US OPEN
Nadal, doble premio en Nueva York
Rafa Nadal, claro favorito para ganar el US Open, podría, además, volver a ser número uno. Este lunes se estrena ante Ryan Harrison (21 horas)
ENRIQUE YUNTA
Ahora que también arrasa en cemento, el vestuario repite en cualquier idioma que Rafa Nadal es el máximo favorito para este US Open , que empieza hoy con muchísimas cosas por definir en el planeta tenis. Nueva York, infatigable ciudad y en donde se ... juega a cualquier hora, se prepara para el último grande de la temporada y en él aterriza el balear, descontrolado y protagonista de una temporada maravillosa , difícilmente imaginable por mucho que Nadal siempre compita como Nadal.
Nueve títulos después, aupado hasta el segundo escalón de la clasificación mundial y con las recientes alegrías de Montreal y Cincinnati en una mochila repleta, el zurdo se estrena hoy ante Ryan Harrison (sobre las 21 horas española, Eurosport ), primera etapa de un maratón que esconde un doble premio: ganar otro grande, el decimotercero de su carrera, y recuperar el número uno. Nadal, no hay dudas al respecto, está mejor que nunca.
Apurando el mes de agosto, y después de 56 partidos en sus piernas, el español no olvida de dónde viene. Pasea en Nueva York con una sonrisa de oreja a oreja, feliz junto a su equipo de trabajo mientras recuerda dónde estaba hace un año. «Tuve que ver este torneo en la televisión y ahora tengo la oportunidad de jugar , es increíble», resume Nadal, que se pasó más de siete meses fuera de las pistas por sus problemas en la rodilla izquierda.
Convive con ellos, evidente el dolor en muchos momentos, pero le da para competir y ganar a los mejores, alimentada su fe a base de triunfos y mordiscos. Sólo lleva tres derrotas en todo el curso y dos de ellas llegaron en finales —Zeballos en Viña del Mar y Djokovic en Montecarlo—.
Quince de quince
«Llego con la actitud correcta», explica a pocas horas de su estreno, igual de demoledor en cemento que en tierra batida. Se ha adueñado de Indian Wells, Montreal y Cincinnati , todos ellos Masters 1.000, y de vencer en Nueva York se llevaría 2,7 millones de euros por ganar el US Open Series —engloba todos los torneos de verano en suelo norteamericano—.
Son, en este 2013, quince partidos resueltos siempre de la misma manera en pista rápida y con victorias de calidad como las que firmó en Canadá ante Novak Djokovic o en Ohio ante Roger Federer, Tomas Berdych y John Isner.
El de ahora es un nuevo Nadal, de quien siempre se ha admirado su capacidad para reinventarse y rendir igual de bien en cualquier escenario. Su tenis, indiscutiblemente el mejor para la tierra batida, también brilla en una superficie que castiga a su cuerpo y que le exige más celeridad y ataque.
«Estoy jugando de manera más agresiva, pero si hago esto es porque puedo jugar bien. Eso es lo más importante. Es cierto que trato de impactar antes la pelota y he trabajado para hacer mi juego más directo . Pero no podemos olvidar que en el pasado he tenido buenos resultados en esta superficie. No es como si hubiera cambiado todo de manera alocada de la noche a la mañana», se defiende Nadal. «Lo mejor, lo que más me ha gustado hasta ahora, es cómo ha planteado los partidos», afirmó Toni Nadal esta semana a este diario, tío y entrenador que se reincorporó el miércoles a la dinámica del día a día después de delegar en Francis Roig para Montreal y Cincinnati.
El trono de Djokovic, a tiro
En la lanzadera, listo para el desafío, Nadal apunta al trono de Novak Djokovic, a quien le podría birlar la corona siempre y cuando gane y el serbio no haga final o bien si es subcampeón y el número uno no pasa de octavos.
«Estoy en una buena posición, pero nada es decisivo porque hay 2.000 puntos en este Grand Slam. Si estoy aquí es porque jugué de manera fantástica. No debemos olvidar que tengo tres ceros en mi camino (Abierto de Australia, el Masters 1.000 de Miami y Wimbledon) y eso marca mucho para ser número 1. Pero lo intentaré. A la prensa le gusta hablar sobre ello, pero no es mi objetivo ser número 1. Mi objetivo es ser competitivo y terminar la temporada con buenas sensaciones. Siendo número 1 o no, mi año habrá sido fantástico», expone.
Es un doble reto en la Gran Manzana, dispuesto a competir a cinco sets, convertido en el máximo favorito por números y sensaciones. Lejos del tópico aburrido del partido a partido, el cuadro le llevaría a una prueba de altura en octavos ante John Isner y se cruzaría en cuartos con Federer y en semifinales con David Ferrer. «Por ahora, Rafa ha sido el mejor jugador este año, no hay duda de ello», acepta Djokovic, advertido, como el resto de tenistas, de que una bestia anda suelta por Nueva York.
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