Los últimos golpes de Nadal en Roland Garros

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Laura Marta

El alemán supera a Nadal en la primera ronda de Roland Garros y se une a Soderling y Djokovic como los únicos verdugos del español en 116 partidos

A pesar de la derrota tras tres horas y cinco minutos, Nadal no le ha perdido la cara al partido y lo ha peleado hasta el último punto. De hecho, el manacorí ha dejado un buen repertorio de golpes, algunos de ellos como en sus mejores tiempos sobre la tierra batida parisina.

En el primer set, tras haber cedido el saque ante Zverev, que lideraba en el marcador por 2-1, Nadal ha resuelto a las mil maravillas un intercambio entre ambos jugadores en la red.

Después de ceder el primer set, Nadal ha subido mucho el nivel en el segundo parcial. En uno de los grandes puntos, el español movió de lado a lado a Zverev para sumar un ganador con una sutil volea desde la red.

En el tercer set, todo parecía perdido para Nadal. Perder la segunda manga en el tie-break fue un golpe muy duro. A pesar de ello, el 14 veces ganador de Roland Garros se levantó y dejó el mejor punto del partido. Con una dejada, el balear llevó a Zverev a la red para luego superarle con un globo. El teutón lo alcanzó con un remate, pero Rafa respondió con un passing milagroso.

En una jugada de similar factura, Nadal rompía el servicio de Zverev para mantenerse en la pelea por el tercer set. Un gran saque del alemán fue respondido por un bola corta y centrada del español. El teutón buscó la esquina de la pista con un gran revés, pero la respuesta del balear fue un nuevo passing.

En cuanto a pasión y entrega, nada se le puede reprochar a Nadal. Se le vio muy entusiasmado con los grandes puntos y celebrando a lo grande cada juego sumado.

Y, finalmente, el punto de partido con el que Zverev ha avanzado a la segunda ronda y con el que, casi con seguridad, Nadal se ha despedido de Roland Garros.

Una historia de amor como pocas en la historia del deporte que, de forma inevitable, llega a su fin. Aunque Nadal lo ha podido hacer desplegando un gran tenis para los problemas físicos que lleva arrastrando y lo poco que ha podido competir en los dos últimos años. Y dejando un reguero de golpes que confía en poder ampliar en los JJ.OO. de París dentro de dos meses.