La sevillana Nieves García hace historia en el turf español

Perfecta en la monta durante todo el recorrido y controlando la situación de la carrera, García se llevó un triunfo sonado, de mucho prestigio, alcanzando antes que nadie la línea de meta, por delante de rivales de mucho pedigrí como Ricardo Sousa, José Luis Martínez, Vaclav Janacek , Jaime Gelabert o Borja Fayos, auténticos referentes del turf nacional en la actualidad. Claro que a Nieves García, antes incluso de que se coronara hoy en Madrid, había que incluirla ya en ese privilegiado grupo. En primavera fue la primera jinete en participar -a lomos del caballo Federico- en el Gran Premio de Madrid, el más importante de España, que acumulaba cien ediciones celebradas. Otro techo de cristal roto.

Con mucho esfuerzo, superando todo tipo de dificultades y haciéndose poco a poco un hueco en un mundo tradicionalmente de hombres donde la mujer está en franca minoría, la sevillana ocupa el décimo puesto del escalafón en 2020 gracias a un bagaje de sesenta carreras y seis victorias. A principios de año también ganó en Dos Hermanas en un par de ocasiones antes de decretarse el estado de alarma y el confinamiento. Y con la nueva normalidad instalada no ha parado de competir la sevillana, que se llevó el premio Nertal con Noray en junio y ganó en julio el Premio Glauco y también el Cristóbal Medina, todos ellos en La Zarzuela, donde se entrena habitualmente con su preparador, Jorge Antonio Rodríguez, que también es su marido.

Afincada en Madrid y madre de tres hijos, la historia de Nieves García es un ejemplo de superación . Vinculada al mundo del caballo desde los 19 años, practicó doma y salto antes de dedicarse a las carreras de apuestas, ámbito en el que lleva empleadas más de dos décadas de absoluta dedicación. Se entrena de lunes a sábado y compite los domingos mientras se las ingenia para conciliar la vida profesional con la familiar. Y no es nada sencillo.

Profesional desde 2006, en 2016 sufrió en La Zarzuela un grave y aparatoso accidente al ser derribada por su caballo Francescoli. Varios ejemplares la atropellaron tras la caída, pero la sevillana se recuperó casi en tiempo récord y volvió más fuerte, con más fuerza de voluntad si cabe. Con un peso de apenas cincuenta kilos, juega en desventaja, ya que tiene que cargar de plomo al caballo para "igualarse" a sus competidores masculinos. No lo considera justo García, que pelea en las instituciones por la igualdad en el turf español mientras da guerra en las pistas y firma capítulos tan relevantes como el de esta mañana en La Zarzuela. Una victoria de tronío que encumbra a esta sevillana en el turf nacional.