Guillermo Cisneros: «España está desaprovechando la oportunidad estratégica que es la Educación»

-¿Aterrizó en Berklee para poner en marcha su primer campus internacional en España?

-El proyecto ya existía, aunque estaba teniendo una serie de dificultades. Decidieron entonces buscar a una persona que tuviera experiencia internacional en la puesta en marcha de nuevos proyectos educativos. Para mi ha sido una oportunidad única, me ha permitido trabajar en una institución como esta y hacer a la vez algo muy bueno para España. Los futuros Grammys o los grandes directores musicales de Hollywood podrán formarse aquí, y eso es algo increíble.

-¿Por qué se eligió Valencia?

-Analizaría primero por qué España. Desde el punto de vista de la educación musical, es un país perfecto por la encrucijada de culturas que representa: estamos conectados con el resto de Europa, pero también con Latinoamérica, con el norte de África, con Oriente Medio, con el mundo islámico... Los españoles estamos acostumbrados, pero esta es una circunstancia única: no encuentras otro país que tenga esa riqueza de conexión y comprensión cultural. Para Berklee era fundamental, porque es una institución que busca la creación y no la recreación, es más un laboratorio que un conservatorio como concepto educativo. España es además el primer destino Erasmus, una oportunidad que no estamos aprovechando.

-Esa es una de las grandes demandas del sector privado de la educación. ¿Por qué no se está haciendo?

-Para mi es una oportunidad estratégica. España es también el tercer destino preferido por los americanos para estudiar en el extranjero. Aunque para estancias cortas, todavía tenemos mucho camino por recorrer... Pongamos el ejemplo de Australia: un país de 20 millones de habitantes que entendió la necesidad de ver la educación como una oportunidad estratégica; hoy tiene 19 universidades en el Top 400 del Times Higher Education , nosotros solo tenemos 7. Un estudiante extranjero genera riqueza, ingresos... Produce un beneficio económico directo, pero también indirecto, porque la atracción de talento internacional permite ganar oportunidades desde el punto de vista económico, empresarial, cultural...

-¿Se está avanzando entonces en la dirección adecuada?

-Creo que hay mucho interés, pero no se ha encontrado la apuesta estratégica necesaria, porque al final no depende solo de la Administración sino también de las universidades y de las empresas.

-¿Las medidas adoptadas por el Gobierno español y que afectan a la formación y a los emprendedores representan un impulso decidido?

-Espero que así sea, porque si no ya digo que estamos dejando escapar una de las grandes oportunidades que tiene España para crecer. Hemos perdido la carrera industrial en muchos terrenos pero podemos aprovechar la de la educación. Y en esto tiene que existir un consenso. Vuelvo al ejemplo australiano: anualmente recibe unos 300.000 estudiantes de larga estancia. Como país, tiene una doble ventaja estratégica: el idioma y su proximidad a Asia. Pero nosotros también, con Latinoamérica.

-¿Cómo logró Australia convertir la educación en uno de los principales motores de su economía?

-En un momento en el que las universidades empezaron a recibir menos recursos públicos exploraron nuevas vías para ganar competitividad. Para ello se asociaron y crearon entre 63 universidades australianas un consorcio internacional que hoy es la mayor agencia de presentación de universidades en el mundo y de atracción de estudiantes, la IDP. Fueron capaces de aglutinar esfuerzos y de avanzar unidos para llegar más lejos. Esto les permitió además estructurar una propuesta de valor, crear programas muy atractivos y rentables desde el punto de vista económico.

-¿Por qué es tan difícil encontrar un equilibrio en España entre educación pública y la privada?

-Bueno, ese ya es otro debate... La iniciativa privada introduce elementos de competitividad y de referencia. En EE.UU. la mayor parte de la educación es privada, pero lógicamente mucha de ella sin ánimo de lucro. España en estos momentos tiene una posición privilegiada en la formación en management. Tenemos al menos tres escuelas de negocio entre las mejores del mundo. Y son tres iniciativas privadas sin ánimo de lucro.

-Explíqueme ese “sin ánimo de lucro”.

-En el mundo de la educación hay dos tipos de instituciones: empresas que reparten dividendos y organizaciones privadas que reinvierten sus beneficios en la propia institución. La mayor parte de las universidades norteamericanas no tienen ánimo de lucro; Harvard no tiene accionistas, y en muchas instituciones educativas españolas sucede lo mismo. Es también el caso de Berklee, todo lo que hace la universidad revierte en becas, en formas de generar y atraer talento. La gestión, por tanto, tiene que ser muy eficiente para lograr un excendente económico que permita reinvertir.

-Por cierto, al final no me ha aclarado por qué Valencia...

-Es un caso extraordinario, una comunidad que tiene 502 bandas sinfónicas está claro que demuestra una sensibilidad especial hacia la educación musical.