Wimbledon: De Rosol a Darcis

Porque en la edición anetrior, la de 2012, al balear también le apearon pronto, incomprensible hasta que se entendió la gravedad de su lesión en la rodilla . Un casi desconocido Lukas Rosol , número 100 del mundo, hacía el partido de su vida y evitaba que el español conquistara su tercer Wimbledon. Ayer, en el mismo momento que Nadal saltaba a la pista, Rosol era eliminado. En aquel 2012, y durante todo el año, siempre le preguntaron por aquella victoria, y siempre será recordado como el que derrotó al español, que inició una tortura en forma de inactividad, ver partidos por televisión y pruebas médicas para curar una hoffitis que nunca se fue.

Siete meses que desaparecieron de un plumazo en cuanto Nadal volvió al circuito. En tierra batida, en América Latina para comenzar de menos a más, como le gusta a él empezar los torneos. Desde aquel febrero, nueve finales, siete títulos para agrandar una leyenda a la que le faltan calificativos. Especial un Roland Garros inconmensurable que le hacía el más grande de todos, al conquistarlo por octava vez.

Sin embargo, la hierba parece condenar al balear. De nuevo sobre el verde de Londres, Nadal sucumbe ante la sorpresa de ser derrotado por alguien que no debía, pero quiso y pudo más que él. Un Steve Darcis que se convierte en el tenista con menor ranking en ganarlo y, además, en el único tenista que ha obligado al número 5 del mundo a hacer las maletas mucho tiempo antes de lo esperado. De Rosol a Darcis, un año de dolor, resignación, esfuerzo, alegría, el cielo de París, y regreso a los infiernos.