Acasuso enseña los dientes a Federer
Hay tipos nacidos para perder. Muchos. Lo llevan de fábrica. Lo tienen todo, o casi todo, pero les falta el chip de ganador, ese que les hace creer en sí mismos en las grandes ocasiones, incluso cuando disponen del viento a favor. A fuerza de ... perder, cuando han de ganar ya no se lo creen. Y vuelven a perder. Miren al «Chucho» Acasuso, un talento como hay pocos y, sin embargo, es otro Coria, otro Gaudio. El «Chucho» lo pasó mal, fatal, en aquella tormentosa rueda de prensa de Mar del Plata, con los periodistas argentinos tirándole cuchillos a la yugular porque había perdido el partido decisivo contra Verdasco. Un sueño roto. Vimos a Acasuso ese día acorralado, a punto de echarse a llorar, apaleado por todo el mundo.
Un maldito estigma
Le debe haber quedado estigma. Cuando olvida aquello juega como jugó ayer ante Federer, como los ángeles. Dicho de otra manera, molió a palos al suizo, le hizo correr por todos los rincones de la cancha como si fuera un pelele y no el mejor jugador de la historia. Lo veíamos y no lo creíamos. Empero, había sombras que recordaban que los fantasmas estaban ahí, ocultos en lo más profundo del argentino. En el primer set rompió el servicio de Roger, pero lo perdió al siguiente. Luego desperdició hasta cuatro bolas de set para acabar perdiendo la manga. Federer no veía la bola porque el «Chucho» tiene un saque tremendo y una derecha brutal. Ese revés que casi nos deja tuertos en Mar del Plata era esta vez un prodigio de precisión. Con esas armas logró por fin ganar la segunda manga en su sexto set point. Pero lo peor estaba por llegar. Se puso 4-0 y 5-1 en el tercero, presto para mandar al hoyo al suizo. Pero todo estaba dentro, el miedo, su maldito estigma, la neblina en la mirada... En dos palabras: se rajó. No subió ni una vez a la red, le tembló el brazo y Roger lo vio. Se fue a por él y remontó hasta el 6-6. Cuando le ganó la muerte súbita, Acasuso había vuelto al foso de los perdedores. Al final, Roger lo confirmó todo: «Miedo, sí, tuve algo de miedo. No a morir ¿eh? Pero lo vi mal, fue muy difícil».
Entre los españoles hubo de todo. Robredo eliminó a Gimeno-Traver y Lourdes Domínguez y, sobre todo, María José Martínez estuvieron estupendas, Por otro lado, perdieron Andújar, Vivi Ruano y Anabel Medina. Ferrero suspendió con empate a dos sets.
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