El consorcio español prevé que el AVE brasileño se retome en 2015

El ministro de Transportes brasileño, César Borges, ha avanzado una fecha en la que el se podría retomar el proyecto, aunque nunca se ha pronunciado de manera oficial (finales de 2014 o comienzos de 2015). Estas fechas coinciden con las previsiones que maneja el consorcio español (integrado por Talgo, ACS, Elecnor, Abengoa, Thales, Bombardier y Dimetronic, a las que se suman las públicas Renfe, Adif e Ineco como subcontratistas).

El director de área de Latinoamérica de Talgo, Joao Constantino, explicó a este periódico en un reciente acto organizado en Sao Paulo, que estima el Gobierno del país suramericano retomará el proyecto «a mediados de 2015», una vez que se hayan celebrado las elecciones presidenciales de octubre de 2014, en las que la actual dirigente del país lidera los sondeos de intención de voto, aunque un rebrote de conflictividad ciudadana podría generar cualquier tipo de oscilación. Además, precisamente, una de las principales reivindicaciones de los manifestantes apuntaban al elevado gasto en grandes infraestructuras, frente a la falta de medios en los servicios esenciales, lo que podría penalizar cualquier referencia al tren de alta velocidad durante la campaña electoral.

Del impacto político de este proyecto son conscientes en la embajada española. «Se ve como una obra excesivamente cara y sin claro retorno», explica Ángel Funes, agregado comercial de la legación española, quien, sin precisar fechas, tampoco cuenta con que se recupere el proyecto de manera inmediata. «Después del último fracaso no creo que haya perspectiva de que se retome a muy corto plazo». Se calcula que este corredor de más de 500 kilómetros daría servicio a una de las zonas con mayor densidad de población del país. El coste asociado a las infraestructuras por las que optan las empresas españolas se eleva a 2.450 millones de euros.

No a la oferta única

El Gobierno se había marcado también como prioridad que las empresas llegaran a un acuerdo para presentar una oferta unificada , que sirviera como representanción del modelo de alta velocidad española.Las diferencias, sin embargo, entre los dos principales fabricantes de trenes españoles, Talgo y CAF, fueron irreconciliables. Esta última se mostró dispuesta, en el último minuto, a presentar una oferta alternativa, también conformada por algunos grupos españoles. El responsable de Talgo en el continente sudamericano descarta que se vaya a producir, en el futuro, esta oferta única, ya que ambas ofrecen un producto distinto. CAF se encuentra más enfocada a los servicios ferroviarios interurbanos, mientras que Talgo se enfoca, sobre todo, en la alta velocidad.