Tenis
Nadal-Ferrero, duelo de academias
La final del pasado US Open entre Carlos Alcaraz y Casper Ruud escenifica el pulso por la excelencia de los centros de alto rendimiento de autor del manacorense y el valenciano
El mayor deseo de Roger Federer para su despedida pasa por Rafa Nadal
La final del pasado US Open no solo coronó la figura de Carlos Alcaraz como ganador de Grand Slam y nuevo número uno mundial, también sirvió para confrontar los éxitos de las dos metodologías de entrenamiento que imperan en el tenis nacional. En la ... pista central de Flushing Meadows coincidieron un alumno aventajado de la Rafa Nadal Academy, el noruego Casper Ruud, con el residente más aplicado de la JC Ferrero-Equelite Sport Academy, un Alcaraz encumbrado tras su victoria a lo más alto del ranking 19 años después de que lo hiciera su maestro. Son dos modelos distintos, pero enfocados a un mismo objetivo. Un inesperado pulso entre Mallorca y Villena por captar y desarrollar el talento. Entre ambas escuelas, auténticos centros de alto rendimiento, suman en torno a doscientos aspirantes a estrella, jóvenes de entre 12 y 18 años que estudian y entrenan en un ambiente de excelencia entregados a sus referentes.
La academia Equelite se asienta sobre un terreno agrícola en la pedanía de Casas de Menor, cerca del punto imaginario que separa Castilla La Mancha, Murcia y la Comunidad Valenciana. Allí, rodeado de cultivos, se levanta un complejo donde conviven 70 jóvenes jugadores de cerca de 40 nacionalidades. También es el lugar donde vive y entrena Alcaraz desde que en 2019 Juan Carlos Ferrero asumiera en exclusiva su proceso de formación. «La academia es el hogar de Juan Carlos», explica Iñaki Etxegia, gerente del centro. «Él comienza a entrenar ahí con solo diez años, cuando lo llevaba Antonio Martínez Cascales, que hoy es su socio. Había solo cuatro jugadores y un par de pistas. Hoy es un centro de primer nivel».
También alejado del mundanal ruido, aunque más cerca del centro de Manacor, se levantan las imponentes instalaciones de la Rafa Nadal Academy, el proyecto más ilusionante de la gran estrella del deporte español. Fundada en 2016, acoge a 150 chicas y chicos. También ronda las 40 nacionalidades, la primera de las muchas similitudes entre ambos centros. Otra es el proceso de admisión de alumnos. El programa anual es el elegido por aquellos jóvenes jugadores orientados a un futuro como profesionales. También es el más exigente. «Normalmente son los jugadores quienes se ponen en contacto con nosotros», dice Etxegia.
«A veces vienen un par de semanas en verano, nos conocen, y luego ya entran en ese programa de competición». Una estancia de un año con curso escolar ronda los 45.000 euros. Ambos centros dan la posibilidad de estudiar en sus propias instalaciones. Las dos cuentan con colegios internacionales certificados. El de Villena usa el programa británico; el de Manacor, el estadounidense, para facilitar a sus jugadores el acceso a las becas universitarias. «Rafa siempre ha comentado que tuvo dificultades para combinar el tenis con sus estudios académicos, por lo que siempre tuvo en mente crear una academia que tuviera colegio», cuenta Alexander Marcos Walker, director educativo de la Rafa Nadal Academy, que no duda en colocar al mismo nivel el desarrollo tenístico de los jugadores con el intelectual. «Es un programa riguroso en ambos sentidos. El primer objetivo es desarrollar a nuestros jugadores fuera de la pista. Y el segundo, que sean profesionales del tenis, pero con la garantía de que si no lo consiguen van a poder recurrir a sus estudios e ir a cualquier universidad del mundo, con la posibilidad de estar becados».
«Una vez que se instalan a cada chico se le asigna un equipo de trabajo, con un entrenador principal y otros tres o cuatro jugadores más un preparador físico. Se les prepara un programa de entrenamientos y también un calendario de competición adaptado a su nivel», continúa Etxegia. El trajín en estos lugares es continuo. «Cada semana tenemos a 30 o 35 jugadores viajando por el mundo», explican desde Manacor.
Desarrollo integral
Al margen de Alcaraz, en Villena entrenan jugadores como Pablo Carreño, que en Montreal estrenó su palmarés de Masters 1.000, o el joven Rafa Segado, reciente campeón de Europa sub-16. De Manacor trabajan jóvenes como Jaume Munar, número 57 del ranking mundial o Dani Rincón, campeón del US Open júnior en 2021, que estos días actúa de sparring en Valencia durante los entrenamientos del equipo español de Copa Davis. El abulense, de 19 años, lleva los tres últimos entrenando allí en exclusiva. «Nadal es mi ídolo desde los seis años y es una suerte tenerlo tan cerca», explica. Su día a día incluye dos jornadas de entrenamiento, sesión de fisio o trabajo mental con el psicólogo. «No es fácil estar fuera de casa, alejado de la familia, pero aquí siempre hay un entrenador o un profesor que te apoya».
Más allá de la comodidad o la exuberancia de las instalaciones, la clave del éxito está en la metodología de entrenamiento. «No hay claves para llevar a un jugador al top mundial, y el entrenamiento es similar en todas», analiza Etxegia. «Pero cada academia tiene su estilo y hay detalles que marcan la diferencia. Nuestro sello diferencial es la familiaridad. En las instalaciones conviven muchos trabajadores de la academia, incluyendo el propio Ferrero, que tiene su casa y a su familia dentro del recinto. Somos gente muy ligada a este sitio. Juan Carlos desayuna con los chicos, les ve a diario en las pistas y está muy pendiente de sus resultados».
«Lo que ha traído a todos los jóvenes a trabajar con nosotros es el método que ha llevado Rafa durante toda su carrera», explica Toni Nadal, director de la Academia y creador de su sistema de entrenamientos. «Es fundamental formar bien el carácter, saber que el esfuerzo es primordial, que hay que perseverar, no rendirse cuando las cosas van mal, alejar la frustración inmediata... Todo eso es lo que intentamos transmitir aquí».
Pese a su juventud, la Rafa Nadal Academy ha tardado poco en convertirse en un modelo de éxito abrazada a la arrolladora personalidad de su propietario, y ya ha extendido sus tentáculos a México y Grecia. Mientras, Equelite vive un nuevo impulso después de 32 años de historia gracias al fenómeno Alcaraz. «Carlitos es el ejemplo perfecto del tipo de jugador que queremos formar en esta academia. Tiene un talento evidente, pero también humildad y capacidad de trabajo».