Tenis
La guerra invade la tierra de Roland Garros
Roland Garros
Las tenistas Kostyuk y Sabalenka vuelven a protagonizar un tira y afloja a raíz de la invasión sobre Ucrania; Djokovic reivindica la Kosovo serbia
El conflicto de Kosovo entra de lleno en Roland Garros de la mano de Djokovic
L. M.
Fue solo un mensaje en la cámara y mucho más. Fue solo negarse a saludar a la rival y mucho más. En Roland Garros hay batallas en la arena, pero también fuera de ella, salpicada la tierra parisina de diferentes frentes políticos con Novak ... Djokovic, las tenistas ucranianas y Aryna Sabalenka como protagonistas.
‘Kosovo is the heart of Serbia’ (’Kosovo es el corazón de Serbia’) escribió Djokovic tras ganar el partido de primera ronda ante Aleksandar Kovacevic. Después explicó: «Como hijo de un hombre que nació en Kosovo, siento la necesidad de dar mi apoyo a nuestra gente y a Serbia entera. Mi posición es clara: estoy contra la guerra, la violencia y cualquier clase de conflicto, como siempre he defendido. Empatizo con todo el mundo, pero la situación de Kosovo es un precedente en la ley internacional». Estas palabras se producen tras unos días de tensión en los que ha habido una cincuentena de heridos en diversos enfrentamientos en varias localidades, también en Zvecan, donde creció el padre del tenista, después de que alcaldes de etnia albanesa asumieran sus cargos en la zona de mayoría serbia al norte de Kosovo tras unas elecciones que fueron boicoteadas por los serbios.
Su declaración no ha sentado nada bien en las instancias de Kosovo, cuya federación ha tachado de «lamentable» su mensaje y señala que está añadiendo más problemas: «Ya ha hecho declaraciones semejantes en el pasado. A pesar de sus palabras contra la violencia, esas palabras, y sus posteriores declaraciones, resultan en un incremento de la tensión entre los dos estados. Sobre todo al venir de una persona pública tan relevante y dichas en un torneo internacional como Roland Garros».
Además, el Comité Olímpico de Kosovo ha solicitado al Internacional que abra procedimientos disciplinarios contra el jugador porque «violaba el principio fundamental de la carta del COI sobre el punto de la neutralidad política y suponía otra declaración política en el deporte». «Djokovic ha promovido una vez más la propaganda de los nacionalistas serbios y ha utilizado la plataforma deportiva para hacerlo», comentó Ismet Krasniqi, presidente del Comité Olímpico de Kosovo, en el comunicado. Se posicionó también la ministra de Deportes de Francia, Amelie Oudea-Castera: «Existe un principio de neutralidad en el deporte. Cuando transmites mensajes sobre la defensa de los derechos humanos, que unen a las personas en valores universales, un deportista es libre de expresarlos. Pero en este caso, fue un mensaje muy activista, muy político. No debería involucrarse, especialmente en las circunstancias actuales, y no debería volver a suceder». No obstante, Djokovic ya comunicó que estaría dispuesto a hacerlo de nuevo aunque lo sancionaran.
No llegará a eso. Roland Garros se mantiene neutral y subraya que los mensajes políticos no están prohibidos. Tras hablar con el jugador y su entorno, no habrá sanción, solo la petición de no avivar polémicas políticas.
No es el único conflicto que está en juego en las pistas de Roland Garros. Desde hace ya tiempo, las jugadoras de Ucrania decidieron dar un golpe sobre el circuito y reivindicar su oposición a la invasión rusa. Entre sus acciones, se niegan a posar y dar la mano a rivales rusas y bielorrusas.
Elina Svitolina no saludó a la rusa Ana Blinkova. Y también Kostyuk rechazó hacerse la foto de inicio del partido y negó después el saludo a Aryna Sabalenka, jugadora bielorrusa. La ucraniana recibió el pitido de la grada al considerar que no era elegante despedirse sin saludar.
Kostyuk, además de no darle la mano al final del encuentro y recibir abucheos por ello, interpeló a la bielorrusa en rueda de prensa, señalando que «no podía respetarla» por su posición débil ante el conflicto: «Dice que la odio, pero no es nada de eso. Pero no puedo respetarla porque nunca dice que no apoya esta guerra de forma personal. Rechaza tener la responsabilidad de opinar sobre una de las cosas más importantes del mundo. Es conocida y puede ser número 1, creo que puede mandar un mensaje». Y puso de ejemplo a Daria Kasatkina, quien sí se enfrentó de forma directa a la invasión por parte de su país sobre Ucrania: «Hizo su declaración, no regresará a Rusia. Renunció a algo importante para ella para permanecer del lado de la verdad y de la amabilidad y amor».
Sabalenka, que no contestó a diferentes preguntas sobre el asunto en su última rueda de prensa, sí que habló en su aterrizaje en París y argumentó que «nadie apoya la guerra» y que la pararía si pudiera. «Entiendo por qué no nos dan la mano. Puedo imaginarme si nos dan la mano lo que les va a pasar desde el lado ucraniano. Al mismo tiempo, creo que el deporte no debería meterse en política», sentenció. Una conjunción que salpica este inicio de Roland Garros.
Este pasado lunes, elevó la voz Elina Svitolina, al criticar al circuito porque entiende que está evitando este conflicto y no está apoyando a las personas que lo están sufriendo. «Cuando volví a la competición tras tener a mi hija, me encontré con mucha basura alrededor. Muchos ucranianos están sufriendo y no estamos ayudando, porque solo hay palabras huecas que no ayudan nada», comentó la jugadora, que ganó hace unas semanas en Estrasburgo y donó el premio a ayuda humanitaria para niños de su país.
Los episodios de este tipo se han sucedido desde hace meses. En Indian Wells, en marzo, Lesia Tsurenko no pudo salir a jugar su partido ante Sabalenka al confesar que había sentido un ataque de pánico. Hace unas semanas, en Roma, fue Anhelina Kalinina quien se negó a saludar a Veronika Kudermetova y recordó que hacía unos días estallaba una bomba cerca de donde vivían sus padres.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete