autoridad europea para evitar desajustes.

Los países «virtuosos» como Holanda, Suecia, Austria o Finlandia, no quieren ni una cosa ni la otra, mientras que los mercados esperan una posición coherente de la Unión Europea en su conjunto.

Mientras, por parte española, el presidente Mariano Rajoy encarará hoy la segunda sesión de la cumbre con la vista puesta en que las conclusiones de la reunió n incluyan de manera explícita plazos concretos para la puesta en marcha de la unión bancaria, aunque sea en 2014, con la esperanza de que se pudiera llegar a tiempo para que la recapitalización de la banca española no computara como deuda en 2013 ya que la de 2012 ha sido ya convenientemente «anotada» en los Prespuestos Generales del Estado para el próximo año.

Tampoco se descarta que durante el día de hoy se vuelva a tratar sobre la posible petición de asistencia financiera de España e Italia al Mecanismo Europeo de Estabilidad, tal y como recomendó el Fondo Monetario Internacional (FMI) hace unos días, siempre como paso previo a que el Banco Central Europeo (BCE) inicie un programa de compra de bonos de estos países en el mercado secundario.