Feliciano adelanta a España con sufrimiento

Las hostilidades se iniciaron en el tercer juego . Tras ganar ambos su primer servicio del partido en blanco, Feliciano se despistó. Tres bolas de «break» para Copil apenas comenzado el encuentro. Sin embargo, el saque del toledano le salvó de una rotura tempranera.

Suele ocurrir que cuando pierdes una oportunidad así, lo pagas inmediatamente después. El rumano iba a cumplir esta regla no escrita del tenis cuando un pasante de revés de «Feli» le ponía con oportunidad de romper el saque de Copil. Ahí, en una premonición de lo que ocurriría en el desempate que cerró la manga, el local tiraba un revés varios metros fuera de la pista.

Feliciano confirmó el «break» con facilidad, poniendo el 4-1 en el marcador, pero no le duraría mucho más la ventaja. Copil se encargaba de hacer lo bueno y lo malo en la pista, con pasantes de revés espectaculares y grandes errores con el mismo golpe. Ahora tocaba la cara buena de Copil, que remontaba hasta el cuatro iguales.

El partido viajó sin mayores sobresaltos hasta el seis iguales. Copil bajó el nivel con el revés en el momento clave: bola fuera con Feli vendido en la red y media pista para él. Punto de set al resto. El toledano olió la sangre y se lanzó a por el rumano. Con un pasante con su zurda pegado a la linea lateral, el español aprovechaba la irregularidad del local para anotarse el primer set 7-6 (4) .

En la segunda manga, se intercambiaron los papeles. Quizás fruto de la relajación o de que «Feli» se contagiara de los sube y baja de Copil, el español encadenó una serie de errores groseros -sobre todo, una volea cómoda de revés y una doble falta- que p usieron al rumano con 2-0 y punto para confirmar la rotura anterior en blanco. No le quedaba otra al zurdo que agarrarse a la pista y minimizar fallos, esperando encontrárselos a su rival. Y vaya si llegaron: el juego pasó del 40-0 al «contrabreak» de «Feli» y a la desesperación de Copil, que paga su frustración estampando la raqueta contra el suelo.

Esa actitud agresiva, lejos de perjudicarle, le dio alas. De nuevo tuvo dos bolas de rotura en el siguiente juego, en las que el saque sacó a flote al toledano. Después del alocado inicio, otra bandera blanca hasta el noveno juego del set. Con empate a cuatro, a Copil pareció volverle a temblar la mano. Y cuando eso le sucede, su revés se vuelve un agujero de difícil arreglo. Pelota para ponerse 5-4 y saque pero «Feli», pecando de conservador, no aprovechó la ocasión .

Y el toledano también lo pagó caro . Sacando para forzar el desempate volvió a bajar su intensidad. Errores con el saque y cerca de la red, justo sus especialidades, dieron a Copil tres bolas de rotura y, por extensión, de set. El rumano no aprovechó la primera pero sí la siguiente.

Uno iguales y Feliciano, con cara de pocos amigos. Ya en el primer set el español echó mano en varias ocasiones de bolsas de hielo para refrescarse. Tras perder el segundo, los gestos no eran los mejores . Cara desencajada y camiseta fuera para tratar de enfriar un cuerpo que chorreaba sudor. Copil, en cambio, no parecía haber sufrido mucho en lo físico.

La mayor entereza de Copil le permitió empezar la tercera manga con una pelota de rotura que no pudo aprovechar. Situación complicada salvada, pero lo peor para «Feli» era la expresión corporal de Copil: animándose constantemente y reflejando una gran determinación en su rostro y en su juego, reflejado sobre todo en unos imponentes segundos servicios que el español no lograba leer.

Feliciano consiguió frenar el ímpetu con el que llegaba el rumano al set, a la vez que se recuperaba de la pájara sufrida . Apoyado en el saque, enfrió al local, que poco a poco iba perdiendo las buenas sensaciones con las que contaba hasta que, en el noveno juego, «Feli» se colocó con 15-40. Pero si el español cuenta con un gran servicio, el de Copil no es ni mucho menos inferior. Salvó las dos oportunidades de rotura, pero no la que tuvo a continuación. El español estaba de vuelta y el rumano no fue capaz de contenerle .

El toledano se vio nuevamente una manga por encima. Y lo que antes eran gestos de ánimo de Copil parecían convertirse en miradas perdidas. Pero solo lo parecían. El rumano no se amilanó y volvió al partido con ganas de llevarlo al quinto set. Se produjo un calco de lo ocurrido en el segundo: rotura inicial para el local y puño en alto. Sin embargo, a diferencia de entonces, esta vez sí confirmó el «break».

Cerca estuvo Copil de ponerse 4-0 y saque. «Feli» aguantó como pudo el arreón y sacó el juego adelante, pero en ningún momento estuvo cerca de meterse en la pelea por el set. El último juego fue un fiel reflejo de los servicios del rumano durante la manga: tres saques directos y otro punto gratis que ponían el 6-3 y alargaban el partido .

El tenista local se veía capacitado para dar la sorpresa. El público, también. Pero el español se mantuvo en la brecha , esperando que su mayor experiencia y sus galones se dejaran notar. Y con 4-3 para Feliciano, llegaron los errores de Copil. Rotura del toledano -y de raqueta por parte del perdedor- y 6-3 para rematar un encuentro más sufrido de lo que se vaticinaba y dar a España el primer punto de la eliminatoria .