Nadal se gana otra semifinal en París

La historia se repite , contada otras veces y en el mismo escenario. Nadal y Almagro se enfrentaron en esta ronda de Roland Garros en 2008 y en 2010 y siempre triunfó el balear, aunque tuvo que sudar tinta hace dos años, parecidas las sensaciones en esta edición. El primer set es tremendo y ni siquiera el mejor Almagro encuentra la llave . Nadal es una roca.

El número dos recibe bombas repetidamente porque Almagro le pega con el alma, renovado su espíritu desde que se siente un profesional de verdad. Juega al límite y cada golpe está justificado, rotundo en su estreno con un juego en blanco. Nadal se defiende como puede y aguanta siempre su servicio con buena cara, un pulso muy equilibrado. Tanto que no hay oportunidades y nadie cede hasta que el balear disfruta de la única pelota de break del set con 5-5. No la aprovecha, pero sí impone su jerarquía en el tie break, enderezado por una mala dejada de Almagro a las primeras de cambio. El murciano está desesperado.

Porque todo lo que hace es bueno, pero ni por esas. Su revés es admirable y las derechas misiles durante 62 minutos de altísimo tenis. El problema es que casi siempre vuelven porque enfrente tiene a un titán que va de lado a lado, más fresco que nunca. En la exigencia, Nadal también mantiene el nivel.

E incluso lo mejora, muy importante este triunfo por lo que puede venir luego. Ganar el primer set le da alas y empieza el segundo con esa tendencia triunfal. Rompe muy pronto el saque de Almagro y le basta esa renta para remar hasta el 2-0, cada vez más solido al servicio. De hecho, hasta el séptimo juego de la segunda manga, Nadal no tiene pelota de break en contra , salvada a lo grande. El camino está marcado, las semifinales a un paso.

A Almagro le pesa demasiado el resultado y parece rendido desde que pierde ese primer parcial que tan bien ha jugado. Agacha la cabeza y sus gritos ya no encuentran sonrisas en el palco. Ahora el que manda es Rafa Nadal, el rey de la tierra, el jefe de la manada. Sin titubeos, el balear arrolla a su compatriota en el segundo set y aprovecha la primera pelota para cerrarlo.

El partido se suspende durante apenas cinco minutos por culpa de la lluvia en el tercer set cuando van 1-0 para Nadal y saque de Almagro. No altera los planes ese parón ya que ambos mantienen la misma idea y los puntos se deciden de la misma manera. Almagro, que vuelve a desaprovechar pelotas de break, no entiende cómo Nadal es capaz de contrarrestar todos sus ataques y termina desquiciado.

Al final, Nadal se impone por 6-3 y alcanza otra vez las semifinales en su torneo fetiche . El séptimo Roland Garros está cada vez más cerca, Nadal roza la exclusividad.