Nick Kyrgios, una amenaza explosiva

Madre malasia y padre griego, Kyrgios es un ídolo local, carente de nuevas caras en el tenis australiano. Es único en su forma de jugar y en su carácter fuera de la pista. Una antítesis de Nadal, que siempre ha destacado por su concentración trabajadísima en el tenis, en su camino hacia el número 1 en títulos y en leyenda. «Es joven y como todos son más peligrosos, tienen menos presión y están más frescos», le concede como definición el número 1. «Jugar contra Nadal es como un sueño. Nunca pensé que me vería con él en cuarta ronda con 19 años. Siempre pensé que llevaría años y años de trabajo tener una oportunidad como esta. Pensar que va a ocurrir hoy es abrumador y muy emocionante».

El tenista de origen griego, 144 del mundo, desafía a la adversidad y al orden establecido con la invitación con la que acude al torneo. Juan Carlos Ferrero, en 2009, fue el último «invitado» en llegar a esta ronda. Desde esta oportunidad se cuela entre los 16 mejores jugadores del mundo y les hace inclinarse. Hasta nueve pelotas de partido salvó ante Richard Gasquet antes de levantar loa brazos sobre el francés y, efectivamente, llega sin nada que perder. «Me propuse llegar al top cien a finales de este año, pero ahora no sé. Seguir mejorando y ascendiendo, no le pongo un número». Cuando se le pregunta sobre si puede inclinar también a Rafa Nadal contesta «claro». No tiene miedo porque nada tiene que perder.

Kyrgios tiene la oportunidad de su vida en el segundo turno de la pista central, sobre las tres y media hora española. Antes, en la pista dos, Feliciano López disputará su segundo partido consecutivo. Si el lunes superaba al cañonero John Isner, hoy se ve las caras con Stanislas Wawrinka. Y el tercer español en liza juega en la pista 1 ante Roger Federer. «Me ha ganado el tierra, en cemento, en hierba, en hielo. Está claro que él ea el favorito», acepta Tommy Robredo, pero en su cabeza también brilla su única victoria sobre el suizo, en su último enfrentamiento en el pasado US Open.