Carlos Alcaraz vuelve a ilusionarse con la primavera de tierra

Pero el balear confirmó el pasado jueves que su cuerpo no le permite subirse al tren de la competición. Se sigue entrenando en Mallorca, por lo que no hay un aparente problema físico, simplemente, no ha encontrado el nivel adecuado para afrontar un tenis que cada vez es más potente y en el que un año de ausencia es un mundo.

Lo sabe Djokovic, todavía en la ola y número 1, pero con dos jóvenes que ya le soplan en la oreja. En Montecarlo tendrá a Alcaraz al acecho de cualquier despiste, y a Sinner, que cuenta sus partidos de 2024 por victorias (21, y tres títulos), salvo uno: la semifinal de Indian Wells ante Alcaraz, en ese duelo estupendo y de largo recorrido que ya encandila a la grada.

El español llega en buena dinámica después de aquella semana que acabó con título y a pesar de caer en cuartos contra Dimitrov en Miami: «Estos dos últimos torneos han sido muy buenos, muy positivos, tanto a nivel tenístico como a nivel anímico. Fue una pena lo de Dimitrov, pero me fui muy contento de cómo me encontré en pista, así que con mucha ilusión y con ganas de hacer una buena gira de tierra», comentó tras la entrega de los Premios Nacionales del Deporte. Con desconexión en Murcia jugando al golf, el 3 del mundo confía en que esta también sea una buena temporada sobre la arcilla.

El año pasado no disputó el torneo monegasco, pero fue campeón en Barcelona y en Madrid, hizo segunda en Roma y alcanzó las semifinales de Roland Garros, gran objetivo en este 2024. «Es un torneo superespecial para los españoles, por lo que ha conseguido Nadal. Para mí sería increíble poder ganarlo, aunque sea una vez. Vamos a intentarlo», anhela.

Pero todo lo bien que le fue el año pasado en la arcilla también lo arriesga en esta, pues defiende 2.265 puntos, lo que lo obligará a hacerlo tan bien como 2023 si quiere mantenerse en el podio de la ATP, con Daniil Medvedev acechando. Pero se quita presión porque sabe que no le funciona.

«Tanto Sinner como Djokovic vienen en un nivel de forma muy bueno, quizás Djokovic un poquito menos, pero al final estamos hablando de Novak. No me siento favorito para nada, a pesar de los buenos resultados que he tenido estos dos últimos años en esta gira de tierra», dice Alcaraz.

Esta será su segunda participación en Montecarlo después de caer ante Sebastian Korda en 2022. Y para empezar la edición de 2024, el cuadro deparó complicado recorrido hasta el título en el primer Masters 1.000 de la temporada de tierra. Se estrenará contra Felix Auger-Aliassime, que llegó a ser número 6 del mundo en julio de 2022, o un tenista clasificado de la fase previa. A partir de ahí, y según la lógica del ranking, Ugo Humbert en octavos y, en cuartos, Casper Ruud, que fue finalista de Roland Garros en 2021 y 2022. En la ronda de semifinales, Novak Djokovic; y en una hipotética final, su archienemigo Sinner o Daniil Medvedev, que no hay que olvidar que domó por fin la tierra batida el año pasado con su título en Roma.

El serbio, que espera haber recuperado el hambre y al forma después de un mes fuera de la competición, quiere eliminar los rastros de las últimas ediciones en este principado en el que se siente como en casa, pues Alejandro Davidovich en 2022 y Lorenzo Musetti en 2023 lo dejaron fuera de juego en rondas tempranas.

Djokovic comenzará el torneo contra Roman Safiullin o un tenista de la previa, después asoman el propio Musetti y Taylor Fritz, y Alex de Miñaur o el vigente campeón, Andrey Rublev, en cuartos. Para semifinales, posible cita con Alcaraz, y solo en la final, Sinner o Medvedev. Para el italiano, cargado de moral en este 2024, lo esperan el siempre complicado Alejandro Davidovich o el explosivo Sebastian Korda para abrir el torneo. Después nombres como Alexander Bublik y Borna Coric antes de unos supuestos cuartos contra Holger Rune. Ya en semifinales, Alexander Zverev, Stefanos Tsitsipas o Daniil Medvedev, antes de la final que espera medio planeta contra Alcaraz. Con permiso de Djokovic.