De Guindos, sobre Bankia: «Hicimos en seis meses lo que no se hizo en tres años»

De Guindos ha participado este viernes en Moscú en una reunión presidida por el jefe del Estado ruso, Vladímir Putin, previa a la cumbre de mañana de ministros de Finanzas y gobernadores de los bancos centrales del G20. Rusia preside éste organismo por primera vez y el encuentro celebrado esta tarde es el primer evento de los programados durante 2013. En septiembre tendrá lugar la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno en San Petersburgo.

Tras su llegada a la capital rusa, De Guindos ha ofrecido unas palabras a los corresponsales españoles, subrayando el sabor «agridulce» que tiene actualmente la economía mundial. Junto a los «malos» datos de la economía europea, ha señalado, «los indicadores de Estados Unidos revelan que la economía americana sigue creciendo y también los datos de las economías emergentes son mejores que los que teníamos hace seis meses».

Según su opinión, «las tensiones financieras en el mundo se han aliviado» y las bolsas observan una trayectoria satisfactoria «prácticamente en todos los mercados». El ministro de Economía ha señalado también que «está habiendo una búsqueda del riesgo por parte de los inversores». Esto, a su juicio, «hace que se perciba o se vaya a percibir una mejora de la situación internacional».

Al mismo tiempo, De Guindos ha admitido que la caída del 0,6% del Producto Interior Bruto (PIB) de la eurozona «son datos malos». Tal descenso, ha explicado, «es mayor de lo que estaba inicialmente previsto y pone de alguna forma de manifiesto que la desaceleración económica y la recesión se han extendido al conjunto de la zona euro». «Vamos todos en el mismo barco y todos los pasajeros, tengan billete de primera –en alusión a Alemania— o de segunda, estamos embarcados en la misma nave», ha subrayado.

A este respecto, el ministro ha advertido de que la política del Gobierno de España de reducción del déficit público tendrá que adaptarse a una «evolución cíclica peor de lo esperado», aunque ha insistido en que la reducción del déficit en la eurozona «es ineludible (…) o no habrá financiación».

«Hay que generar unas finanzas públicas que sean absolutamente sostenibles, pero también hay que tener en consideración que esos esfuerzos hay que medirlos a través de lo que son los indicadores estructurales de consolidación fiscal», ha afirmado. Dijo esperar que «Europa abandone las tasas de crecimiento negativas en el segundo semestre de este ejercicio», ya que, ha agregado, el hecho de que los indicadores europeos hayan sido peores que la media mundial se debe «a las dudas e incertidumbres» generadas antes del pasado verano. La coyuntura general, según su punto de vista, ha mejorado ahora.

En relación con la moneda europea, De Guindos ha dicho que «ha experimentado una apreciación del 4% aproximadamente desde agosto a causa de que ha vuelto la confianza». «Desde agosto hemos visto que todos los indicadores de tensión financiera en la zona euro se han ido reduciendo, se han ido moderando y, por lo tanto, es lógico que hayamos visto una apreciación», ha dicho.

El ministro, no obstante, ha querido dejar constancia de que tal subida «no supone una sobrevaloración importante con respecto a la media de los últimos años». «Si observamos la evolución, el euro está prácticamente en torno al nivel medio desde que se lanzó», ha recordado. Hizo tal puntualización a propósito de la llamada «guerra de divisas», uno de los puntos más importantes incluidos en el orden del día de la actual reunión del G20.

Japón es el país gracias al cual se ha acuñado el término debido a su política monetaria expansiva llamada a impulsar sus exportaciones y contrarrestar la deflación. El resultado ha sido una depreciación del yen. El ministro ruso de Finanzas, Antón Siluánov, manifestó el jueves que «no debe haber competencia en el terreno de la cotización de las divisas para crear unas condiciones más favorables para sus economías».