Nadal arrolla a Evans y vuelve a salvar a España

Fue un partido feo en su inicio, embarrado, nada que ver con su exhibición brutal ya mencionada contra Schwartzman, pero ganó Nadal, que en definitiva era lo que valía. El mallorquín, sobre todo en ese primer parcial, gastó más tiempo en la pista del deseado, exigido por la valentía de un Evans, pero se corrigió para finiquitar al alza.

A Nadal le delataba la cara, arrugada porque tenía puesto el ceño desde el peloteo, a saber por qué. Buscó comunión con la Caja Mágica, cerró el puño y trató de animar a la grada , pero faltaba electricidad en su tenis, así que tocaba ponerse el mono de trabajo y sacar un punto fundamental para no renunciar a la corona antes de tiempo. Así también sabe vencer Nadal, y eso no tiene precio.

Le costó horrores encontrar por dónde meterse en el primer set, extrañamente disparado su casillero de errores no forzados, con bolas demasiado largas y con poco control sobre los puntos. Pese a todo, estuvo serio con su saque , conectando incluso bastantes aces, y no mantuvo a raya a Evans, un tenista de estilo peculiar, con una derecha muy exagerada y un revés a una mano de los de toda la vida. De 29 años, 42 de la ATP, no juega mal, pero no deja de ser un viajero del pelotón.

Le tembló la mano cuando se llegó a la zona de peligro, que es precisamente donde brilla Nadal. Mandaba el español 5-4 y Evans, que estaba relativamente tranquilo, se enredó y perdió su servicio, por ende el set. Sin hacer nada del otro mundo, el campeón de 19 grandes se apuntó el set y lo festejó a lo grande, por fin gritos de la españolía presente en la central.

Desde ese 4-4 de ese primer set pasó a sumar ocho juegos de manera consecutiva y firmó un 6-0 vertiginoso para tranquilizar al personal y para imaginarse otra remontada como ante Argentina, ese es el efecto Nadal. Mucho más aseado, aunque tuvo también mucho que ver el bajón físico de Evans, le puso el candado al partido sin sufrir e incluso mejoró en sus sensaciones con puntos marca de la casa, importantísimo el detalle por lo que pueda venir.

Son ya 28 triunfos consecutivos en individuales de la Davis, sigue la leyenda. Falta ahora que remate la faena con el dobles, España le necesita.