«Nadal está en su mejor nivel»

Más allá de los puntos, Nadal es el mejor tenista del momento, ganador en todas las superficies, dueño y señor de la tierra y ahora también intratable en el cemento . A menos de una semana para que empiece el US Open (del 26 de agosto al 9 de septiembre), es el principal favorito, recupera el número dos de la ATP y tiene a tiro el trono de Novak Djokovic. El balear está descontrolado.

Son 9.010 puntos acumulados en lo que va de curso y con cuatro meses de competición por delante. Hay que tener en cuenta, además, que Nadal no fue al Abierto de Australia, se tomó un respiro en Miami y quedó eliminado en la primera de ronda de Wimbledon, por lo que la cifra es todavía más asombrosa. El español, con nueve títulos en once finales (perdió Viña del Mar ante Horacio Zeballos y Montecarlo ante Djokovic), reside en el paraíso y le da el doble de valor a sus éxitos por venir de donde viene, pues estuvo siete meses sin luchar por la tormentosa lesión en su rodilla izquierda . Era imposible imaginar un regreso tan brutal.

Él lo repite en cada rueda de prensa, agotado el parlamento y feliz como nunca. Son 59 títulos de la ATP, 26 de ellos Masters 1.000, y sonríe como si fuera la primera vez, emocionado en el azul de Cincinnati después de conquistar uno de los pocos torneos que le faltaba a su interminable palmarés. «No nos lo podíamos esperar», confiesa Toni Nadal.

El tío y entrenador, ausente en la primera parte de la gira americana, habla justo antes de partir a Nueva York para encontrarse con su sobrino, más que satisfecho por lo que ha visto en el televisor. Mientras hace la maleta, atiende a ABC y admite que está muy sorprendido por los resultados y por el nivel exhibido tanto en Montreal como en Cincinnati. «Es mucho mejor de lo que pensaba. El nivel es muy alto y hay motivos como para estar contentos . No nos lo podíamos esperar después de todo lo que ha pasado este año, de la lesión y de los problemas que ha tenido para entrenarse», apunta.

Sin embargo, el circuito nunca descarta a Nadal, posiblemente la raqueta más constante de todas, un permanente ejemplo de superación. Lleva 56 partidos este año (53 victorias y tres derrotas) y la exigencia ha sido máxima, pero el cuerpo responde al estímulo del triunfo. «Cuando ganas, siempre estás bien. Rafael tiene sus problemas físicos, pero la temporada está siendo perfecta y le da para competir, jugar y ganar muchos torneos», reflexiona el tío Toni.

Mucho mejor en cemento

Efectivamente, la temporada es perfecta, tanto que la pregunta es evidente. ¿Es el mejor año de Rafa Nadal? «Está jugando muy bien», responde el entrenador. «¿La mejor? Bufff... No sé. Las mejores, seguramente, son 2008 y 2010 porque en 2008 ganó dos Grand Slams (Roland Garros y Wimbledon) y los Juegos de Pekín y en 2010 se llevó tres grandes (Roland Garros, Wimbledon y US Open). Pero sí que es verdad que aquí, ahora, está jugando mucho mejor en pista rápida. Puede que sea su año más meritorio, eso seguro. Y más después de todo lo que ha pasado».

Incuestionable su dominio en la arcilla, a Nadal siempre le costó más el cemento. Primero, porque sufre su cuerpo, llora la rodilla. Segundo, porque es la superficie más complicada para exprimir su estilo, territorio para otros tenistas aparentemente más agresivos. Pero Nadal, camaleónico y en continua evolución, ha asumido que necesitaba dar un paso al frente para luchar contra los mejores en canchas rápidas.

«El nivel de estas semanas ha sido... ¡Ostras! Ha sido muy bueno y en casi todos los aspectos. El saque ha ido bastante bien, el drive es bueno... Pero lo que más me ha gustado han sido los planteamientos en función de los partidos, ha sido más agresivo », matiza Toni Nadal. «En Montreal incluso estuvo mejor. Si conseguimos jugar como lo hizo ahí, ¿qué se puede mejorar? Pues no sé, la verdad, es difícil. Hay una cosa muy positiva y es que ahora corre mucho menos y acaba antes los puntos. Eso es muy bueno».

Enlaza quince encuentros con triunfo este año en dura gracias a los títulos de Indian Wells, Montreal y Cincinnati, todos ellos Masters 1.000. En los dos últimos torneos, además, Nadal ha derribado a auténticos especialistas, raquetas durísimas en ese suelo. «Por eso sí que creo, más allá de si la temporada es mejor o peor que aquella, que está en su mejor nivel. Eso sí », acepta Toni.

«Recuerdo, por ejemplo, los triunfos ante Djokovic (en Montreal) y ante Federer (Cincinnati), un nivel muy, muy alto. A Federer, históricamente le ganaba a partir de la táctica y con una buena defensa. Pero en Cincinnati le ha ganado jugando de tú a tú, con las mismas armas y con un juego mucho más rápido. Hay que destacar ese aspecto».

Aspirante al US Open

Tanto es así que pasa a ser, por lógica aplastante, uno de los máximos candidatos a llevarse el US Open, último grande del calendario. «Cuando notas que juegas bien y encima tienes buenos resultados, hay más confianza, claro. Casi todo está funcionando bien en el plano tenístico, los golpes son buenos. Y sí, es favorito. Lo es junto a los de siempre: Novak Djokovic, Andy Murray o Juan Martín del Potro . Federer ya no tanto y menos a cinco sets, pero contra Rafael jugó a un nivel suficiente como para ganar a mucha gente. Pero no sirve de nada serlo. Es el que mejor año lleva, pero Djokovic sigue siendo el líder y, por lo tanto, el mejor del mundo», recuerda el preparador.

Nueva York, además, esconde un tesoro ya que Nadal puede salir de Flushing Meadows como número uno siempre y cuando gane y Djokovic no haga final o bien si se proclama subcampeón y el serbio no pasa de octavos. «Prefiero un Grand Slam que el número uno, pero si llega, bienvenido sea» , apunta el técnico. «Hay un objetivo de estar ahí, es posible y voy a intentarlo hasta el final», amenaza el zurdo. Es el número dos, pero es el mejor del momento. El US Open es su próximo desafío, puede que el más difícil.