«Maître CoQ IV» recupera el liderazgo con una ventaja de 80 millas

El puzle de los sistemas meteorológicos parece que se está resolviendo con la llegada por el norte de la flota de una baja presión que empuja hacia el sur al anticiclón que ha estado trastocando la ruta de los IMOCAS dirección Este.

«Maître CoQ IV» ha sido el primero que ha salido con viento del noreste, que le está permitiendo ceñir hacia la esquina de la línea de límites al sur de la ZEA, y que probablemente pueda colocarse en el borde septentrional de la borrasca cuando le cruce su trayectoria. A Yannick Bestaven le ha merecido el esfuerzo de dirigirse al noreste días atrás, y hoy domingo (27 de diciembre de 2020) pueda colocarse nuevamente en primera posición con una ventaja de 80 millas sobre el segundo «Apivia» de Charlie Dalin.

Christian Dumard, analista meteorológico de la Vendée Globe, tiene claro que Bstaven debe de seguir aprovechando la situación: “… debe navegar hasta el comienzo de la semana con un viento que se irá levantando gradualmente, lo que le permitirá acelerar. Charlie Dalin con el «Apivia» lo está siguiendo en el mismo sistema climático. Y Thomas Ruyant ha recuperado el tercer lugar con el «LinkedOut» y también está siguiendo una ruta casi directa a lo largo del borde de esta baja”.

Aunque muy lejos de cabo Hornos, cuando Bestaven se encuentra a 2.200 millas, la predicción en la zona indica que una gran borrasca se desplaza hacia el Estrecho de Magallanes, concretamente para el 2 de enero se prevé que habrá un vendaval con vientos que superarán los 45 nudos de intensidad, con rachas de 60 nudos y una mar encrespada con olas de casi diez metros de altura. Esta borrasca que se desplaza hacia el este es un “caramelo” difícil de evitar para Bestaven, a menos que disminuya la velocidad del «Maître CoQ IV» para dejarla pasar y llegar de una pieza a Hornos.

"Las cosas están mejor que hace dos o tres días -comenta Thomas Ruyant-. Estaba un poco confundido sobre cómo salir de esto y qué ruta tomar. Desde entonces, he tomado decisiones y el camino a seguir es más claro. Por el momento, es un poco suave, sólo estoy en un pasaje con menos viento, pero por lo demás tengo una presión que es interesante para "bajar de mi percha". ¡Una buena noche para ti, un buen día para mí!

Hace unos días, la estrategia era bastante poco clara, bastante poco fiable. Con un sistema de alta presión como ese, es difícil tener una visión muy precisa. Mi ruta norte fue dictada por la burbuja de la alta presión. Era una ruta obligatoria en vista de mi posición, no tuve más remedio que subir hasta allí. Las preguntas eran más sobre cuánta latitud y cuándo bajar. Ha sido un poco difícil durante unos días, ver el aumento del contador de millas entre el jefe de la flota y yo. Era un paso a nivel. Habrá una gran brecha en el Cabo de Hornos, pero no me voy a rendir, no se está haciendo nada. Todavía hay varios sistemas meteorológicos entre esta zona y el cabo. Y detrás de él, ha vuelto bien también. Por el momento, puedo ver claramente lo que se avecina.

En esta edición, a menudo vuelve por detrás, ¡así es como es! Ese es el juego de la regata. Es una linda regata con suspense".

El grupo de cazadores, a más de 300 millas al oeste del primero, ha entrado con rumbo noreste en el mismo sistema meteorológico. Boris Hermann es la punta de lanza, aunque figura en el puesto sexto de la clasificación. Le siguen sus pasos Jean Le Cam, Isabelle Joschcke, Damien Seguin, Maxime Sorel, Giancarlo Pedote y un poco descolgado el Bureau Valle 2; y en solitario, más al norte Benjamin Dutreaux.

Otra baja presión está barriendo a la otra mitad de la flota Vendée Globe, entre la ciudad australiana de Albany y el meridiano de Nueva Zelanda. “Charal” es que más cerca está navegando del frente situado sobre el meridiano 140° Oeste que barre el límite geográfico occidental del océano pacifico de norte a sur, con vientos de componente norte que superan los 39 nudos en el sistema electrónico a bordo del IMOCA de Jérémie Beyuou.

Alan Roura está llevando su IMOCA “La Fabrique” con palillos: “… estoy tratando de coger un poco de velocidad ya que las condiciones son bastante suaves, pero estoy muy cansado. Estamos cerca de tierra, de Nueva Zelanda, así que tuvimos que encontrar la solución en ese punto antes de entrar en Pacífico. Por el momento, todo parece estar aguantando.

El problema con estas quillas hidráulicas es que hay mucho esfuerzo. Las tuberías o el sistema de bombeo pueden romperse, son partes cansadas, y no puedes controlarlas. Esta es la segunda manguera hidráulica que he cambiado. No tengo más equipo de reparación para eso, ahora tienes que tocar madera hasta que llegues… Es una Vendée Globe bastante increíble. ¡Tenemos que luchar! Espero poder luchar hasta el final".